Con muchos pasajes de buen fútbol, con gran autoridad y contundencia, pero sobre todo con una actuación que ilusiona, el seleccionado argentino se sacó de encima de manera inapelable a su similar de Paraguay al que derrotó con un apabullante 6-1 para avanzar a la final de la Copa América, donde lo espera Chile, el anfitrión, en un partido que se jugará el próximo sábado en el estadio Nacional.
El seleccionado argentino dirigido por el Tata Martino mantuvo, como es costumbre, la misma línea que en los partidos anteriores, pero la gran diferencia es que esta vez tuvo la contundencia y eficacia que no tuvo en los cotejos anteriores, en los que fue el amplio dominador, como en el último choque ante Colombia, pero que había padecido su falta de
El gol de Marcos Rojo, a los 15 del primer tiempo, abrió el camino a un buen resultado, en un partido que hasta ese momento se presentaba cerrado, complejo y con un poco de pierna fuerte.
Pero el toque a la red del lateral de Manchester United, luego de un buen centro de Messi que rebotó en un defensor, le dio la tranquilidad necesaria para manejar el desarrollo y el balón de la mano de Lio Messi y los aportes siempre criteriosos y desequilibrantes de Angel Di María y el Flaco Pastore.
Parecía que todo se le simplificaba a la Argentina, que era mejor, manejaba el balón, tenía circulación y el manejo de los tiempos, pero una distracción en defensa, en una mala salida, permitió que Paraguay quedara a tiro de empate, luego de que Lucas Barrios, ex Tiro Federal, capturara un balón cerca del área y facturara para poner el tanto guaraní.
Sin embargo en la primera que tuvo el equipo albiceleste, en el amanecer del complemento, Angelito Di María facturó el tercero, con una definición espléndida y cruzada ante la salida de Villar, tras una notable asistencia de Pastore.
Y cinco minutos después, Fideo volvió a llenarse la boca de gol, al empujar la pelota para el cuarto tanto albiceleste, luego de una gran jugada de Lio Messi y el toque posterior de Pastore.
De ahí en más, todo fue del seleccionado argentino, que mantuvo la hegemonía absoluta del encuentro, tuvo la posesión, manejó el volumen de juego y las mejores llegadas, como en una combinación fantástica entre Messi y Pastore, que lo dejó solo a Lio frente al arquero, pero el crack del Barcelona demoró un segundo y el arquero reaccionó a tiempo.
El seleccionado paraguayo, en tanto, hacía lo que podía con lo que tenía, pero nunca se pudo recuperar de esos dos cachetazos de Di María en el arranque del complemento.
Al punto que la frutilla del postre llegó de la mano de Sergio Agüero y del Pipita Higuaín -reemplazó al Kun-, quienes marcaron el quinto y sexto tanto del equipo que terminó floreándose ante el equipo de Ramón Díaz.
Así, con el buen juego que tuvo en los partidos anteriores, pero con la contundencia y eficacia que le faltó en los partidos anteriores, el seleccionado argentino terminó apabullando al seleccionado paraguayo, al que venció por 6-1 y se metió en la final de la Copa América, donde lo espera Chile, el equipo anfitrión.
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