Luego de que una mujer se cayera de su bicicleta, llamaron a la policía para que la asistieran, pero en cambio, la arrestaron por llevar materiales relacionados con su fe. La mujer fue detenida y luego transferida a un hospital mental donde se la forzó a tomar drogas que le causaron alucinaciones persistentes, según informa Minghui.org, un sitio web que documenta la persecución a Falun Dafa en China.
La mujer, llamada Yu Qionghua, estaba andando en bicicleta el 5 de mayo en la ciudad de Kunming, capital de la provincia de Yunnan en el sudoeste de China. Llevaba consigo materiales sobre la disciplina espiritual de meditación conocida como Falun Dafa o Falun Gong, un sistema de creencia pacífico que se enfoca en el automejoramiento y enseña a seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en todos los aspectos de la vida.
Yu se cayó de su bicicleta y los transeúntes llamaron a la policía para que la ayudaran. Pero cuando llegó la policía, vieron que tenía folletos sobre Falun Dafa. En vez de ayudarla, la arrestaron. Estuvo detenida dos semanas, luego fue transferida a un hospital mental donde la forzaron a tomar drogas.
El régimen chino prohibió la práctica y la creencia en Falun Dafa desde que comenzó la brutal represión contra la disciplina en 1999. Los practicantes han sufrido 20 años de persecución bajo el Partido Comunista Chino (PCCh).
Rescate policial termina en persecución
Minghui.org describe a Yu como una mujer de 51 años, de talla pequeña y frágil. En la noche del 5 de mayo, estaba andando en bicicleta en la ciudad Kunming, pero se cayó. Cuando la policía llegó para ayudarla, encontraron que tenía materiales en su bolsa que contaban sobre las atrocidades del PCCh contra practicantes de Falun Dafa.
En vez de llevarla al hospital, la policía la llevó directamente a un centro de detención.
El 6 de mayo, la policía llevó a Yu a su casa, pero no para dejarla ahí. Según Minghui.org, cuando la madre de Yu, de 79 años, respondió a la puerta, les preguntó: «¿Por qué nos están saqueando? No tenemos nada».
La policía le contó a la madre de Yu que estaban buscando los materiales que le habían encontrado a su hija. Sin embargo, luego de registrar ilegalmente la casa, no encontraron nada, y se llevaron a Yu una vez más.
Más tarde ese mismo día, una oficial de policía amenazó a los padres de Yu con una notificación de que su hija permanecería detenida por tres o cuatro años. El padre de Yu, de 92 años, no pudo comer por varios días luego de enterarse de la noticia.
Para empeorar las cosas, Yu era el único familiar que cuidaba de sus ancianos padres.
Drogas y confinamiento: Castigo por tener fe
El 11 de mayo, la madre de Yu, con la ayuda de otros familiares, comenzó a exigir que la policía libere a Yu de la custodia. La policía dio la excusa de que no tenían permitido liberar directamente a individuos detenidos, y dijo que si los familiares estaban de acuerdo con enviar a Yu a un hospital mental por una semana, sería regresada a la familia, dice el informe.
Los familiares dijeron que Yu no tenía enfermedades mentales y que no había razón para enviarla allí. Sin embargo, la policía respondió que si no acataban, Yu permanecería detenida. Bajo esas condiciones, los familiares accedieron a la coerción policial, y acordaron enviar a Yu a un hospital mental.
Mientras Yu estaba en el centro de detención, estuvo encadenada permanentemente por las muñecas y tobillos. Al mismo tiempo, fue forzada a consumir drogas desconocidas, dice el informe.
Luego de que Yu fue enviada a su casa, sus dos manos quedaron entumecidas permanentemente. Tenía dificultad para mantenerse consciente, y dormía todo el día. Cuando se despertaba, decía constantemente que se tenía que mudar de la casa y vivir en otro lado. Todos estos síntomas son producto de la persecución del PCCh contra Yu.
***
Descubre a continuación
El alto precio de contar la verdad en China hoy
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.