El presidente Joe Biden firmó el jueves el proyecto de ley de ayuda por el COVID-19, de 1.9 billones de dólares, y lo defendió como un proyecto apoyado por la mayoría de los estadounidenses, a pesar de no haber recibido ningún voto republicano.
«En las semanas que se ha discutido y debatido este proyecto de ley, está claro que un porcentaje abrumador del pueblo estadounidense —demócratas, independientes o amigos republicanos— lo ha dejado claro—la gente de ahí fuera— dejó en claro que apoya firmemente el Plan de Rescate Estadounidense», dijo Biden a los periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
«Sus voces han sido escuchadas», añadió.
La Cámara de Representantes aprobó el miércoles, en una votación partidista, las modificaciones que el Senado introdujo recientemente en el paquete, incluido el eliminar el aumento del salario mínimo federal. Ningún republicano votó a favor del plan en ninguna de las dos cámaras; un demócrata también votó en contra en la Cámara de Representantes, argumentando que queda mucho dinero sin gastar de anteriores paquetes de ayuda.
Biden dijo que el proyecto de ley reconstruirá «la columna vertebral de este país» y dará a los trabajadores «una oportunidad de luchar».
Biden, siguiendo la tendencia de no aceptar preguntas, firmó el proyecto de ley. Tiene previsto dar un discurso en horario de máxima audiencia el jueves por la noche antes de viajar a varios lugares para hablar del paquete en los próximos días.
La Casa Blanca dijo inicialmente, tras la aprobación de la Cámara, que Biden firmaría la ley el viernes. El motivo del cambio de fecha fue que el Congreso aprobó el proyecto de ley más rápidamente de lo que los funcionarios esperaban, según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Psaki ha citado previamente las encuestas para afirmar que la mayoría de los estadounidenses apoyan el proyecto de ley.
El nuevo paquete contiene cheques de estímulo de 1400 dólares para la mayoría de los estadounidenses, así como 350,000 millones de dólares en ayudas a los gobiernos estatales y locales, 130,000 millones de dólares para las escuelas y más de 20,000 millones de dólares para la producción y distribución de la vacuna COVID-19.
También amplía la ayuda complementaria por desempleo hasta septiembre, incrementa el crédito fiscal por hijos y amplía el crédito fiscal por ingresos ganados.
Los pagos de estímulo se verán en algunas cuentas bancarias este fin de semana, según la Casa Blanca.
El COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Los republicanos se opusieron al paquete por varias razones, entre ellas el hecho de que la mayoría de los fondos no están directamente relacionados con la lucha contra la pandemia de COVID-19, y que la mayor parte de los fondos para las escuelas están pendientes, o no están programados para ser entregados este año.
Biden «acaba de firmar la lista de deseos liberales de Pelosi y Schumer de 1.9 billones de dólares disfrazada de ‘ayuda por el COVID'», escribió el senador Steve Daines (R-Mont.) en un tuit el jueves, refiriéndose a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), y al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.).
«Este es un paquete puramente partidista que financia los proyectos favoritos de la izquierda con el dinero de los contribuyentes», añadió.
Los demócratas argumentaron que el plan contenía disposiciones necesarias para responder al COVID-19 y una ayuda crucial para quienes han tenido dificultades durante el último año a causa de la pandemia.
El proyecto de ley «aplastará al COVID-19 y hará que nuestra economía vuelva a funcionar a pleno rendimiento», dijo el jueves el representante demócrata Ron Kind. «Una ayuda muy necesaria está en camino».
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