Los posibles viajeros en todo el mundo están considerando posponer sus planes de vacaciones ante el descubrimiento de la nueva variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), informaron el lunes las agencias de viajes.
La nueva variante se descubrió en Sudáfrica, según el anuncio del ministro de Salud del país, Joe Phaahla, el jueves pasado.
Los científicos están cada vez más preocupados por el impacto que pueda tener ómicron, dado que tiene una combinación inusual de mutaciones y podría ser capaz de evadir las respuestas inmunitarias o ser más transmisible.
En respuesta, la Unión Europea y docenas de países, entre ellos Australia, Brasil, Canadá, Irán, Japón, Tailandia y Estados Unidos, cerraron sus fronteras o impusieron restricciones a una serie de países del sur de África en un esfuerzo por frenar la propagación de la variante COVID-19 recientemente detectada.
El sábado, Israel reveló nuevos planes para prohibir la entrada de todos los extranjeros en el país durante 14 días, una primera medida mundial en respuesta a ómicron.
Algunos viajeros australianos que reservaron a través de Flight Center Travel Group cancelaron o retrasaron sus viajes tras el anuncio de los nuevos requisitos de tener que aislarse en casa o en un hotel durante 72 horas mientras esperan los resultados de la prueba de COVID-19, dijo un portavoz de la empresa a Reuters.
«No nos estamos precipitando», dijo el portavoz sobre el número de cambios en los viajes. «Todavía es muy pronto y, en general, la gente está dispuesta a esperar y ver qué ocurre».
Actualmente, la frontera de Australia sigue cerrada a los turistas de todos los países, excepto a los que están totalmente vacunados de Nueva Zelanda y Singapur.
Mientras los países de todo el mundo cierran sus fronteras y endurecen las restricciones en respuesta a la nueva variante, las autoridades surcoreanas anunciaron el lunes que «reforzarán la vigilancia de las entradas y prepararán sistemas más rápidos para analizar la variante». Actualmente «no hay planes para cerrar las fronteras a las llegadas».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) criticó el domingo las «pesadas cargas» que suponen las prohibiciones de viaje para las naciones del sur de África e instó a los países de todo el mundo a no imponer prohibiciones de vuelo en medio de la preocupación por la nueva variante a menos que estén «científicamente fundamentadas».
«Sigan la ciencia y el Reglamento Sanitario Internacional» en lugar de apresurarse a imponer prohibiciones de vuelo, pidió a los países la agencia de salud pública a través de una declaración, argumentando que esto podría afectar drásticamente a los medios de vida de los habitantes del sur de África.
«Las restricciones de viaje pueden contribuir a reducir ligeramente la propagación del COVID-19, pero suponen una pesada carga para las vidas y los medios de subsistencia», señaló la OMS. «Si se aplican restricciones, no deben ser innecesariamente invasivas o intrusivas y deben tener una base científica, de acuerdo con el Reglamento Sanitario Internacional, que es un instrumento jurídicamente vinculante de derecho internacional reconocido por más de 190 naciones».
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