Una misión diplomática enviada por la Unión Europa (UE) viajó este jueves a Caracas para tratar de promover unas «condiciones mínimas» para que puedan celebrarse unas elecciones legislativas «democráticas» en Venezuela, ya que a día de hoy los comicios previstos para el 6 de diciembre no podrían ser reconocidos.
«Una misión de la UE está en Caracas esta semana para mantener contactos con todas las partes, incluyendo las principales fuerzas políticas, la sociedad civil, académicos, el sector privado y la iglesia», indicó a Efe una portavoz comunitaria.
Dijo que la misión tiene lugar «en el contexto de los esfuerzos por promover unas mínimas condiciones democráticas antes de las elecciones legislativas».
El envío de esta delegación se produce tras la reunión ministerial del Grupo Internacional de Contacto impulsado por la UE con países europeos y latinoamericanos que se celebró el 17 de septiembre por videoconferencia.
También sigue al Consejo de ministros de Exteriores comunitarios del pasado lunes y de acuerdo al mandato dado al alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell.
Dado que en las condiciones actuales la UE no iba a poder reconocer las elecciones del 6 de diciembre como legítimas y a la Asamblea Nacional resultante como representativa, lo que aceleraría la ruptura de Venezuela con la comunidad internacional, Bruselas lleva a cabo un último intento por mantener el diálogo para mejorar la situación sobre el terreno.
En la reunión del día 17 con el Grupo Internacional de Contacto, Borrell informó a los participantes de los trabajos llevados a cabo desde el verano con las autoridades y la oposición a fin de tratar de reunir las condiciones para celebrar unos comicios, tras lo que el grupo instó a seguir con esos esfuerzos diplomáticos.
Petición de mediación de la oposición
El llamado G4, como se conoce a los cuatro principales partidos opositores con representación en el Parlamento venezolano, había solicitado a Borrell hacer de intermediario con el régimen de Nicolás Maduro para acordar unas condiciones mínimas para que decidieran participar en las elecciones.
Entre ellas, restituir a sus líderes y que se puedan presentar todos los candidatos de la oposición.
La misión -encabezada por el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño- estará en Caracas hasta el lunes y no descarta una reunión con Maduro, además de las previstas con ministros de su régimen.
Además, se tratará de apoyar los esfuerzos del dos veces candidato a la presidencia Henrique Capriles, que sí ha negociado directamente con el régimen en favor de las recientes excarcelaciones de opositores, y se intentará mejorar las condiciones para que las elecciones sean lo más democráticas posibles.
La UE ha dejado claro que, pese a su interés por enviar una misión de observadores a los comicios, actualmente no se dan las condiciones para ello en el plazo previsto.
En todo caso, un posible aplazamiento no es visto como un fin en sí mismo, sino como una oportunidad de ganar tiempo para mejorar las condiciones, teniendo en cuenta también la situación sanitaria, ya que, según las proyecciones el pico de la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) llegará en diciembre a Venezuela.
Críticas del Partido Popular Europeo
La visita diplomática de la UE se produce tras el informe presentado este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que denunció ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas y otros abusos por parte de las autoridades venezolanas.
También tiene lugar en el contexto de la crisis humanitaria a la que se enfrenta la población venezolana.
El presidente del grupo en el Parlamento Europeo del conservador Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber, expresó a Efe su «extrema preocupación» por el envío de esta misión para «hablar con el régimen de Maduro» y lo tildó de «clandestino».
«Legitimar al dictador Maduro y darle una perspectiva de normalidad internacional en cualquier manera sería inaceptable», comentó, y aludió a los resultados del informe de la misión de la ONU sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela, que, a su juicio, deberían llevar a Maduro ante la Corte Penal Internacional en La Haya.
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