A partir del 1 de abril, Twitter empezará a «retirar» las marcas de verificación azules a todos los usuarios de la plataforma.
La compañía, propiedad de Elon Musk, anunció la medida en Twitter el 23 de marzo, añadiendo que los usuarios que quieran conservar sus marcas azules, o insignias de verificación, deberán suscribirse al plan de pago Blue.
Es probable que la decisión no sorprenda a la mayoría, ya que Musk había posteado en diciembre que la empresa eliminaría todas las marcas azules heredadas «en unos meses» porque «la forma en que se otorgaban era corrupta y carecía de sentido».
Desde entonces, los usuarios de Twitter que tienen cuentas con la marca azul han visto un mensaje emergente que dice: «Esta cuenta es una cuenta verificada heredada. Puede o no ser destacada», cuando hacen clic en la marca de verificación.
Antes de que Musk adquiriera Twitter en octubre por 44,000 millones de dólares, Twitter entregaba gratuitamente marcas azules o insignias de verificación a cuentas de usuarios verificados, como las de famosos, políticos, funcionarios, periodistas u otras cuentas de interés público.
Sin embargo, el sistema de verificación era difícil y a menudo confuso, e implicaba que los usuarios subieran una identificación a Twitter y demostraran que su cuenta representaba o estaba asociada a «una persona o marca prominentemente reconocida».
La cuenta también tenía que estar activa, con un «historial de cumplimiento de las Normas de Twitter», y no debía haber tenido ninguna suspensión de 12 horas o 7 días por infringir las Normas de Twitter en los últimos 12 meses antes de solicitarlo. Esto excluía las apelaciones exitosas contra los bloqueos.
Una vez cumplimentado lo anterior, Twitter estudiaba la solicitud de verificación y, en caso de denegación, los usuarios recibían un breve mensaje de Twitter en el que se les informaba de que su solicitud no había tenido éxito, pero sin dar detalles del motivo.
El servicio de suscripción Blue ya es global
Muchos usuarios se habían quejado de que el proceso era a menudo difícil y complejo.
Poco después de adquirir Twitter, Musk anunció que «todo el proceso de verificación se está renovando ahora mismo».
En diciembre, la plataforma puso en marcha el modelo de suscripción Twitter Blue, que cobra a los usuarios 8 dólares al mes en Estados Unidos por la verificación, aunque es ligeramente más caro, 11 dólares al mes, para los usuarios que se registren en la aplicación para iOS, para tener en cuenta el recorte del 30% que se lleva Apple.
Con este plan, los usuarios también tienen acceso anticipado a determinadas funciones, como editar tuits y deshacerlos después de publicados. A diferencia de las normas anteriores de Twitter, las cuentas de usuario no tienen que ser destacadas, aunque las cuentas creadas hace menos de 30 días no podrán acogerse al plan de pago.
También hay disponibles marcas de verificación doradas y grises adicionales para verificar empresas y organizaciones gubernamentales o multilaterales o funcionarios gubernamentales o multilaterales, respectivamente.
Por otra parte, Twitter anunció el jueves que el servicio de suscripción Blue ya está disponible en todo el mundo. No está claro cuántos usuarios utilizan actualmente el servicio de suscripción de pago.
Los últimos anuncios se producen después de que se publicaran los resultados de una nueva evaluación independiente que muestra que el alcance de la incitación al odio en Twitter ha disminuido más de lo esperado con Musk.
Según la firma de software Sprinklr, que se asoció con la plataforma para llevar a cabo la evaluación a través de un «Modelo de Toxicidad basado en IA», los tuits de odio recibieron tres veces menos vistas, o impresiones en comparación con los tuits no tóxicos entre enero y febrero de 2023.
«El análisis de Sprinklr encontró que el discurso de odio recibe un 67 por ciento menos de impresiones por tuit que los tuits de difamación no tóxicos», escribió la firma, y agregó que «el alcance del contenido tóxico es en realidad más bajo que las propias estimaciones de Twitter de primera parte».
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