El relanzamiento de las zonas arqueológicas del sureste del país que acompaña a las obras del Tren Maya ha generado protestas de especialistas para quienes este proyecto insignia del presidente López Obrador amenazaría al patrimonio cultural de la región.
Este 15 de diciembre serán inaugurados los tramos 1 a 4 de la mega obra del sexenio, que va de Palenque en Campeche a Cancún en Quintana Roo, pasando por Yucatán. Sin embargo, los avances reportados cada lunes en las conferencias matutinas del gobierno de México y las reacciones de las autoridades a las advertencias de especialistas que insisten en detener y revertir las amenazas y daños, exponen la postura oficial que caracteriza a las políticas de este gobierno.
En la primera parte de este análisis se retoman los datos públicos del gobierno federal sobre el Tren Maya para impulsar las zonas arqueológicas del sureste. Asimismo se habla de los impactos a los vestigios históricos en las zonas arqueológicas.
Esta parte 2 retoma las amenazas al patrimonio cultural del sureste del país, que incluyen a los vestigios paleontológicos y arqueológicos encontrados en cuevas, cenotes y ríos subterráneos a través de exploraciones bajo la superficie de la zona Maya, que también han sido advertidas por especialistas.
Hallazgos en cenotes y cuevas subterráneas
La naturaleza única de la zona maya, rica en ríos subterráneos, cuevas, cenotes, y que resguarda vestigios relevantes de la más temprana ocupación humana registrada en el continente, ha sido estudiada por el arquitecto y espeleólogo Octavio del Río.
Este especialista en exploración arqueológica subacuática ha expuesto que la península de Yucatán tiene un ecosistema natural que nos ha sido heredado acompañado de vestigios de muy antiguas actividades humanas, como hogueras y restos humanos de habitantes de esta zona.
“Los cenotes en la Riviera Maya conectan una serie de sistemas subacuáticos, de cuevas inundadas, de ríos subterráneos que son los más extensos del planeta”, dijo Del Río sobre la importancia natural de la zona, en una entrevista para MVS Noticias en 2022.
En estos ríos bajo la superficie fluye el agua y erosiona las cuevas en el área de Tulum, en unos 60 km de la costa al sur, y unos 15 kilómetros tierra adentro. Pero hace 7700 años las cuevas estaban secas y fueron el lugar propicio para algunos de los primeros pobladores del continente americano, explicó el experto.
Han sido las exploraciones en estos ríos, cuevas y cenotes las que han permitido encontrar 10 vestigios fósiles de habitantes que usaron estos lugares para refugiarse del clima y de los depredadores de la época, como osos gigantes, pumas, coyotes, expone Del Río.
De estos animales, algunos ya extintos, se conoció su existencia solo hasta las exploraciones realizadas en estos sistemas subterráneos. Ellas han aportado unos 58 sitios con restos paleontológicos, fósiles humanos y vestigios arqueológicos, agregó el experto, quien es uno de los precursores de las exploraciones arqueológicas en cenotes y cuevas de la península de Yucatán.
La palabra cenote proviene de la palabra maya «dzonot», que significa «abismo» y en la cultura maya los cenotes eran considerados fuentes de vida, “una entrada hacia otro mundo” y “centro de comunión con los dioses”, cuya formación puede durar cientos de miles de años, explica una página del gobierno que indica la existencia de cenotes abiertos, semiabiertos, antiguos y de caverna, según su edad.
La naturaleza permeable de la planicie calcárea “que emergió del mar alguna vez”, hace que se filtre el agua y “va diluyendo los carbonatos” en un sistema que va formando una red con cavidades subterráneas, explica el arqueólogo, Alberto Martos, en un video del INAH de 2013.
Algunos de estos cenotes se conectan con cuevas secas que contienen vestigios paleontológicos y arqueológicos, con restos humanos y piezas de cerámica, que después de ser encontrados por propietarios y habitantes donde estos se ubican, se reportan al INAH para su exploración, registro y protección, indica el personal entrevistado en dicho video.
En el video se refiere la exploración en 500 a 600 cenotes de la zona de Homún, en el estado de Yucatán, entre los al menos siete mil a ocho mil cenotes que tendría el estado, según un dossier de Arqueología Mexicana en el sitio del gobierno de Yucatán.
Amenazas al patrimonio cultural subterráneo
En la protección de los cenotes con vestigios históricos trabajan el INAH con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA) para “cuidar la flora, la fauna y evitar contaminación”, y se comunica legalmente al INAH el hallazgo de vestigios culturales para que los resguarde y proteja, y se eviten saqueos, explica el especialista en conservación y manejo de sistemas kársticos, José A. Ruiz Silva.
La extracción de las piezas encontradas bajo el suelo de Yucatán es un proceso especializado para mantener la integridad de los restos y el lugar, así como proceder a su estudio y preservación. Sin embargo, en las cuevas subterráneas se observa vandalismo, mientras que los cenotes con vestigios están expuestos al saqueo, indica el personal encargado.
Por los restos encontrados en su interior, se puede considerar que los cenotes son vestigios de rituales sagrados, menciona Martos, y para Ruíz Silva también pueden ser “cápsulas del tiempo” por lo que resguardan en su interior.
Laura Romero, investigadora del INAH, mencionó la importancia de que la población del lugar se involucre y “estén al pendiente de sus cosas, de su patrimonio. Que mejor que ellos para cuidarlo”, expresó, y agregó que para preservar este patrimonio “el cuidado de primera mano es la gente”.
Sin embargo, los riesgos preexistentes para este patrimonio se incrementarían considerablemente con las obras del Tren Maya, abarcando a los hallazgos de las últimas tres décadas realizados en la zona, advirtió Del Rio.
“Lo que estamos alertando ahora es que está pasando el tren justamente por arriba de estos vestigios que ya conocemos”, expresó Del Río.
Señaló que las losas con pilotes para cubrir las oquedades podrían sepultar lo que hay debajo de la superficie, lo que equivaldría a sepultar “nuestra historia”.
Mencionó el riesgo para ‘la Cámara de los ancestros’, en cuyas exploraciones encontraron 14 hogueras, consideradas importantes restos de actividades humanas por sus 10,000 años de antigüedad, la que fue reportada en 2020 como parte de los hallazgos del sistema de cuevas del cenote Aktun Ha, en Quintana Roo.
Estos hallazgos comprobaron por primera vez el uso del fuego por cazadores recolectores en un contexto subacuático, procedentes del fin de la última glaciación, «en el transcurso del periodo Pleistoceno al Holoceno», según el reporte de los descubrimientos en la zona.
Considerando la antigüedad e importancia en el continente de los hallazgos realizados a lo largo de muchos años y el elevado número de cenotes en la región, la mayor parte de los cuales no han sido explorados, Del Río advirtió que durante el tiempo de los trabajos del Tren Maya “es imposible que se pueda hacer un registro de todo lo que todavía se desconoce”.
Señaló al respecto que la exploración en la cueva de Naharon, que tiene 13,700 años de antigüedad y es la más antigua reportada, duró unos 18 meses, y que les tomó 3 años recolectar los vestigios óseos que años después llevaron a una reconstrucción facial de «Eva de Naharon», tal como se observa en una publicación de la revista Arqueología Mexicana.
La reconstrucción facial de la «Mujer de Naharon», a partir de los restos humanos encontrados en cuevas y cenotes cerca de Tulum, muestran la odisea de los seres humanos de la prehistoria de América, y desde sus sepulcros sumergidos se puede conocer su historia, como reportó la arqueóloga del INAH Carmen Rojas Sandoval, quien resaltó en la presentación de estos hallazgos en julio de 2020: «El pasado es nuestro, es de todos».
“Es nuestro patrimonio histórico, es nuestro patrimonio cultural sumergido y tenemos una responsabilidad en su protección”, expresó por su parte Del Rio, en referencia a su trabajo participando en estas exploraciones y hallazgos, así como la de instituciones de gobierno encargadas de la preservación del patrimonio cultural del país.
Otros especialistas en exploraciones subacuáticas de la zona, han denunciado las amenazas y daños del Tren Maya a este ecosistema natural que ha permitido la preservación de este legado cultural, pertenecientes a organizaciones ecologistas denostados por el presidente del país como «no ecologistas». Entre ellos miembros de organizaciones civiles como Cenotes urbanos, Selvame, Selva MayaSOS, la Selva Salva, entre otras.
En reportes de seguimiento difundidos en sus redes sociales, estos especialistas y defensores del patrimonio de la zona maya han expresado sus alertas y denuncias sobre los daños que la mega obra ocasiona en estos frágiles ecosistemas de la península, incluso antes del inicio de los trabajos, documentando con videos, fotos y comentarios las observaciones en los sitios devastados por las obras y sus impactos en las zona.
«Tenemos que recuperar lo que ya se ha vulnerado», «Tenemos que salvar lo que queda», dice el espeleólogo Guillermo DChristy sobre la preservación del patrimonio subterráneo, en un posteo de este 13 de diciembre de 2023, en referencia a las advertencias previas por la mayor presión y estrés a los ecosistemas y al frágil suelo kárstico por los pilotajes y obras ferroviarias, aumento del turismo, desarrollos inmobiliarios, y demás impactos del Tren Maya en la zona del Tramo 5.
Por su parte, el partido político Movimiento Ciudadano (MC) propuso un punto de acuerdo cameral a los diputados federales en marzo de 2022, para que FONATUR publicara el estudio ambiental y arqueológico tras la modificación del Tramo 5 del Tren Maya, tras las preocupaciones de organizaciones civiles y especialistas sobre posibles afectaciones «que alterarían y colapsaría una red de más de 6 mil cenotes y cuevas de la península».
En la propuesta se mencionó que esta red de cuevas y cenotes, la más larga del mundo, aunque ha sido explorada por más de 30 años, no ha sido registrada al 100% bajo la ruta Cancún a Tulum, la que tiene 2 mil km de cuevas inundadas como señaló el arqueólogo Guillermo de Anda. Además se alertó el colapso de suelos por las obras, el peso de las vías y el paso de los trenes que dañarían la red de cenotes y cuevas.
Otra propuesta de MC al Congreso del país solicitó el pasado 11 de julio que la SEDENA, en cuya secretaría el presidente trasladó las funciones de FONATUR para la mega obra, elaborara y publicara los informes sobre cenotes y esteros rellenados en la construcción del Tren Maya, con su impacto y reparación de los daños ocasionados, tras las protestas y documentación en sitio de habitantes y ambientalistas por el relleno de 20 cenotes para los pilotes de las vías del tren.
Respuestas de las autoridades
En 2020 el Salvamento Arqueológico Tren Maya, a cargo del Dr. Manuel Eduardo Pérez Rivas, pasó a ser un proyecto regional que incluye trabajos arqueológicos, de conservación y restauración, de antropología, ingeniería, entre otros más.
El relanzamiento del patrimonio arqueológico del sureste del país respondería a las reacciones de los especialistas de la zona maya, debido a que en la información de origen de la mega obra publicados no se mencionaron trabajos de arqueología como los anunciados en los últimos reportes oficiales.
Estos informes del gobierno indican que una parte del impulso a las zonas arqueológicas está vinculada a las áreas turísticas, enfatizando sus enlaces con las nuevas instalaciones hoteleras y el aeropuerto de Tulum, como en los casos de los sitios patrimoniales de Quintana Roo, Muyil, Cobá y Xel-Há en el tramo 5.
También se incluye la apertura de dos nuevos museos, uno en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el tramo 4, y el de la Ruta Pucc, en el tramo 3, en los que se mostrarán los descubrimientos del salvamento arqueológico que acompañan al Tren Maya.
Entre ellos se mencionan los vestigios de una cueva del Tramo 4, un hueso de jaguar esgrafiado del sitio Sacamucuy, en Campeche, y otros obtenidos en las zonas arqueológicas, como la cabeza estucada del Joven Dios del Maíz descubierta en Palenque, anunció el director del INAH en su informe de junio de 2022.
En las zonas arqueológicas mencionadas por el titular del INAH, equipos encabezados por arqueólogos y restauradores de la institución realizan diagnósticos, excavaciones, investigaciones y trabajos de conservación, además de la ampliación de áreas de visita, mejoras de servicios y construcción de centros de atención a turistas.
En el informe presentado en la conferencia matutina del presidente el pasado 12 de junio, se informó que en el Tramo 4, de Izamal, Yucatán a Cancún, Quintana Roo, uno de los primeros a inaugurarse, se habían registrado y preservado 16 entierros y 110 rasgos naturales asociados en cuevas y cenotes.
El último reporte del INAH, a cuatro días de la apertura de la primera parte del Tren Maya, menciona «1106 rasgos naturales asociados a la presencia humana» como parte de las exploraciones «en una gruta descubierta en el Tramo 5 sur del Tren Maya», en el corredor ecoarqueológico Paamul II.
El Tramo 5 «caracterizado por su suelo kárstico, nos ha planteado la necesidad de ser muy cuidadosos con los elementos de tipo natural”, indicó el director del INAH, al explicar que la gruta fue registrada por el Instituto y es investigada por especialistas.
En cuanto a las respuestas directas del gobierno a las advertencias de los especialistas, estas han sido encabezadas por el propio presidente del país, a las que han seguido las del director del INAH y el Consejo de Arqueología.
Diego Prieto Hernández, director del INAH, respondió el 24 de agosto sobre la «labor de acompañamiento al Proyecto Integral Tren Maya, Tsíimin Káak» del gobierno, ante el señalamiento de Xóchitl Gálvez, precandidata presidencial del Frente político opositor, sobre la destrucción del patrimonio arqueológico consentido por el Instituto.
Su respuesta menciona que desde julio de 2020, el INAH instrumenta con el Proyecto U Lu’umil Maaya Wíiniko’ob un «análisis regional del sureste mesoamericano. Proyecto marco de salvamento arqueológico Tren Maya» en los cinco estados de la península.
Este incluye «directrices para la atención institucional del patrimonio», «un protocolo para el diagnóstico de posibles afectaciones, el manejo de datos y la realización de acciones específicas para explorar, recuperar, conservar y proteger los monumentos arqueológicos ubicados en el derecho de vía y obras adyacentes al Tren Maya».
Asegura que las medidas y adecuaciones al proyecto de obra evitan «afectaciones al legado de los grupos humanos que han habitado la Península de Yucatán a lo largo del tiempo», e incluyen desvíos al trazo original, reenterramientos, muros de contención y áreas de reserva de investigación en Paamul ll, Ocho Balas, Cueva de Manitas y Caverna Garra de Jaguar.
Explicó que el INAH «ha sugerido medidas estructurales para prevenir impactos que supongan daños o alteraciones a cavernas o rasgos kársticos con presencia de ocupación arqueológica», así como el registro, investigación y salvaguarda del patrimonio· paleontológico, arqueológico e histórico en las aguas interiores y continentales según normativa de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de 2001.
En cuevas, cenotes y alrededores del Tramo 5 sur de la vía, añadió, se han prospectado 41 rasgos naturales, se cartografió la zona, se registraron unos 500 monumentos muebles e inmuebles y se verificó en sitio la conservación de la cueva que la precandidata señaló había colapsado y fue rellenada.
La cueva ‘Dama Blanca’, añadió, «fue debidamente identificada y registrada durante las tareas de prospección del Proyecto de Salvamento Arqueológico en febrero de 2022».
Por su parte, el Consejo de arqueología del INAH declaró en el comunicado del 17 de agosto de 2023: “(…) resulta falso que exista saqueo o destrucción del patrimonio en el Proyecto de Salvamento Tren Maya pues, precisamente un proyecto de salvamento evita la pérdida de nuestra memoria arqueológica”.
Los trabajos del INAH en el marco de esta mega obra, concentrados en las facilidades al turismo en las zonas arqueológicas indicadas en los informes de gobierno, sin embargo, no detallan la atención requerida en los pronunciamientos de los especialistas y organizaciones sociales.
Las obras del Tren Maya han entrado en su fase final, y a pocos días de su inauguración parcial, anunciada para el 15 de diciembre, los trabajos del INAH en el marco de esta mega obra están concentrados en las aperturas de nuevas áreas de visita, como las de Palenque y Chichén Itzá, asi como mejoras a las áreas de recepción de visitantes, en las zonas arqueológicas indicadas en los informes de gobierno.
Mientras tanto, la protección de los sitios arqueológicos y paleontológicos subacuáticos y su contexto natural formado por el sistema de ríos, cenotes y cuevas subterráneas, se mantiene en las situaciones expuestas por los especialistas.
Las protestas y llamamientos de algunos de ellos se han ido apagando en los espacios públicos, en contraste con la amplia difusión gubernamental y en los medios que anuncian los avances, terminación y apertura de obras, instalaciones e infraestructuras acompañantes, como el aeropuerto Tulum, inaugurado el pasado 1 de diciembre.
Pero otros continúan exponiendo las amenazas y destrucción que a su paso va dejando la obra que este 15 de diciembre será inaugurada por el presidente. Como parte de ello proyectarán el día de la inauguración de la mega obra el documental «El Tren y la Península», entre otras acciones anunciadas.
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