Estados Unidos informó a Rusia sobre la visita del presidente Joe Biden a Kiev horas antes de su partida, según el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
«Nosotros notificamos a los rusos que el presidente Biden viajaría a Kiev. Lo hicimos unas horas antes de su partida con propósitos de prevención de conflictos», dijo Sullivan a los periodistas durante una conferencia telefónica.
«También por la naturaleza sensible de esas comunicaciones no voy a entrar en el tema de cómo respondieron o cuál fue la naturaleza precisa de nuestro mensaje, pero puedo confirmar que nosotros proporcionamos esa notificación», añadió el asesor de seguridad nacional.
El lunes, Biden realizó una visita no anunciada a Kiev, Ucrania, como importante muestra de apoyo días antes del aniversario de la invasión rusa. Biden se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y paseó por una calle cercana al célebre Monasterio de Cúpulas Doradas de San Miguel.
Durante su visita, Biden comprometió una ayuda adicional de 500 millones de dólares y declaró que Estados Unidos seguirá al lado de Ucrania en el conflicto.
Según la Casa Blanca, el viaje fue «logísticamente complicado y difícil».
«Fue una visita histórica sin precedentes en tiempos modernos para que el presidente de Estados Unidos visitara la capital de un país en guerra donde el ejército estadounidense no controla las infraestructuras críticas», dijo Sullivan.
De ahí que fuera necesario un gran esfuerzo de seguridad, operativo y logístico por parte de los profesionales de todo el gobierno estadounidense para reducir el nivel de riesgo, señaló.
«El presidente Biden consideró que era importante realizar este viaje debido a la coyuntura crítica en la que nos encontramos al acercarse el primer aniversario de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia».
«Esta visita se planeó meticulosamente durante meses, con la participación de varias oficinas de la Casa Blanca», dijo el principal asesor adjunto de seguridad nacional, Jon Finer, durante una conversación con la prensa.
Además de la ausencia de presencia militar en Ucrania, Estados Unidos tiene una presencia relativamente pequeña de embajadas, si se compara con las grandes operaciones en Afganistán e Irak durante las visitas de los presidentes en tiempos de guerra, según Finer, lo que hizo que el viaje de Biden fuera inusual y sin precedentes.
«El grupo de viaje que acompañaba al presidente era también extremadamente reducido y consistía básicamente en un pequeño número de sus ayudantes más cercanos, un pequeño equipo médico, un fotógrafo y el equipo de seguridad».
La Casa Blanca dijo que revelaría el medio de transporte del presidente y otros detalles logísticos una vez que esté a salvo fuera del país.
Ambos líderes «hablaron sobre las necesidades de Ucrania en términos de energía, infraestructuras, apoyo económico y necesidades humanitarias», dijo Sullivan durante la conversación telefónica, añadiendo que la discusión incluyó «la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU sobre Ucrania, así como la fórmula de paz de Ucrania y los esfuerzos de Ucrania para conseguir apoyo internacional para una paz justa, sostenible y duradera».
Además del paquete de ayuda de 500 millones de dólares, en su visita a Ucrania Biden anunció la entrega de obuses, misiles antitanque y radares de vigilancia aérea, pero no el nuevo armamento avanzado que había solicitado Kiev.
Los dirigentes ucranianos han pedido reiteradamente a las potencias occidentales que les proporcionen aviones de combate. Hace unos días, en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, reiteró su petición.
Occidente ha dudado en enviar aviones de combate a la zona de conflicto por temor a una escalada que podría extenderse a los países alineados con la OTAN y posiblemente activar el artículo 5 de la alianza de la OTAN, que establece que un ataque a uno se considera un ataque a todos.
Con la contribución de Tom Ozimek
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