WASHINGTON—Durante su primera conferencia de prensa oficial el viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Kayleigh McEnany, criticó al régimen chino por su mal manejo del brote del virus del PCCh.
«No es ningún secreto que China manejó mal la situación», dijo a los periodistas.
McEnany dijo que Beijing «no compartió la secuencia genética hasta que un profesor en Shanghai lo hizo por su cuenta».
Ella enumeró otros esfuerzos de encubrimiento por parte de funcionarios chinos, diciendo que «cerraron el laboratorio para ‘rectificación’, han ralentizado la información sobre una transmisión de humano a humano junto con la Organización Mundial de la Salud, y no dejaron [participar] a los investigadores estadounidenses en un momento muy importante».
«Así que estamos descontentos con las acciones de China», dijo.
Cuando se le preguntó si la administración obligaría a China a pagar una compensación, McEnany se negó a comentar.
El 30 de abril, durante el evento “Protegiendo a los adultos mayores de Estados Unidos” en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump sugirió que su administración podría imponer nuevos aranceles a los productos chinos como una forma de compensar las pérdidas en las que Estados Unidos ha incurrido.
«Juego rudo»
Algunos republicanos, incluido el senador Lindsey Graham (R-S.C.), propusieron que Estados Unidos cancele sus billones de dólares de valores del Tesoro de los Estados Unidos en poder de China.
China poseía alrededor de USD 1.09 billones en deuda estadounidense a febrero, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Es el segundo mayor acreedor extranjero de EE.UU., después de Japón, con USD 1,26 billones.
Trump dijo que Estados Unidos podría perseguir aranceles en lugar de jugar «un juego rudo».
“Comienzas a jugar esos juegos y eso es difícil. Tenemos que proteger el dólar. Queremos proteger la santidad del dólar, la importancia del dólar. Es la moneda más grande en la historia del mundo”, dijo.
«Podemos hacerlo de otras maneras, incluso más allá de eso, sin tener que jugar ese juego».
Virus de Wuhan
McEnany defendió las afirmaciones de Trump de que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) podría haberse originado en un laboratorio en Wuhan.
La oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. declaró el 30 de abril que todavía estaba investigando «si el brote comenzó a través del contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan».
«La Comunidad de Inteligencia también está de acuerdo con el amplio consenso científico de que el virus COVID-19 no fue creado por el hombre ni modificado genéticamente», dijo el comunicado.
En respuesta, McEnany dijo: “La declaración del presidente es consistente con las otras evaluaciones de inteligencia. Si bien seguimos teniendo datos muy limitados y dudosos de China, las evaluaciones actuales indican que la declaración del presidente Trump es consistente con lo que algunos analistas creen que es el epicentro de dónde comenzó el virus».
Trump dijo anteriormente que tenía un alto grado de confianza en que el Instituto de Virología de Wuhan era el origen del virus.
Cuando un periodista le preguntó qué le había dado tanta confianza, Trump dijo: «No puedo decirte eso. No tengo permitido decírtelo».
«Sesgo de China»
Durante la conferencia de prensa, McEnany hizo eco de las críticas de Trump a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«La OMS parece tener un sesgo muy claro de China», dijo. «El 31 de diciembre, funcionarios taiwaneses advirtieron sobre la transmisión de persona a persona, la OMS no lo hizo público».
«El 9 de enero, la OMS repitió la afirmación de China de que el virus ‘no se transmite fácilmente entre las personas’. Eso fue aparentemente aparentemente falso. El 14 de enero, la OMS volvió a repetir los puntos de conversación de China sobre la no transmisión de humano a humano”, continuó.
Y el 29 de febrero, «cuando el coronavirus se estaba extendiendo por todo el mundo, eligieron poner en primer lugar a lo políticamente correcto al oponerse a las restricciones de viaje, las cuales salvan vidas».
Un número creciente de países ha intensificado los llamamientos para una mayor transparencia del régimen chino y para una investigación sobre el manejo del brote en Beijing. Hasta ahora, dos estados de los Estados Unidos han presentado demandas contra el régimen, buscando indemnización por los costos humanos y económicos de la pandemia en los estadounidenses.
Cathy contribuyó a este informe.
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