Durante una visita a una fábrica de Ford en Michigan el jueves, el presidente Donald Trump se puso brevemente una mascarilla.
Una fotografía de Trump con la mascarilla azul marino estampada con el sello presidencial circuló en las redes sociales y fue publicada por NBC News. Muestra al presidente interactuando con el presidente ejecutivo de la Ford Motor Company Bill Ford Jr., que también llevaba una mascarilla.
Cuando le preguntaron por qué no llevaba una cubierta para la cara en público, Trump dijo que se puso brevemente una mascarilla en la «zona de atrás» pero que «no quería dar a la prensa el placer de verlo».
Trump también fue fotografiado mientras se burlaba de un escudo transparente frente a su cara.
La Casa Blanca ha argumentado que no hay necesidad de que Trump use una mascarilla porque le hacen regularmente el test de COVID-19 y no ha dado positivo.
En un comunicado, Ford dijo que Trump usó una mascarilla durante una visita privada que incluía la muestra de tres modelos clásicos de Ford GT, y agregó: «El presidente luego se quitó la mascarilla durante el resto de la visita».
Trump visitó Ypsilanti, en las afueras de Detroit, para recorrer la Planta de Componentes de Rawsonville que había sido reorientada para fabricar ventiladores, los respiradores médicos que los gobernadores pidieron durante el apogeo de la pandemia de COVID-19.
«En la guerra de nuestra nación contra el enemigo invisible, los patriotas trabajadores de hoy respondieron al llamado a servir. Demostraron que el trabajador americano tiene ‘cuerpazo Ford’ y ustedes tienen ‘un duro cuerpazo Ford’. Una gran expresión», dijo Trump, elogiando la respuesta de la empresa a los llamamientos para construir respiradores, que escaseaban en las primeras etapas del brote del virus del Partido Comunista Chino (PCCh), el nuevo coronavirus que causa el COVID-19.
«América está muy orgullosa de Ford. Aquí mismo, en la Planta de Componentes de Rawsonville, están construyendo un gran arsenal médico para derrotar al virus y consolidan el territorio de Estados Unidos como el principal fabricante y exportador de respiradores en cualquier parte del mundo», dijo el presidente.
«Con su ayuda, a ningún americano que haya necesitado un respirador se le ha negado un respirador. Ni uno solo. Y como recordarán, nos hicimos cargo de los armarios vacíos. Los armarios estaban vacíos», dijo Trump, refiriéndose a la escasez de equipos en la Reserva Estratégica Nacional, reserva que la administración anunció recientemente que se estaba renovando y reponiendo. Dijo que en los próximos meses se añadirán más de 100,000 nuevos respiradores a la reserva y que a los aliados extranjeros que «los necesitan desesperadamente» se les han ofrecido 14,000.
«Impulsados por el amor, el sudor y la devoción de todos los presentes, estamos salvando vidas, estamos avanzando, y, a partir de esta semana, el corazón palpitante de la industria automotriz americana está de nuevo abierto para los negocios», dijo Trump, dando más tarde un golpe a los gobernadores demócratas, que sugirió que estaban estancados en la reapertura.
«Desafortunadamente, en este caso, hay muchos gobernadores demócratas [que] piensan que es buena política mantenerlo cerrado», dijo Trump. «Creo que están siendo forzados a abrir, francamente, la gente quiere salir. Romperán el país si no lo hacen».
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