YUMA, Arizona —El alcalde de una ciudad fronteriza de Arizona que cuenta con casi 100,000 residentes declaró esta semana el estado de emergencia debido al creciente número de inmigrantes ilegales que llegan desde México.
El alcalde de Yuma, Douglas Nicholls, dijo que emitió la declaración «debido al número sin precedentes de migrantes que entran en la ciudad antes de ser procesados y liberados por la Patrulla Fronteriza».
La medida permite a la ciudad recibir fondos estatales y federales para intentar combatir la crisis.
Las aprehensiones de inmigrantes ilegales en el sector de Yuma de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se han disparado desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en enero.
Los agentes fronterizos del sector realizaron unas 8800 detenciones en el año fiscal 2020, que finalizó en septiembre de ese año. Hicieron más de 114,000 detenciones en el año fiscal 2021 y 21,623 detenciones solo en el mes de octubre.
Los agentes están liberando a muchos de los extranjeros ilegales en los Estados Unidos, dijo el sheriff del condado de Yuma, Leon Wilmot, a The Epoch Times.
Durante la Administración de Biden, casi 95,000 inmigrantes ilegales han sido liberados sin fecha de juicio, y un número incalculable de otros han sido liberados con fecha de juicio. Algunos no se presentan al tribunal y a la mayoría de los que lo hacen se les niega el asilo.
Las fuerzas policiales están «abrumadas», dijo Wilmot.
Los inmigrantes ilegales se deshacen de las tarjetas de identificación antes de cruzar la frontera para tratar de aumentar sus posibilidades de que se les conceda el asilo, añadió.
«No quieren que se les asocie con esos países, porque saben que los regresarán. Así que todo es una narrativa falsa. Y están ahí. Están jugando el juego», dijo Wilmot.
El viernes, The Epoch Times fue testigo de cómo más de 100 inmigrantes ilegales eran recogidos por los agentes fronterizos tras cruzar a Yuma.
El grupo incluía ocho nacionalidades, entre ellas 33 venezolanos, 15 colombianos, 4 bangladesíes, 3 rumanos y 2 rusos. Seis jóvenes de la India estaban en la zona de la valla fronteriza la noche anterior.
Los inmigrantes ilegales se dirigen desde el lado mexicano para cruzar en una zona determinada porque la frontera es un pequeño arroyo poco profundo (unos 3 pies) debajo de una presa. La valla fronteriza aquí solía ser de barreras en forma de X que se construyeron para detener el cruce de vehículos. La construcción de una valla de 30 pies de altura se inició durante la era Trump, pero se detuvo antes de que se completara, y ahí es donde los extranjeros ilegales llegan después de cruzar el arroyo.
El gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, estuvo en Yuma esta semana. Anunció que iba a enviar personal y equipos de la Guardia Nacional de Arizona a la zona para ayudar a hacer frente a la ola de inmigrantes.
«La crisis fronteriza de Biden está fuera de control y se agrava cada día», dijo Ducey a los periodistas tras un recorrido con las autoridades locales.
La detención por parte de la administración de «políticas sensatas» como el programa «Permanecer en México» ha llevado a la crisis, afirmó Ducey.
Biden y los altos funcionarios bajo su mando alteraron o eliminaron políticas clave de la era Trump poco después de asumir el cargo. Han tenido que restablecer algunas, incluido el programa, pero han continuado con lo que, según los expertos, equivale a un sistema de aplicación de la ley de inmigración más débil.
Ducey ordenó al ayudante general de Arizona, Kerry Muehlenbeck, y a otros funcionarios estatales que elaboraran un plan para abordar la situación en Yuma, calificándolo como una de las principales prioridades de su administración.
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