La emisora estatal china CGTN, que emitió una confesión forzada extraída a un ciudadano británico en 2013, es culpable de «graves» violaciones de la normativa británica de radiodifusión y puede ser objeto de sanciones, dictaminó el lunes la Oficina de Comunicaciones, conocida como Ofcom, el organismo que regula la radiodifusión del Reino Unido.
Ofcom puso en conocimiento a la Red Global de Televisión de China (CGTN), que tiene la intención de considerar imponer una «sanción legal» a la emisora.
Este es el segundo fallo de Ofcom contra la CGTN en dos meses. El 26 de mayo, el organismo encontró a la red en «grave incumplimiento» de las leyes de imparcialidad del Reino Unido durante su cobertura de las protestas prodemocracia en Hong Kong el año pasado.
Ofcom inició la pesquisa en 2019, después que Peter Humphrey, un investigador corporativo británico, presentó una queja contra la CGTN diciendo que su licencia británica debería ser revocada ya que emitió su confesión forzada, mientras estaba encarcelado en China.
La oficina reguladora británica determinó (pdf) que las emisiones de CGTN constituían un «trato injusto» a Humphrey y una «violación injustificada de la privacidad».
«Los programas incluían imágenes del Sr. Humphrey que podían afectar materialmente y de manera adversa la percepción que los espectadores tenían de él», indicó el fallo.
La CGTN, que es propiedad de la Televisión Central de China (CCTV), también «infringió injustificadamente la privacidad del Sr. Humphrey con respecto a la obtención del material que se incluyó en los programas y por cómo se emitieron estos programas», informó Ofcom.
Humphrey dirigía una empresa de diligencia empresarial en China que, según el Estado chino, había comprado y vendido datos personales, todos cargos que Humphrey declaró que eran falsos.
En su presentación a Ofcom, Humphrey dijo que lo drogaron, lo ataron a una silla de metal y lo metieron en una pequeña jaula.
«Los periodistas de CCTV me apuntaron con sus cámaras y me grabaron leyendo las respuestas ya preparadas para mí por la policía. No se hicieron preguntas», dijo.
Según la ONG de derechos humanos, Safeguard Defenders, la CGTN y su homóloga china CCTV han difundido numerosas «confesiones forzadas», que equivalen a una «distorsión conocida e intencionada de los hechos y son evidentes mentiras», y violan las normas de Ofcom sobre imparcialidad y exactitud.
Ofcom tiene una investigación en curso sobre una supuesta confesión forzada emitida por la CGTN de Simon Cheng, exempleado del consulado británico en Hong Kong, que fue detenido durante 15 días en agosto de 2019 por la policía de China continental.
Cheng dijo que la policía secreta lo torturó para obtener información sobre las protestas prodemocracia en Hong Kong.
Poco después de romper su silencio ante los medios internacionales, la CGTN emitió un informe en el que Cheng supuestamente confesó haber solicitado prostitutas.
Después de un largo interrogatorio, Cheng dijo que accedió a confesar la ofensa menor de solicitar la prostitución para evitar un trato más duro y una dura sentencia por cargos de seguridad nacional.
John Smithies y The Associated Press contribuyeron a este informe.
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