El líder comunista chino, Xi Jinping, afirma que su régimen y la Rusia de Vladimir Putin están trabajando juntos para impulsar un «cambio» que no se ha visto en el escenario mundial en un siglo.
Putin recibió a Xi en Moscú como invitado de honor esta semana, mientras las dos potencias autoritarias siguen comprometiéndose a aumentar la cooperación diplomática, económica y militar.
Cuando Xi salió del Kremlin el 22 de marzo, se dirigió hacia Putin y dijo con una sonrisa: “Este es exactamente, ahora mismo, el cambio que no ha ocurrido en 100 años».
“Y somos nosotros, juntos, quienes estamos impulsando estos cambios”.
Putin respondió: “Estoy de acuerdo”.
“Por favor, cuídate, querido amigo”, dijo Xi antes de que los dos se dieran la mano.
Posteriormente, Putin deseó a Xi un buen viaje y se despidió del líder chino desde la acera mientras Xi se marchaba en su automovil de estado.
El intercambio de despedida de los dos líderes fue captado por las cámaras de los medios de comunicación.
China y Rusia prometen crear un nuevo orden mundial
La declaración se produce un día después de que los líderes se comprometieran abiertamente a crear un nuevo orden internacional según sus intereses, y Putin dijo que China y Rusia crearían un «orden mundial multipolar» más justo para sustituir las «reglas» del actual orden internacional.
La referencia de Xi a un cambio no visto en un siglo puede ser una alusión a la consolidación del orden internacional moderno basado en reglas que empezó a tomar forma tras la Primera Guerra Mundial, en la que Estados Unidos acabó emergiendo como una superpotencia.
También hace aproximadamente un siglo, se fundó el Partido Comunista Chino (PCCh), que ahora rige China como un estado de partido único. Años antes, los bolcheviques derrotaron a los últimos restos del Ejército Blanco y consolidaron la Unión Soviética, en el que Putin desempeñaría más tarde el cargo de teniente coronel del servicio de inteligencia exterior del ejército.
Xi y Putin declararon por primera vez una asociación “sin límites” en febrero de 2022, semanas antes de que Rusia lanzara su intento de conquista de Ucrania.
Recibir a Xi esta semana fue el mayor gesto diplomático que Putin ha realizado desde entonces, dado el aislamiento de Rusia en el escenario mundial.
Putin y Xi, que se refirieron el uno al otro como un «querido amigo» durante las conversaciones, se comprometieron el 21 de marzo a aumentar la cooperación económica y estratégica, firmando una declaración conjunta para profundizar la «asociación estratégica integral» entre ambas naciones.
Los acuerdos refuerzan aún más la alianza de facto entre Beijing y Moscú, que ha ido creciendo desde que Rusia comenzó su invasión a Ucrania. Durante ese tiempo, la China comunista se ha convertido en el socio comercial y diplomático más importante de Rusia, ayudando a Moscú a seguir adelante a pesar de las devastadoras sanciones internacionales.
Putin dijo que Rusia está dispuesta a apoyar a las empresas chinas que intentaron sustituir a las empresas occidentales que abandonaron el país a causa de la guerra, y que los dos países deberían alentar a las empresas a usar sus propias monedas.
Los dos líderes hablaron también de la construcción de un segundo gasoducto que podría duplicar las exportaciones rusas de gas a China, dijo Putin.
Asimismo, un comunicado del PCCh afirmó que las dos naciones «compartían la opinión de que esta relación ha ido mucho más allá del ámbito bilateral y ha adquirido una importancia crucial para el panorama mundial y el futuro de la humanidad».
Aumentan los temores de que China apoye la invasión rusa
La cada vez mayor asociación entre las dos potencias durante la guerra tiene a muchos líderes nacionales en vilo por la preocupación de que el régimen de Beijing pueda suministrar ayuda letal a Rusia para su uso en Ucrania, con lo que se intensificaría el conflicto y posiblemente se expandiría la guerra a otras naciones.
Estados Unidos ha advertido constantemente que el PCCh podría proporcionar armas o municiones al ejército ruso, y en los últimos meses ha subrayado que el régimen no ha descartado tal posibilidad.
La Casa Blanca ya reconoció que empresas chinas han apoyado directamente la guerra de Rusia en Ucrania, pero no llegó a afirmar que ese apoyo equivalga a ayuda letal.
Por ejemplo, el 24 de febrero, cuando la Casa Blanca emitió sanciones a diversos organismos internacionales relacionados con la guerra de Rusia, también apuntó a entidades chinas acusadas de respaldar a la industria de defensa rusa, ayudando de hecho al régimen a eludir las sanciones.
China ya había falsificado documentos de embarque para camuflar equipos de aviación militar con destino a Rusia como de naturaleza civil y había utilizado intermediarios en los Emiratos Árabes Unidos para entregar drones de doble uso a Rusia, según un artículo de febrero del medio de comunicación alemán Spiegel.
Ese mismo informe afirmaba que el PCCh está preparando actualmente un envío de drones suicidas a Rusia para su uso en Ucrania.
Del mismo modo, un artículo de Kyodo News de Japón que cita fuentes anónimas del gobierno estadounidense afirma que se han encontrado municiones chinas en campos de batalla en Ucrania. Sin embargo, el artículo aclaró que no había evidencia de que el PCCh vendiera las municiones directamente a Rusia.
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