Zheng Aixin lo tenía todo. Era una conocida artista, experta en pintura al óleo y caligrafía, mientras que su esposo, Li Zhengtian, era un filósofo, diseñador y galardonado pintor y profesor de arte.
La pareja disfrutaba de fama y reconocimiento y vivía una vida cómoda en Zhuhai, una ciudad costera al sur de China.
Pero esa vida llegó a su fin cuando Zheng fue arrestada por practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), una antigua disciplina espiritual basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, pero que fue marcada como objetivo de eliminación por parte del régimen chino desde julio de 1999.
Primero fue arrestada en marzo de 2001 y enviada a un centro de lavado de cerebro, donde fue torturada. Poco después fue enviada a un campo de trabajo forzado por un año.
Fue liberada el siguiente abril, pero debido a que se negó a dejar de practicar Falun Dafa, las autoridades la transfirieron a otro centro de lavado de cerebro. Dado que aún persistía en sus creencias, fue enviada nuevamente al mismo campo de trabajo forzado por otros dos años.
Según Minghui.org, otros adherentes de Falun Dafa que fueron encarcelados al mismo tiempo que Zheng la recuerdan como una mujer bella y elegante con un temperamento gentil. Pero esta talentosa artista fue humillada y brutalmente torturada en el campo de trabajo forzado.
Puesto que continuó negándose a dejar de practicar Falun Dafa, fue señalada para recibir un trato aún más severo. Fue constantemente monitoreada y privada del sueño, la colocaron en confinamiento solitario, sin poder bañarse, y la golpeaban con un zapato de taco alto.
En 2003, su esposo fue entrevistado por la prensa luego de ganar el primer lugar en una competencia internacional de diseño creativo en Japón. Él aprovechó la oportunidad para pedir la libertad de Zheng.
Dijo a los reporteros que sus salud se estaba deteriorando y que necesitaba a su esposa para que lo cuide. No mucho después, en abril de 2004, Zheng fue liberada antes de que termine su condena.
Sin paz
Pero los problemas de Zheng no habían acabado para nada. Luego de ser liberada, la pareja fue puesta bajo vigilancia las 24 horas. No podían aparecer en televisión o ser reportados en periódicos. Tampoco podían irse del país.
A Zheng no le permitieron viajar para hacer exposiciones u otras cosas, y su teléfono estaba intervenido.
Sin la libertad para expresarse, e incapaz de vivir su vida artística al máximo, sintió una enorme presión mental y se volvió muy depresiva.
Los frecuentes arrestos y encarcelamientos de su madre, Yang Huanying, también practicante de Falun Dafa, incrementaron el dolor de Zheng. Su salud rápidamente se deterioró. En 2011, una nueva ola de arrestos de practicantes locales, muchos de los cuales ella conocía bien, contribuyó a su angustia.
Su salud continuó deteriorándose, y falleció en 2012 a la edad de 45 años.
El calvario de la madre de Zheng
La madre de Zheng también sufrió un infierno debido a la campaña de persecución.
Entre septiembre del año 2000 y septiembre del 2003, Yang fue repetidamente detenida en centros de lavado de cerebro, centros de rehabilitación de drogas y centros de detención, por períodos que iban de dos semanas a un año.
Fue sentenciada a 18 meses de trabajo forzado en marzo de 2005. Fue obligada a ver vídeos difamatorios de Falun Dafa durante cinco meses seguidos. La privaban del sueño y la obligaban a pararse en el sol ardiente durante tres horas.
Un año después de ser liberada, Yang fue arrestada de nuevo y condenada ilegalmente en mayo de 2007 a otros 18 meses de trabajo forzado. Era vigilada por criminales drogadictos que la insultaban. Los guardias se turnaban para presionarla para que renuncie a Falun Dafa.
Cuando se rehusó a renunciar a su fe, fue obligada a pararse por largas horas. Sus piernas se hinchaban y perdió mucho peso. No podía cuidarse a sí misma y tenía que ser cargada hasta el baño.
Luego de que Yang fuera liberada en octubre de 2008, una vez que recuperó su salud, se fue de su hogar para evitar ser arrestada otra vez.
En 2015, en el tercer aniversario de la muerte de su hija, Yang presentó una demanda contra Jiang Zemin, el exjefe del Partido Comunista Chino que lanzó la campaña de persecución en 1999, la cual causó tanto sufrimiento a los practicantes de Falun Dafa y sus familias.
Yang dijo que la persecución causó la muerte de su hija. Concluyó en su carta de queja: «Solía tener una familia feliz -un esposo que me amaba y cuatro hijos que me trataban bien. Podría haber pasado mi vejez en compañía de cinco nietos».
«Pero debido a que practico Falun Dafa, mi hija murió y mi familia fue destrozada».
20 años de persecución a Falun Dafa
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