Una disociación entre Estados Unidos y China tendría consecuencias desastrosas para la economía mundial, según Janet Yellen, secretaria del Departamento del Tesoro.
Las declaraciones de Yellen se producen antes de la esperada cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico en San Francisco. La Casa Blanca confirmó que el presidente Joe Biden se reuniría con el líder del régimen chino Xi Jinping al margen de la cumbre.
En un discurso preparado para la Asia Society en la capital de la nación, el 2 de noviembre, Yellen preparó el terreno para la esperada reunión. Ella hizo hincapié en los esfuerzos de Washington en la región del Indo-Pacífico y reiteró la posición de Estados Unidos de no depender de un solo país, como China, para las importaciones.
Varios funcionarios de la administración han mantenido conversaciones cara a cara con funcionarios chinos este año, entre ellos la Sra. Yellen, el secretario de Estado Antony Blinken y la secretaria de Comercio Gina Raimondo.
En las últimas semanas, la expresidenta de la Reserva Federal ha afirmado que Estados Unidos no pretende desacoplarse de Beijing porque tendría implicaciones desastrosas para el mundo y sería poco práctico.
«Como ya he dicho, Estados Unidos no pretende desacoplarse de China. Una separación total de nuestras economías, o un planteamiento en el que los países, incluidos los del Indo-Pacífico, se vieran obligados a tomar partido, tendría importantes repercusiones negativas a nivel mundial», declaró Yellen a la organización sin ánimo de lucro que pretende reforzar las alianzas entre Estados Unidos y Asia.
«Nosotros no tenemos ningún interés en un mundo tan dividido ni en sus desastrosos efectos, y dado el alcance de los vínculos económicos en la región del Indo-Pacífico y la complejidad de las cadenas de suministro mundiales, tampoco resulta práctico».
Aun así, el objetivo clave para Estados Unidos es diversificar sus asociaciones comerciales potenciando las relaciones con India, Singapur, Vietnam y otros Estados del Indo-Pacífico.
Según Yellen, el comercio con Vietnam se ha disparado casi un 25% en las últimas tres décadas, hasta alcanzar los USD 140,000 millones en 2022. El gobierno estadounidense prevé que esto aumente, sobre todo porque la Ley CHIPS y de Ciencia incluye un fondo de 500 millones de dólares para inversiones internacionales.
«Nosotros estamos comerciando en cantidades sustanciales y crecientes con el Indo-Pacífico, por lo que estos cambios no significan menos comercio, solo un patrón diferente de flujos de bienes y servicios», añadió la secretaria. «Estamos generando cadenas de suministro diversas y seguras, protegiendo nuestra seguridad nacional y promoviendo nuestros valores mientras hacemos crecer las economías en todo el Indo-Pacífico».
Durante el año pasado, la Casa Blanca estuvo reforzando el alcance de Washington en la región a través del Marco Económico Indo-Pacífico (IPEF). Su objetivo es expandir el comercio digital, promover la energía limpia, participar en un comercio justo libre de corrupción y mejorar las cadenas de suministro. Esta campaña se creó en respuesta a la Iniciativa de La Franja y la Ruta de China, una estrategia global de desarrollo de infraestructura que invierte en más de 100 países, incluidas naciones de la región del Indo-Pacífico, que representa el 40 por ciento del PIB mundial.
Los funcionarios sostienen que Beijing ha estado buscando llenar el vacío después de que Washington abandonara el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica en 2017. Se cree que el IPEF es el sucesor indirecto del acuerdo comercial.
Eliminando riesgos o desacoplamiento
La Sra. Yellen y otros funcionarios estadounidenses dicen que Estados Unidos no se está desacoplando de China, sino que más bien está «eliminando riesgos». Este plan tiene como objetivo mitigar las vulnerabilidades y amenazas resultantes de la dependencia de los productos chinos.
Las estadísticas de la Oficina del Censo revelan que el déficit comercial de Estados Unidos con China superó los USD 180,000 millones en los primeros ocho meses de 2023.
Pero reducir el riesgo es una «palabra muy ambigua», según Paul Gewirtz, experto en política exterior de la Brookings Institution.
«Así que, en realidad, la palabra ‘eliminar riesgos’ es extremadamente ambigua y su significado es incierto», escribió el Sr. Gewirtz. «La palabra en sí misma nos dice muy poco sobre la política de China. Todo su alcance depende de cómo se interprete la palabra. Es muy probable que diferentes países interpreten y apliquen la ‘eliminación de riesgos’ de manera diferente, creando divergencia y no consenso —en algunos países produciendo un alcance modesto de la separación económica, en algunos casos potencialmente una política similar al ‘desacoplamiento'».
Aunque gran parte de la atención se centra en el posible desacoplamiento de Washington de China, ¿qué pasa con el Partido Comunista Chino, divorciándose de la relación con Estados Unidos?.
China no ha anunciado oficialmente que participe en planes de desacoplamiento. Sin embargo, durante el año pasado aceleró la iniciativa de desdolarización que ya lleva una década. En 2023, Beijing estableció múltiples acuerdos que liquidan el comercio bilateral en monedas locales, como el yuan chino.
En julio, un análisis de los datos de la Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales, de Nikkei, mostró que el yuan se utilizó en el 49% de las transacciones transfronterizas de China en el segundo trimestre, superando al dólar por primera vez desde que se tiene registro. Pero la segunda economía más grande del mundo todavía tiene un largo camino por recorrer para destronar al dólar rey, ya que el dólar sigue representando el 42% del comercio internacional. En comparación, el yuan representó menos del 3%, detrás de la libra esterlina y el yen japonés.
Al mismo tiempo, la participación del yuan en las reservas mundiales disminuyó en el segundo trimestre. Según la Composición de las Reservas Oficiales de Divisas del Fondo Monetario Internacional, el yuan chino representó alrededor del 2% del total de las reservas de divisas en el período de abril a junio.
Datos recientes del Tesoro revelaron que China redujo sus tenencias de bonos estadounidenses en la deuda pública, recortando su total a USD 805,400 millones en agosto. Esto es sobre un 14% menos que hace un año.
A pesar de las campañas mundiales de desdolarización, es poco probable que se forme un «reemplazo práctico» de la principal moneda de reserva internacional, según Alan Robinson, vicepresidente de RBC Wealth Management.
«Nosotros no creemos que el Dólar esté en riesgo de perder su estatus de moneda de reserva en el futuro previsible», escribió Robinson en una nota de investigación. «Y esa es una opinión que será aplaudida por los responsables políticos estadounidenses, ya que este estatus conlleva muchos beneficios».
El yuan chino se ha debilitado considerablemente frente al dólar estadounidense este año, cayendo aproximadamente un 6% hasta el momento.
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