Cuando la gente piensa sobre los efectos contaminantes del petróleo, se imaginan imágenes de smog saliendo de caños de escape, o camiones consumiendo gasolina, pero los automóviles son sólo una parte de la ecuación. La mayoría de los plásticos, desde tenedores descartables hasta bloques Lego, son también hechos de petróleo.
Al igual que los fabricantes de autos eléctricos como Tesla, que han hecho grandes adelantos en materia de energías renovables en su área, compañías como el Grupo Lego están haciendo su parte en ecologizar su industria. En 2010, los plásticos constituían hasta el 2,7% de todo el consumo de petróleo en EE. UU.
Recientemente, Lego anunció planes para invertir US$ 150 millones para descubrir materiales biodegradables para remplazar polímeros basados en el petróleo con los que hacen sus bloques de construcción miniatura que todos conocen.
Las decenas de miles de millones de piezas producidas por año, están hechas de ABS, un acrónimo de acrylonitrile-butadiene-styrene, tres polímeros sintetizados del petróleo que poseen cualidades únicas que son difíciles de duplicar con sustitutos bioplásticos.
Previos intentos de Lego de remplazar ABS no resultaron. Por ejemplo, un polímero ácido poliláctico hecho de maíz perdió rigidez y forma unas semanas luego de ser moldeado. Sin embargo, Lego redobla el esfuerzo lanzando un centro sustentable que reunirá un personal de unos 100 químicos y otros especialistas en ciencia de materiales.
Los experimentos con polímeros sintetizados de granos de soja y otras plantas se remontan 60 años atrás, por el interés de controlar el alza y caída de los precios del petróleo.
El momento de la decisión de Lego de volverse eco amigable parece sugerir que los plásticos biodegradables son un área de investigación relativamente nueva. Sin embargo los experimentos con polímeros sintetizados de granos de soja y otras plantas se remontan 60 años atrás, por el interés de controlar el alza y caída de los precios del petróleo.
“El interés se disparó en las últimas dos décadas”, dijo Marc Hillmyer, director del Centro de Polímeros Sustentables de la Universidad de Minnesota. “Ha estado muy activo”.
Polímeros ácido polilácticos sintetizados de plantaciones como el maíz y remolachas, ya encontraron numerosas aplicaciones, como material de base para vajilla desechable, vasos de plástico e incluso ropa, así que no sorprende que Lego busque remplazar el ABS”.
“El ácido poliláctico es uno de los plásticos bio más exitosos de los que se derivan de la biomasa”, dijo Hillmyer.
Hillmyer es parte de varios químicos que recibieron un total de 20 millones de dólares de la National Science Foundation el año pasado para investigar y desarrollar plásticos eco amigables. En su laboratorio, Hillmyer ajusta la estructura de ácido polilácticos y otros polímeros bio plásticos para que satisfagan necesidades comerciales.
“Una de las cosas que hemos estado desarrollando es una versión muy fuerte de ácido poliláctico que no tiene algunas de las cualidades inherentes de otros materiales”, dijo.
El ácido poliláctico ha sido también modificado en la otra dirección, haciéndolo blando y flexible para que en alguna de sus variantes sirva como película fotográfica.
Para asegurarse que el bioplástico efectivamente se biodegrade, a menudo se prueba la susceptibilidad a la hidrólisis y oxidación de los polímeros en modelos experimentales, con estándares de la ASTM Internacional, una organización de desarrollo de estándares.
Aún así, a pesar de la investigación existente sobre biodegradables, estamos solo al comienzo del viaje de liberarnos del plástico basado en petróleo. Casi todo a nuestro alrededor que no está hecho de madera, metal o vidrio, está hecho de plástico, desde el ratón que usa para picar, hasta el apoyabrazos donde se recuesta, hasta el ventilador que masajea su cara con una brisa.
Esperemos que los precios del petróleo se mantengan altos.
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