Ante la eventualidad de una invasión de productos procedentes de China, la industria argentina de fertilizantes viene reclamando la implementación de medidas tendientes a restringir los agroquímicos del país del lejano oriente.
Los fabricantes agrupados en la Cámara de la Industria Argentina de fertilizantes y agroquímicos (CIAFA) lamentan las condiciones desfavorables que tienen que enfrentar por la competencia de los productos chinos, sintiéndose cada vez más amenazados por las prácticas comerciales agresivas a tal punto que incluso temen que puedan llegar a poner en riesgo la existencia misma de la industria nacional.
Un informe de la CIAFA, al que accedió el periódico Clarín, alertó que “de no adoptarse medidas contra las importaciones chinas, se verá comprometida al menos 40% de la dotación del personal directo, esto es 2.400 personas”.
Sin embargo, este no es un problema que aflige solo a la industria de los agroquímicos. También afecta a otras cruciales para el desarrollo productivo, como es la del acero.
Es notorio el modus operandi de China de controlar y subsidiar diferentes industrias otorgándoles una serie de medidas tendientes a favorecer su posicionamiento en el mercado internacional con el artilugio del dumping. Recientemente la OMC, organización que fija las reglas del comercio mundial, emitió un comunicado crítico hacia China informando que el gigante asiático no está cumpliendo con las pautas correspondientes para ser reconocida como economía de mercado el próximo diciembre.
El régimen chino otorga un abanico de facilidades a las empresas fomentando la competencia desleal como reintegros a la exportación, subsidios en energía e insumos que se traducen en un menor costo de producción. En cambio, los industriales argentinos, al igual que en otros países occidentales, están bajo regulaciones y controles sanitarios, entre otras exigencias. Algo que en China no sucede.
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