El azafrán, esa planta que le da un color dorado a su plato, es originario de Oriente Medio, precisamente de Anatolia, actual Irán. Fueron los árabes quienes la llevaron a Europa y al Oriente asiático. Finalmente llegó a la península ibérica en los siglos VIII y IX.
Pero el azafrán no solo sirve como alimento sino también como medicina: esta hierba es tan antigua que fue conocida y estudiada por Hipócrates, padre de la Medicina, y por Galeno, padre de la Anatomía. En esa época se conocían sus propiedades antioxidantes, digestivas y antidepresivas, pero ¡cuidado! Se debe tomar con precaución, pues en dosis altas puede ser mortal. Asimismo, los antiguos romanos usaban almohadones de azafrán para combatir la jaqueca.
En el antiguo Egipto también era conocido el azafrán, lo usaban para embalsamar, con fines cosméticos y decorativos. Eran muy apreciadas también sus flores, ya que aparecen en antiguos grabados egipcios y además, en relatos de esa época. Los monjes budistas teñían sus túnicas con azafrán. Actualmente, aún los lamas del Tíbet continúan usando sus “túnicas azafrán” debido a que son de este color.
Propiedades y beneficios
El azafrán es un remedio muy antiguo y caro, pero muy bueno por la eficacia y amplitud de sus propiedades. Todos sus beneficios provienen de los estigmas de la flor de azafrán, de un tono naranja-rojizo y sabor fuerte y penetrante. También se lo usa como especia aromática en diferentes comidas. Sus propiedades medicinales son muy numerosas:
1) Para la digestión: desde tiempos antiguos, el azafrán se usaba como especia en la cocina y es un ejemplo de la sabiduría popular. Debido a sus componentes aromáticos y amargos (picrocrocina) estimula el sistema digestivo y aumenta las secreciones salivales y gástricas; es excelente como eupéptico y aperitivo. Pero no se debe superar el uso del azafrán, en este sentido, debe limitarse a 1,5gr por día.
Contiene también crocetina, componente colerético que estimula la producción de bilis y la hace más fluida, por eso ayuda al proceso digestivo. Además, sirve para prevenir piedras en la vesícula biliar.
Están demostradas las beneficiosas propiedades del azafrán para el hígado, de acuerdo a diferentes estudios científicos. El extracto de azafrán protege de lesiones en el hígado, que suelen producirse por ingerir alimentos mal conservados.
El azafrán está indicado para personas inapetentes, con malas digestiones o dispepsias; entonces se puede añadir en toda dieta saludable para favorecer la digestión de alimentos.
2) Dolor menstrual: el azafrán cumple un papel como emenagogo y antiespasmódico para tratar síntomas premenstruales y dismenorreas. Favorece el ciclo menstrual en la mujer, evita cólicos y beneficia el ciclo menstrual. Se recomienda ingerir el azafrán en cápsulas o en polvo 500mg dos veces al día, durante síntomas menstruales; como decocción 0,5 g de azafrán en 200ml de agua o leche caliente. No olvidar la cantidad de azafrán permitido por día: 1,5 g. No se aconseja en metrorragias, ya que puede provocar hemorragias fuera del ciclo menstrual. El exceso puede provocar el aborto.
3) Antioxidante: gracias a la crocina -principal componente del azafrán-, esta hierba es un poderoso antioxidante. La crocina “sustrae” los radicales libres retrasando el envejecimiento de las células del cuerpo, mejorando la salud. Aunque se encuentre en bajas concentraciones esta propiedad es aún efectiva.
4) Es bueno para la memoria. Se han realizado estudios científicos donde se comprobó que la crocina y la crocetina contenidos en el extracto de azafrán, mejoran la memoria y las habilidades cognitivas; también es un buen suplemento alimentario para personas con stress. Actualmente se estudia su efecto protector sobre enfermedades degenerativas (Parkinson, mal de Alzheimer o pérdida de la memoria). Se recomienda usar 0,5g de azafrán en 200ml de agua fría; hervir, retirar, dejar reposar 5 minutos, colar y servir. Tomar 1 o 2 tazas al día.
5) Mejora la visión: el safranal, componente aromático del azafrán, ralentiza la degeneración de las células fotorreceptoras de los ojos y mejora la función de la retina.
Por otro lado, el azafrán también es estimulante. Actúa como preventivo de enfermedades cardiovasculares, debido a que es rico en antioxidantes. Desde la antigüedad se consideraba que esta hierba fortificaba el corazón. La crocetina -el pigmento rojo del azafrán- también ayuda en la reducción del colesterol.
En cuanto a la provisión del azafrán es mejor comprarlo en hebras, debidamente certificado. Conservar en frasco de vidrio seco y limpio, cuidando de no exponer a la luz. Se conserva por dos años.
Este artículo fue redactado a modo informativo y no pretende reemplazar en absoluto la recomendación de un profesional médico.
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