La Gran Época se enorgullece de republicar “Una perversa persecución sin precedentes: Un genocidio contra lo bueno de la humanidad” (eds. Dr. Torsten Trey y Theresa Chu. 2016. Clear Insight Publishing). El libro ayuda a entender la sustracción forzada de órganos en China al explicar la raíz de esta atrocidad: el genocidio cometido por el régimen chino contra los practicantes de Falun Dafa.
Desde un principio, la persecución a Falun Dafa por el Partido Comunista Chino (PCCh) no actuó como una implementación de la ley, sino como una campaña política para perseguir creencias espirituales. En el centro de esta campaña política está el objetivo de “transformar” las creencias espirituales profundas a través de una intensa tortura psicológica o lavado de cerebro.
La orden de transformar a través del lavado de cerebro vino del nivel más alto
Dentro de los 20 días posteriores al inicio de la persecución el 20 de julio de 1999, el Comité Central del PCCh emitió dos documentos apuntando a los practicantes de Falun Dafa que también eran miembros del PCCh para el lavado de cerebro (1). El 24 de agosto de 1999, un tercer documento, emitido conjuntamente por la Oficina General de la Central del PCCh y la Oficina General del Consejo de Estado, amplió el uso del lavado de cerebro a todos los practicantes de Falun Dafa. Elevó la importancia de tal lavado de cerebro como una “medida importante para la efectividad y la victoria de esta lucha (contra Falun Dafa)”.
Los tres documentos estipulaban que, “si uno no llega a la ‘comprensión correcta’, es decir, renunciar a la creencia en ‘verdad, benevolencia, tolerancia’ –los principios básicos de Falun Dafa– uno no puede ser ‘liberado’ incluso si esta persona solo buscaba estar en buen estado físico [mediante la práctica]”.
El director del “Grupo Líder del Comité Central del PCCh para el Manejo de los Asuntos de Falun Gong” estuvo y sigue estando directamente a cargo de llevar a cabo el lavado de cerebro.
Luo Gan, entonces subdirector y luego director del grupo líder, pronunció discursos enfocados en el lavado de cerebro y promovió enérgicamente la denominada “experiencia de Masanjia [un campo de trabajo forzado]” (2). En septiembre de 2000, la Oficina 610 Central del PCCh –una agencia secreta creada con el único propósito de perseguir a los practicantes de Falun Dafa– estableció el equipo de “trabajo de educación y transformación (dirección y coordinación)” para centrarse en las actividades de lavado de cerebro a nivel nacional. El equipo estaba encabezado por Li Dongsheng, entonces subdirector de la Oficina 610 Central del PCCh. En septiembre de 2009, Li se convirtió en director de la Oficina 610 Central del PCCh y permaneció en ese cargo hasta diciembre de 2013, cuando fue purgado e investigado por una grave violación legal.
Estándares de transformación
La transformación a través del lavado de cerebro no significa simplemente abandonar la práctica. Los primeros estándares de transformación aparecieron en la Notificación de las “Dos Oficinas” el 24 de agosto de 1999 (3). Luego, el Campo de Trabajo Forzado de Masanjia creó una serie de estándares. El jefe de la Oficina 610 Central del PCCh, Wang Maolin, presentó estos estándares en la “Reunión de intercambio y reconocimiento del trabajo de educación y transformación del Ministerio de Justicia» celebrada el 29 de agosto de 2000. Hay cinco estándares a los cuales los practicantes de Falun Dafa deben adherirse: renunciar a la práctica, escribir la declaración de arrepentimiento, entregar todos los libros y materiales de Falun Dafa, escribir testimonios contra Falun Dafa y el fundador, y transformar a otros practicantes.
Si alguien no cumple con el estándar, no se le considera transformado. La transformación es el camino que conduce a la clemencia, a la reducción de la condena, al cumplimiento de la condena fuera de la prisión o del campo de trabajo y a ser liberado antes de cumplir la condena completa (4). Es decir, la reeducación a través del trabajo no tenía nada que ver con “acciones ilegales”, sino que se enfocaba completamente en las creencias espirituales de la persona. En septiembre de 2000, la Oficina 610 Central del PCCh promulgó oficialmente los estándares de transformación de Masanjia para todo el país. (5)
Las deficiencias en la ideología conducen inevitablemente a la violencia
El sistema de castigo del PCCh es diferente al de los países democráticos debido al elemento de “reforma del pensamiento”. Sin embargo, el lavado de cerebro de los practicantes de Falun Dafa difiere de las reformas del pensamiento de las persecuciones políticas llevadas a cabo a lo largo de la historia del régimen del PCCh, tanto en cuanto a los métodos utilizados por los perpetradores como al impacto de tales métodos en sus víctimas.
La ideología del PCCh fue construida como un híbrido del marxismo-leninismo combinado con las teorías de Mao. En los primeros años del régimen, debido a los residuos de la “victoriosa” Revolución, la ideología del PCCh todavía tenía el poder de engañar e intimidar al mismo tiempo. La mayoría de las personas que estaban siendo reformadas no tenían un sofisticado sistema de creencias propio y por lo tanto aceptaron pasivamente la nueva doctrina; muchos otros tenían ilusiones acerca del PCCh, por lo tanto trataron de persuadirse de ser reformados, aunque no fue por su libre albedrío.
Falun Dafa, sin embargo, es totalmente diferente. Arraigado en la cultura tradicional china, ofrece un conjunto completamente diferente de valores y cosmovisión; los practicantes se benefician de esta cultivación tanto mental como físicamente, por lo que no se verán influenciados y confundidos por la propaganda del PCCh.
Por otra parte, mientras que la práctica del comunismo ya fracasó en todo el mundo, el PCCh perdió gran parte de su ideología primitiva, convirtiéndose en una entidad impulsada por sus propios intereses. Con poca capacidad para capturar los corazones del pueblo chino, el PCCh recurrió a reformas violentas, como el lavado de cerebro, para mantener su poder. Los funcionarios del partido creyeron que podrían aplastar al movimiento de Falun Dafa en pocos días, pero la fortaleza moral y el coraje de los practicantes demostraron ser demasiado poderosos.
Las ubicaciones y los perpetradores del lavado de cerebro
Las cuotas de transformación se otorgan a las prisiones, campos de trabajo, centros de lavado de cerebro, unidades de trabajo y vecindarios. Se asigna personal específico para llevar a cabo el trabajo de la transformación. Los campos de trabajo fueron la primera opción del PCCh como lugares de transformación.
El 29 de octubre de 1999, el campo de trabajo forzado de Masanjia (formalmente Campo de Reeducación Mediante el Trabajo de Masanjia) ubicado en Shenyang, provincia de Liaoning, estableció la “Brigada de Mujeres N° 2” para albergar a los practicantes de Falun Dafa (6). Se trata del sitio más infame de la persecución a Falun Dafa.
Desde el principio, el Campo de Trabajo de Masanjia fue seleccionado por la Oficina Central 610 del PCCh para llevar a cabo pruebas de lavado de cerebro. Las técnicas y manipulaciones abusivas practicadas en Masanjia fueron promovidas después por toda China. Según el exdirector del Buró Municipal de Justicia de Shenyang, Han Guangsheng, Masanjia solo tiene una herramienta para lavar el cerebro: el bastón eléctrico (7). En realidad, Masanjia implementó varias decenas de métodos de tortura contra los practicantes de Falun Dafa.
Beijing es un buen ejemplo. Según la cobertura de la prensa, la ciudad se vio “enfrentada a tremendas dificultades y reveses en su trabajo para transformar a los practicantes de Falun Gong”. Finalmente, fue el Buró de Reeducación a través del Trabajo de Beijing el que “encontró la manera de superar las dificultades”.
El Buró de Reeducación a través del Trabajo de Beijing recibió el más alto honor del Ministerio de Justicia por sus técnicas de lavado de cerebro. Se convirtió en la “unidad avanzada en el trabajo anti Falun Gong” en Beijing. La mayoría de los guardias en el sistema de trabajo forzado de China no están entrenados para hacer un trabajo ideológico. ¿Cómo podrían los guardias menos calificados resolver el problema con el que fracasaron todos los funcionarios del Partido y los profesionales de la ideología?
Wang Maolin, jefe de la Oficina Central 610 del PCCh, ofreció una explicación realista del éxito de Beijing: una gestión estricta, un entorno aislado y la “naturaleza contundente del sistema de reeducación a través de trabajo” (8). Los que están familiarizados con la situación en los campos de trabajo de China y con la terminología del PCCh entienden que esto último se refiere a la violencia y la tortura.
Dado que el aislamiento, la violencia y la tortura en los campos de trabajo forzado no podían aplicarse directamente en la sociedad, en el año 2000, la Oficina Central 610 del PCCh comenzó a promover “sesiones de estudio” en lugares igualmente apartados. En 2001, a estas sesiones se les dio la nueva denominación de “Centros de Educación Legal”, es decir, centros de lavado de cerebro, y fueron altamente promovidos en todo el país. (9)
Estos Centros de Educación Legal son como prisiones y campos de trabajo, pero son establecidos por autoridades locales que no pertenecen a las fuerzas del orden. Cabe señalar que en más de diez años, se establecieron más de 400 centros de lavado de cerebro en todo el país. Aunque no pertenecen a ningún gobierno ni a ninguna agencia policial, tampoco forman parte de ninguna organización civil. No tienen legalidad y no están registrados en ninguna parte. Ni el Partido ni el Estado han expedido documentos para definir su afiliación y misión. Como resultado, sin estar sujetos a ninguna supervisión o regulación legal, el personal de estos centros educativos extrajudiciales arresta, detiene, tortura e incluso mata libremente y a voluntad.
Además de los principales centros de lavado de cerebro mencionados anteriormente, es decir, los campos de trabajo forzado y los centros de lavado de cerebro, los funcionarios del PCCh en todos los niveles realizan activamente el lavado de cerebro dentro de la sociedad en general. El distrito de Chaoyang, en Beijing, contó en un momento con 720 equipos de “asistentes de educación”. Además, bajo la planificación de la Central del PCCh, las empresas corporativas, la Unión de Mujeres, la Liga Juvenil Comunista, las comunidades científicas, los académicos y los educadores han participado en el lavado de cerebro de los practicantes de Falun Dafa de una manera u otra.
Se observa evidencia de lavado de cerebro en toda la persecución
El primer registro de lavado de cerebro ocurrió antes de que comenzara la persecución nacional en julio de 1999. Después de la apelación pacífica del 25 de abril de 1999 en Beijing por parte de los practicantes de Falun Dafa, los funcionarios de más alto rango del PCCh se prepararon frenéticamente para la represión. El exdirector del Hospital 301 del Ejército Popular de Liberación, Li Qihua, escribió una carta sobre cómo se había beneficiado mental y físicamente de la práctica de Falun Dafa y lo beneficioso que podría ser para el país y el pueblo de China. La carta se titulaba “La comprensión superficial de Falun Gong por un veterano miembro del Ejército Rojo y del PCCh”. Al leer esta carta, el entonces vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC) del PCCh, Zhang Wannian, informó inmediatamente a Jiang Zemin. Jiang luego escribió una larga carta al Politburó, la Secretaría y la cúpula de la CMC. (10)
En los días siguientes, Zhang comenzó a enviar oficiales a hablar con Li Qihua diariamente. Intentaron hacer que Li renunciara a su creencia en Falun Dafa agotándolo con conversaciones interminables. Al final, incluso inventaron un informe de «arrepentimiento» (11). La carta que Jiang envió antes se convirtió en un documento oficial emitido por la Oficina del Comité Central del PCCh (No.[1999]19) el 23 de mayo. El documento detallaba la transformación de los practicantes de Falun Dafa que también eran miembros del PCCh. (12)
La Oficina Central 610 del PCCh emitió los “Puntos para implementar en la batalla de la educación y la transformación” en septiembre de 2000, para llevar a cabo la transformación de todos los practicantes de Falun Dafa en todo el país. (13)
Desde entonces, el lavado de cerebro se convirtió en la tarea diaria más importante para todos los niveles de los Comités del PCCh. La provincia de Hebei, una de las regiones donde se concentra el lavado de cerebro, gastó 15 millones de yuan en 2001 para establecer centros de lavado de cerebro en once municipios y varios condados. (14)
El 25 de abril de 2001, el Departamento de Organización del PCCh emitió un documento detallando las experiencias en la lucha contra Falun Dafa por parte del Campo de Trabajo de Masanjia, el Buró de Reeducación a través del Trabajo de Beijing y el Comité del PCCh de Qitaihe (provincia de Heilongjiang). El documento se centraba en la transformación. (15)
Además, la Oficina Central 610 del PCCh también organizó campañas especiales. En 2010, comenzó un “Plan general de trabajo de batalla para el ataque y la consolidación de la transformación mediante la reeducación 2010-2012”, que desencadenó una nueva ronda de lavado de cerebro de los practicantes de Falun Dafa en todo el país. (16)
Cuando la batalla de tres años terminó, la Oficina Central 610 inmediatamente comenzó otra para los próximos tres años. De las metas fijadas para esa ronda, se puede ver que la lucha del PCCh contra Falun Dafa ya había fracasado. Por ejemplo, una región se fijó la meta que “para finales de 2015, los que ya están ‘transformados’ se mantendrán transformados”. Otro objetivo era asegurar que “durante el período de la batalla final no debería haber nuevos miembros de Falun Gong”.
La inmoralidad del lavado de cerebro
Para los funcionarios del Partido y del Estado en varios niveles, la transformación de los practicantes de Falun Dafa es obligatoria y está directamente relacionada con su desempeño. Para alcanzar sus objetivos, el método más comúnmente utilizado es organizar a muchas personas para que apunten a una sola víctima. Este método fue sugerido en la Notificación de las “Dos oficinas” en agosto de 1999. La Notificación dice: “se debería usar el método ‘1 contra 1, más contra 1’”.
La oficina del barrio Chuncheng del distrito de Lvyuan, en la ciudad de Changchun en la provincia de Liaoning, implementó el método “6 contra 1” movilizando a un funcionario del barrio, a un funcionario regular, al secretario de la oficina del barrio, a un oficial de policía, a un familiar y a un compañero de trabajo para obligar a un practicante de Falun Dafa a transformarse. Una empresa afiliada al Grupo de Acero y Hierro de Tonghua de la provincia de Jilin estableció el récord de “20 contra 1.”(17)
El número de practicantes de Falun Dafa en una región se usa como número base para calcular la tasa de transformación. Los que están en los campos de trabajo forzado no están incluidos en el número base. Por lo tanto, para alcanzar la tasa de transformación, algunas regiones envían a practicantes que se niegan a abandonar la práctica a campos de trabajo o los sentencian a prisión.
El 17 de enero de 2001, Liu Yan, practicante de Falun Dafa del condado de Qingan, provincia de Heilongjiang, fue capturado y golpeado severamente antes de ser enviado al Campo de Trabajo Forzado de Huaihua por un año y medio. Al principio, el campo de trabajo se negó a aceptar a Liu, que estaba gravemente herido. La policía tuvo que “persuadir» al campo de trabajo para que lo aceptara. El 21 de julio de 2002, Liu Yan fue perseguido hasta la muerte.
A fin de alcanzar la tasa de transformación, el secretario Li Yumei, del Comité del PCCh en Laiwu, provincia de Shandong, sobornaba y coaccionaba a los campos de trabajo para que aceptaran a los practicantes de Falun Dafa que se negaban a abandonar la práctica y que de otra manera no serían aceptados en los campos debido a sus condiciones físicas. Es bastante común que los funcionarios sobornen al campo de trabajo para que acepte a los practicantes de Falun Dafa a fin de cumplir con la tasa de transformación.
Debido a que los centros de lavado de cerebro, los campos de trabajo y las prisiones deben cumplir con la tasa de transformación, todos ellos recurren a métodos de tortura para cumplir con sus cuotas.
En efecto, en la historia de China hubo tiranías, castigos colectivos, a veces incluso castigos mediante el exterminio familiar, pero nadie obligó a los familiares a matarse unos a otros ni se obligó a nadie a traicionar a su maestro por su propio interés. La cultura tradicional china enseña a respetar al maestro, de ahí el dicho “Maestro por un día, padre por toda una vida”. Se considera que los estudiantes con el mismo maestro pertenecen a la misma familia.
Sin embargo, las tácticas de transformación usadas contra los practicantes de Falun Dafa están forzando a la persona no solo a vender a su maestro y a sus compañeros, sino también a autoincriminarse. En esencia, la transformación es el exterminio de la propia conciencia y alma. Aquellos que se niegan a ser transformados son sometidos constantemente a diversos métodos de tortura. Obligar a un ser humano, mediante la tortura, nada menos, a abandonar una práctica de cultivación que mejora su naturaleza espiritual y moral, es un verdadero crimen y un acto de vergüenza para cualquier sociedad civilizada.
La violencia y el lavado de cerebro surgieron durante los primeros años de la persecución. Un alto funcionario del PCCh reveló al Washington Post que la primera etapa de la persecución no tuvo ningún éxito hasta que se encontró un “método efectivo” en 2001. Este método efectivo incluye tres aspectos: violencia, propaganda de alta presión y clases de lavado de cerebro. La campaña contra Falun Dafa solo funcionó cuando se utilizaron los tres aspectos, con el mayor énfasis puesto en las clases de lavado de cerebro.
Sin embargo, no fue solo el lavado de cerebro de los practicantes de Falun Dafa lo que se utilizó en el intento de extinguir al grupo. El público también necesitaba ser engañado y coaccionado para que creyera que Falun Dafa era peligroso a fin de obtener apoyo por las acciones ilegales perpetradas por el PCCh. La primera gran maniobra de propaganda fue la puesta en escena de una autoinmolación de personas que falsamente fueron identificadas como practicantes de Falun Dafa en la Plaza de Tiananmen el 23 de enero de 2001. La violencia y el lavado de cerebro se convirtieron en una política que debía aplicarse sistemáticamente.
En un clima de intensa propaganda, la imagen del cuerpo “quemado” de Liu Siying, de 12 años de edad, y el video de personas falsamente identificadas como practicantes de Falun Dafa diciendo que ascenderían al Cielo después de la autoinmolación, fueron transmitidos continuamente durante días y días. Fue después de este acontecimiento montado que la violencia y el lavado de cerebro se convirtieron en una política que debía aplicarse sistemáticamente. Cuando se engañó a la gente para que creyera en las mentiras del PCCh, la legitimidad del lavado de cerebro violento entonces estuvo asegurada. (18)
Zhang Yijie, practicante de Falun Dafa, trabajaba en el Ministerio de Comercio Exterior y Cooperación Económica, ahora llamado Ministerio de Comercio. Zhang fue enviada al Campo de Trabajo de Mujeres de Beijing y estuvo recluida en régimen de aislamiento durante un largo período de tiempo porque se negó a abandonar su práctica. (19) En varias ocasiones, fue encerrada en una pequeña habitación oscura durante varios días consecutivos. La primera vez que fue recluida, Zhang fue privada del sueño durante 18 días y noches. La segunda vez, para hacerla firmar una “Declaración de Arrepentimiento” (documento que prueba que los practicantes han renunciado a su práctica expresando remordimiento por practicar Falun Dafa, renunciando a la práctica y garantizando que nunca se reunirán con otros practicantes o irán a Beijing para apelar a favor de la práctica), los guardias la obligaron a permanecer de pie durante 42 días y noches. Además, Zhang fue sometida a restricciones de alimentos y agua, privación del sueño, uso limitado del baño y otras formas de tortura. Al final, Zhang estaba casi ciega, apenas podía hablar y su cabello se volvió blanco. Pero nunca dejó de creer en Falun Dafa.
Los informes oficiales de los medios de comunicación del PCCh confirman el uso generalizado de la tortura para lavar el cerebro de los practicantes. Un sitio web del Buró de Justicia de Beijing informó cómo una practicante de Falun Dafa fue transformada en el Campo de Trabajo de Mujeres de Beijing: “Después de 16 días y noches de trabajo sin parar, Du finalmente escribió la declaración de abandonar la práctica [de Falun Gong]”.
La naturaleza inhumana de los métodos de transformación usados contra los practicantes de Falun Dafa queda clara en la participación forzada de los familiares de los practicantes. En la conferencia de prensa del 27 de febrero de 2001 de la Oficina de Información del Consejo de Estado, Liu Jing, entonces director de la Oficina Central 610 del PCCh, ofreció un ejemplo escalofriante de una mujer en la provincia de Shandong que “voluntariamente” envió a su marido al infame Campo de Trabajo Forzado de Masanjia, ¡y supuestamente suplicó a los guardias para que “ayudaran” a su propio marido!
Lin Chengtao era investigador asistente en la Facultad de Medicina de la Unión de Beijing del Instituto de Ciencias Médicas Básicas de la Universidad de Medicina de China. Lin fue uno de los principales investigadores del “Plan 863” y del proyecto de la Junta Médica de China. En octubre de 2001, Lin fue enviado al campo de trabajo Tuanhe de Beijing por negarse a renunciar a Falun Dafa. Lin fue sometido a muchos tipos de tortura, incluidos castigos corporales, lavado de cerebro en repetidas ocasiones, confinamiento solitario y electrocución con tres porras eléctricas de 30.000 voltios al mismo tiempo. Todo esto no le hizo renunciar a su creencia en Falun Dafa. A finales de 2001, la esposa de Lin, que fue transformada por el Campo de Trabajo (de Mujeres) Xin’an de Beijing, escribió una carta al Campo de Trabajo de Tuanhe sugiriendo que usaran porras eléctricas, golpizas, tormento mental y privación del sueño para forzar a su esposo a transformarse. Lin fue forzado a leer repetidamente la carta de su esposa hasta que, al final, no pudo soportar tal tortura mental y “se volvió loco”. (20)
Estrictamente hablando, todos los practicantes de Falun Dafa que fueron perseguidos hasta la muerte murieron porque se negaron a abandonar sus creencias. Según la lista de muertes publicada por minghui.org, las estadísticas incompletas de 588 muertes en Heilongjiang, Jilin, Liaoning, Shandong y la provincia de Hebei hasta el 30 de abril de 2004, muestran que 232 personas (40%) se habían “negado a ser transformadas” como causa directa de sus muerte. Entre ellos, 213 (91,8%) fueron torturados hasta la muerte.
El PCCh requiere una tasa de transformación del 100 por ciento de todos los practicantes de Falun Dafa. Esta política obliga a los practicantes a elegir entre renunciar a sus creencias o sufrir horrendos actos de tortura. Para un creyente firme, lo primero significa la muerte espiritual, mientras que lo segundo es probable que lleve a la muerte física. Por lo tanto, el lavado de cerebro es la exterminación deliberada de Falun Dafa.
El lavado de cerebro impulsa el colapso de la moralidad
La primera persona en llevar a cabo el lavado de cerebro en el sistema de campos de trabajo forzado fue Zhou Kaidong, exdirector del Buró de Reeducación a través del Trabajo de Beijing. Más tarde, Zhou fue condenado a 15 años de prisión por aceptar sobornos.
No se trata de un caso aislado, sino de un fenómeno muy común. Las recientes sacudidas entre los altos funcionarios del PCCh implican a todos los que han desempeñado un papel clave en ordenar e intensificar la persecución. La corrupción impregna todos los estratos del régimen, desde Jiang Zemin, pasando por Zhou Yongkang, exdirector del Comité de Asuntos Políticos y Legales, hasta Li Dongsheng, exdirector de la Oficina Central 610 del PCCh. No es de extrañar, en palabras de Wang Lijun, exdirector de seguridad pública y vicealcalde de Chongqing, que quieran “cazar y matar a todos” los practicantes de Falun Dafa que siguen los principios de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”.
El PCCh intenta utilizar a individuos moralmente depravados para transformar a los practicantes de Falun Dafa –que solo aspiran a ser personas buenas y benevolentes– en cáscaras corruptas y vacías, como el mismo PCCh. Cada año, el PCCh recompensa a aquellos que intensifican activamente la persecución. Al honrar a aquellos que usan la manipulación violenta contra la gente buena, el PCCh está forzando al pueblo chino a vivir dentro de un sistema de valores completamente invertido respecto a lo que es correcto e incorrecto.
***
[1] Carta de Li Lanqing a la “Conferencia de intercambio de experiencias y reconocimiento del Ministerio de Justicia de Reeducación y Transformación”. (29 de agosto de 2000).
2] Discurso de Luo Gan en la “Conferencia de intercambio de experiencias y reconocimiento de reeducación y transformación del Ministerio de Justicia” (29 de agosto de 2000).
3] El Diario del Pueblo, 25 de agosto de 1999, página 4. Notificación de la Oficina del Comité Central del PCCh y de la Oficina del Consejo Estatal para Mejorar la Educación y la Transformación de Falun Gong; http://www.peopledaily.com.cn/rmrb/199908/25/newfiles/wzb_19990825001026_4.html
4] Discurso de Wang Maolin en la “Conferencia de Intercambio de Experiencias y Reconocimiento de Reeducación y Transformación del Ministerio de Justicia” (29 de agosto de 2000).
5] Opiniones del equipo de la Oficina de Liderazgo Central sobre el Manejo de los Asuntos de Falun Dafa sobre la Instigación de la Campaña de Reeducación, Transformación y Represión (22 de septiembre de 2000).
6] sina.com, 15 de junio de 2001, “Sobre la directora Su Jing de la Brigada N° 2 del campo de trabajo de Mujeres de Masanjia”.
7] minghui.org, 4 de julio de 2005, Exdirector del Buró de Justicia de Shenyang, exponiendo los secretos de la Oficina 610; http://www.minghui.org/mh/articles/2005/7/4/105408.html
8] Discurso de Wang Maolin en la “Conferencia de Intercambio de Experiencias y Reconocimiento de Reeducación y Transformación del Ministerio de Justicia” (29 de agosto de 2000).
9] Opiniones del equipo de la Oficina de Liderazgo Central sobre el Manejo de los Asuntos de Falun Gong sobre la Instigación de la Campaña de Reeducación, Transformación y Represión (9 de abril de 2001).
10] Biografía de Zhang Wannian
11] minghui.org, La Verdad detrás de la declaración autocriminatoria de Li Qihua del Diario del Pueblo http://package.minghui.org/zhenxiang_ziliao/ziliao_huibian/fake_ report/2_24.html
12] Notificación de la Oficina Provincial del PCCh de Hebei [1999 No.21] para cumplir con la Notificación de la Oficina Central del PCCh [1999 No.19].
13] Opiniones del equipo de la Oficina de Liderazgo Central sobre el Manejo de los Asuntos de Falun Gong sobre la Instigación de la Campaña de Reeducación, Transformación y Represión (22 de septiembre de 2000).
14] Documento de la Oficina Provincial del PCCh de Hebei [2002 No.5]
15] Documento del Departamento de Organización Central del PCCh sobre las experiencias en la lucha contra Falun Gong por el Campo de Trabajo de Masanjia, el Buró de Reeducación a través del Trabajo de Beijing y el Comité del PCCh de la ciudad de Qitaihe, 25 de abril de 2001.
16] Informe Anual del CECC 2011. http://www.cecc.gov/publications/annual-reports/2011-annual-report
17] Todas las referencias en esta sección provienen del informe en www.zhuichaguoji.org/node/123
18] La tortura está quebrando Falun Gong; China está erradicando sistemáticamente al grupo: John Pomfret y Philip P. Pan. The Washington Post. Washington, D.C.: 5 de agosto de 2001. pg. A.01
19] minghui.org, Registro de persecución de Zhang Yijie por el PCCh; http://www.minghui.org/mh/articles/2008/9/3/185228.html
20] minghui.org, 1 de enero de 2003, “El implacable lavado de cerebro creó una tragedia: un joven académico enloqueció, a su esposa le lavaron el cerebro y quería torturar al marido”; http://www.minghui.org/mh/articles/2003/1/1/42004.html
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