Estados Unidos y otros 20 países emitieron el 10 de julio una declaración conjunta en la que expresaban su preocupación por las perspectivas actuales y futuras de la libertad de prensa en Hong Kong.
El grupo de 21 gobiernos —parte de la «Coalición por la Libertad de los Medios de Comunicación» que se creó en 2019 para defender la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas— señaló el reciente cierre forzoso del Apple Daily, un importante periódico prodemocracia en Hong Kong, y la detención de personal del periódico.
«El uso de la Ley de Seguridad Nacional para suprimir el periodismo es una medida grave y negativa que socava el alto grado de autonomía de Hong Kong y los derechos y libertades de los habitantes de la ciudad, tal y como se establece en la Ley Básica de Hong Kong y en la Declaración Conjunta Sino-Británica», decía el comunicado.
Las libertades en el centro financiero han ido desapareciendo a un ritmo alarmante tras la imposición por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) de su draconiana ley de seguridad nacional el pasado verano. Desde entonces, docenas de líderes de la oposición prodemocrática de la ciudad se enfrentan ahora a un proceso judicial o están en la cárcel, a no ser que hayan huido al extranjero como refugiados políticos.
Recientemente, Amnistía Internacional declaró que la ley «ha puesto a Hong Kong en una vía rápida para convertirse en un Estado policial y ha creado una emergencia de derechos humanos para quienes viven allí». Reporteros sin Fronteras pidió a las democracias de todo el mundo «que presionen más al régimen chino para que ponga fin a sus políticas autoritarias y garantice el restablecimiento de la libertad de prensa» en Hong Kong.
El 17 de junio, 500 agentes de policía hicieron una redada en la redacción del Apple Daily y congelaron millones de activos del periódico, lo que supuso su cierre. El periódico imprimió su última edición el 24 de junio y desde entonces ha cerrado sus cuentas en las redes sociales.
Dos de los altos ejecutivos del periódico —el CEO Cheung Kim-hung y el editor jefe Ryan Law— han sido acusados de colusión en virtud de la ley de seguridad nacional. Ahora están detenidos después de que se les denegara la fianza el mes pasado. Su próxima vista judicial está prevista para el 13 de agosto.
Dos redactores del Apple Daily, Fung Wai-kong y Yeung Ching-kee, fueron detenidos a finales de junio. Desde entonces, Fung ha sido puesto en libertad bajo fianza.
El fundador de Apple Daily, Jimmy Lai, cumple condena por cargos relacionados con su apoyo a las protestas masivas de Hong Kong de hace dos años, en pleno auge del movimiento contra el PCCh y a favor de la democracia que comenzó en junio de 2019. Lai también está a la espera de ser juzgado por otro caso de «seguridad nacional».
«La acción contra Apple Daily se produce en un contexto de aumento de la censura de los medios de comunicación en Hong Kong, incluyendo la presión sobre la independencia de la cadena pública y las recientes acciones legales de las autoridades de Hong Kong contra los periodistas», declaró el grupo.
El 28 de junio, la Asociación de Periodistas de Hong Kong (HKJA) emitió una declaración en la que expresaba su preocupación después de que varios medios de comunicación locales adoptaran medidas de autocensura, incluida la supresión de videos publicados y artículos de opinión, tras el cierre del Apple Daily.
«Esto indica que el ‘terror blanco’ está en todas partes», declaró la HKJA. «Refleja la preocupación de la prensa por la posibilidad de una inquisición literaria, y su creencia enormemente debilitada en el compromiso del gobierno [de Hong Kong] y de las fuerzas de seguridad de proteger la libertad de prensa».
El terror blanco es una expresión común para describir un clima de miedo. Por su parte, inquisición literaria se utiliza habitualmente para describir la persecución de eruditos e intelectuales por sus «delitos de palabra» o escritos inconformistas en la antigua China.
El grupo de gobiernos también dijo estar «muy preocupado» por la posibilidad de que se aplique una nueva legislación en Hong Kong que «podría utilizarse para eliminar el escrutinio y la crítica de los medios de comunicación a las políticas y acciones del gobierno».
El gobierno de Hong Kong lleva meses hablando de aplicar una legislación sobre «noticias falsas», después de que la líder pro-Beijing de Hong Kong, Carrie Lam, propusiera la idea por primera vez en febrero. Repitió su llamamiento en mayo, cuando dijo que la ley se utilizaría para evitar «la desinformación, el odio y las mentiras».
Sin embargo, la legislación propuesta ha suscitado fuertes críticas de algunas agrupaciones de periodistas, como la HKJA, el Club de Corresponsales Extranjeros de Hong Kong y la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
«Las leyes sobre noticias falsas se han convertido en sinónimo de que los gobiernos y las personalidades públicas atacan a los reportajes auténticos que revelan información que algunos no quieren que se cuente», declaró la FIP en mayo en respuesta a las declaraciones de Lam.
El grupo pidió al régimen chino y al gobierno de Hong Kong que defendieran la libertad de prensa «de acuerdo con las obligaciones legales internacionales de China».
Además de Estados Unidos, la declaración conjunta fue firmada por Alemania, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido y República Checa.
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