Una guerra entre China y Taiwán daría lugar a una victoria «miserable», independientemente de quién ganara, declaró a la prensa el 10 de marzo el ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng. Chiu añadió que lo mejor para ambas partes sería evitar un conflicto abierto.
«Si hay una guerra, para ser franco, todos serían miserables, incluso los vencedores», dijo Chiu.
Los comentarios se produjeron antes de que el Parlamento de Taiwán se dispusiera a debatir las implicaciones de la invasión rusa de Ucrania en su propia seguridad nacional.
Los expertos creen que el Partido Comunista Chino (PCCh) está estudiando la invasión rusa de Ucrania para informar de sus propios planes para una posible invasión de Taiwán.
Los dirigentes del PCCh afirman que Taiwán y su territorio circundante son una provincia separatista, a pesar de que la isla democrática ha sido autogobernada desde la conclusión de la Guerra Civil China en 1949.
El secretario general del PCCh, Xi Jinping, ha prometido unir la isla y el continente y no ha descartado el uso de la fuerza para ello. La situación ha provocado un temor generalizado a una guerra en el Indo-Pacífico, y los líderes militares estadounidenses han dicho que dicha invasión podría tener lugar en 2027.
El PCCh ha continuado una campaña de intimidación contra Taiwán tras la guerra de Ucrania y sigue enviando aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán casi a diario. Horas después de que Rusia invadiera Ucrania, el PCCh envió ocho aviones de combate y uno de reconocimiento por la zona.
A pesar de estos esfuerzos habituales por desmoralizar el espíritu taiwanés, Taiwán no ha informado de ningún movimiento inusual de tropas en el continente. Sin embargo, Chiu dijo que la isla sigue preparada para defenderse y para mantener su autogobierno democrático.
«Observamos los cambios con calma y estamos preparados de acuerdo con ellos», dijo Chiu.
«Hay que pensarlo bien. Todo el mundo debería evitar las guerras».
Los militares taiwaneses también han aprendido de la invasión de Ucrania y, al parecer, ya han empezado a incorporar nuevos métodos de guerra asimétrica en su planificación militar.
La evolución hacia las capacidades y tácticas de la guerra asimétrica, en la que una fuerza debe enfrentarse a otra mucho menos igualada, es un elemento esencial de la defensa nacional, y ayudaría a la isla a infligir pérdidas significativas a una fuerza invasora, independientemente de su tamaño.
Las lecciones de Ucrania son aún más importantes para Taiwán, ya que debe estar preparada para defender militarmente su territorio y su población en una situación en la que la ayuda extranjera no esté fácilmente disponible.
«Debemos defender nuestro propio país», dijo Chiu ante los legisladores el jueves.
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