Un abogado chino de derechos humanos ha declarado que ha sido torturado y que se le ha negado el acceso a su familia y a sus abogados durante seis meses.
Chang Weiping, muy conocido por representar a grupos vulnerables en China, se encuentra actualmente detenido en un centro de reclusión del Condado de Fengxian, en la provincia de Shaanxi.
El 4 de mayo, autoridades de Estados Unidos, la UE, Alemania, Francia, Finlandia, Noruega y los Países Bajos se reunieron con la esposa de Chang, Chen Zijuan, en Beijing, para expresar su preocupación por el abogado, según un tuit publicado el 7 de mayo por Chen.
El 9 de abril, Chen escribió una carta de queja a un alto organismo de control de la provincia de Shaanxi, en la que acusaba a la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Baoji y a su sucursal de Gaoxin de reunir ilegalmente pruebas contra su marido.
Sus acusaciones incluyen la distorsión de los hechos en relación con el caso de Chang y la amenaza a los testigos.
Los padres de Chang también protestaron por las torturas que el régimen chino impuso a su hijo en diciembre de 2020.
Una fiesta peligrosa
Los presuntos malos tratos a Chang tuvieron su origen en una fiesta celebrada en la ciudad de Xiamen, en la provincia de Fujian, al sureste de China.
Según Radio Free Asia (RFA), unos 20 ciudadanos de diferentes provincias se unieron a la fiesta de un día de duración en una casa alquilada en Xiamen a principios de diciembre de 2019. Entre los asistentes se encontraban abogados de derechos humanos como Ding Jiaxi y Chang Weiping, y estudiosos del derecho como Xu Zhiyong. Hablaron de los retos a los que se enfrentan los abogados de China continental en el desempeño de sus funciones.
Sin embargo, 18 días después, el 26 de diciembre, la policía lanzó una redada a nivel nacional contra casi todos los participantes, acusados de subversión del poder del Estado.
El 14 de enero, Chang fue sometido a 10 días de detención secreta y a la cancelación de su certificado para ejercer.
Posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza a la espera de un juicio.
Abogado de derechos humanos inmovilizado en una silla de tortura durante 10 días
Tras meses de silencio, Chang expuso detalles impactantes sobre sus abusos físicos a través de un video de ocho minutos y medio publicado en YouTube el 16 de octubre de 2020. También hizo una declaración de nunca cometer suicidio o daño a sí mismo, que se ha convertido casi en un requisito para los disidentes o activistas cuando se enfrentan a la intimidación o la tortura del Partido Comunista Chino.
«Me inmovilizaron en una silla de tortura en una habitación del Hotel Baoti durante las 24 horas del día y durante 10 días. Una forma extrema de infligir dolor. El impacto en mí es que los dedos índice y anular de mi mano derecha permanecen entumecidos, sin sentido o funcionalmente anormales», dijo el abogado.
Según algunos chinos que estuvieron detenidos en su día, la silla de tortura se llama coloquialmente «silla de tigre» en chino, y consiste en atar a un detenido, con las manos y los pies sujetos, privándole del sueño, durante horas o días.
En esos 10 días, la policía local le interrogó 16 veces, buscando entre sus contactos, conexiones, discurso en internet y registros de inmigración, pero no encontraron nada, según Chang.
Seis días más tarde, el 22 de octubre, se lo llevaron los policías de la sucursal de Gaoxin de la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Baoji, que no presentaron ningún documento legal.
Desde entonces, está retenido en la llamada «vigilancia residencial en un lugar designado».
Cartas abiertas urgentes de organizaciones internacionales
El 20 de abril de 2021, Margarete von Galen, presidenta del Consejo de Colegios de Abogados de Europa, escribió una carta abierta al mandatario chino Xi Jinping (pdf), en la que expresaba su «grave preocupación por la continua detención» de Chang.
La carta pretendía señalar a Xi los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre la Función de los Abogados; instaba a Xi a hacer todo lo que estuviera en su mano para garantizar que Chang tuviera acceso inmediato a sus abogados y para restablecer su libertad; y pedía a Xi que tomara todas las medidas necesarias para «garantizar que todos los abogados de China puedan desempeñar sus funciones profesionales sin temor a represalias, obstáculos, intimidación o acoso».
El 16 de noviembre de 2020, Amnistía Internacional (pdf) pidió la «liberación inmediata e incondicional de Chang» en una carta dirigida a He Dong, director de la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Baoji, a menos que existan suficientes pruebas creíbles y admisibles de que Chang ha cometido un delito reconocido internacionalmente y se le conceda un juicio justo de acuerdo con las normas internacionales.
Hong Ning contribuyó a la elaboración de este artículo.
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