Un conflicto financiado por China se está gestando en la provincia de Baluchistán en Pakistán, donde es muy poco probable que los separatistas extremistas y los terroristas talibanes simplemente se vayan a sentar y ver cómo China construye carreteras, ferrocarriles y oleoductos a través de la región.
Pakistán podría estar preparándose «para el inicio de una operación militar masiva en Baluchistán», dice un análisis de la compañía de inteligencia IHS Jane. Se dice que el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, celebró una conferencia de todos los partidos el 1 de junio en Quetta, la ciudad más grande de Baluchistán, intentando lograr «un consenso a través de las líneas políticas».
El conflicto en espera está sentando las bases para el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), también llamado la nueva Ruta de la Seda. El CPEC se ejecutará desde la provincia de Xinjiang, en el noroeste de China, hasta el puerto de Gwadar en el suroeste de Baluchistán.
Si bien el proyecto de construcción suena bien en el papel, la construcción será otra historia. En el centro y el sur de Baluchistán están los grupos nacionalistas, entre ellos el Ejército de Liberación Baloch, que de acuerdo a Jane, previamente ha secuestrado o matado a extranjeros, «especialmente chinos«, esto para desafiar los planes de Pakistán de desarrollar la región.
Baluchistán es también el hogar de varios grupos islamistas, incluyendo facciones disidentes de los talibanes paquistaníes, según Jane. Además de esto, las redes del crimen organizado de la región que contrabandean armas, drogas y diésel; así como grupos sectarios violentos.
Los chinos tendrán que someter a estos grupos si el CPEC va a operar, y si los intentos similares de Estados Unidos para poner fin a la violencia en Irak y Afganistán dicen algo, puede llegar a tener dificultades para hacerlo. Así que el régimen chino está pasando esta tarea a Pakistán, y en su petición, Pakistán está construyendo una nueva fuerza paramilitar para proteger el CPEC.
El gobierno de Pakistán acordó gastar 250 millones de dólares para la construcción de la nueva fuerza de seguridad, que debería estar entrenada y operando dentro de tres a cinco años.
Se espera que el proyecto en general tome de 15 a 20 años, con la fase inicial en construir la infraestructura de transporte se espera que tome de 3 a 5 años.
Jane señala que es poco probable que los trabajadores chinos aparezcan hasta después de que se complete la primera fase de la construcción. En ese momento, de acuerdo con Jane, «si el gobierno de Pakistán todavía no ha sido capaz de controlar o erradicar la belicosidad en la provincia, habría un aumento del riesgo para los activos y las personas chinas».
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