SAN FRANCISCO – El 22 de octubre, en una mañana casi sin nubes, miles de personas participaron en una marcha destinada a poner fin a una sangrienta persecución que tiene lugar en China.
Aunque la ocasión era solemne, el desfile realizado por los practicantes de Falun Dafa, una disciplina espiritual de la Escuela Buda, fue brillante y colorido. Liderado por una banda de músicos vestidos con uniformes azules, el desfile tuvo carros alegóricos, practicantes que vestían sus características camisetas amarillas o llevaban trajes típicos de distintos países, y un grupo de tamborileros que vestían uniformes de color amarillo brillante cerraba la marcha.
Muchos de los participantes meditaron en la Plaza de las Naciones Unidas antes de entrar en formación para iniciar el desfile a las 11:00 a.m. Luego iniciaron su marcha desde la Plaza y recorrieron el distrito comercial y el barrio chino.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, fue enseñado públicamente por primera vez en China hace alrededor de un cuarto de siglo, y ahora se practica en 76 países de todo el mundo, además de Hong Kong, una Región Administrativa Especial de China, y Taiwán.
Falun Dafa incorpora cinco juegos de ejercicios lentos de qigong junto a enseñanzas espirituales tradicionales basadas en los principios de “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”. Después de su introducción al público chino, Falun Dafa se hizo inmensamente popular, con un estimado estatal de 70 millones de adherentes en 1999. Fuentes de Falun Gong dicen que el número era de más de 100 millones de practicantes, o sea, una de cada 13 personas en China.
Sin embargo, el cabecilla del Partido Comunista se volvió hostil hacia este pacífico y apolítico grupo, un desarrollo que culminó en julio de 1999 con una campaña sin cuartel para erradicar a Falun Gong. Millones de personas han sido detenidas y se han verificado miles de muertes individuales en custodia de tortura y abuso, aunque el número real de muertes se estima en más de un millón, principalmente por el crimen de sustracción forzada de órganos cometido en hospitales de toda China.
Investigadores de derechos humanos han presentado evidencias de que la persecución en contra de Falun Gong representa para el régimen chino un enorme número de donantes vivos para ser asesinados a pedido en el lucrativo comercio de órganos, tanto para clientes locales como extranjeros.
El informe “Cosecha Sangrienta/El Matadero: Una actualización”, publicado en junio, estima que entre los años 2000 a 2015 se realizaron 1,5 millones de trasplantes, cuya fuente más probable son los practicantes de Falun Gong. El informe también concluye que en la mayoría de los casos el trasplante del órgano significó asesinar al donante.
Debido al control total de los medios de comunicación en China, que bloquea la escala de la actual persecución que enfrentan los practicantes de Falun Dafa en China, eventos públicos como desfiles son cruciales para dar a conocer esta terrible realidad en Occidente.
“Es algo que no sabía”, dijo el médico jubilado Richard Brooks al hablar de la persecución. “Me resulta difícil entender por qué sucedería eso, en primer lugar”.
Kathy y su esposo Aaron Thompson, de Texas, estaban de visita en San Francisco. “Es muy emocionante”, dijo ella, y contó que antes había oído hablar de Falun Dafa pero no sabía que la persecución todavía estaba ocurriendo ni que eran víctimas de la industria de la sustracción de órganos en China.
“Están mostrando su cultura mientras informan sobre la persecución”, dijo su marido. Con respecto a la sustracción de órganos, él dijo: “Lo primero que pensé fue en Hitler y en lo que le hizo a los judíos”.
De acuerdo con un voluntario de la organización del evento, 3.000 personas participaron del desfile, mientras que la policía contó 5.000. Una conferencia de Falun Gong está prevista para el 24 de octubre, y el desfile es uno de los varios eventos anteriores a la misma.
La historia de un practicante
Falun Dafa se suele difundir de boca en boca.
“Un desfile como este es lo que me hizo comenzar [a practicar Falun Gong]”, dijo el practicante Joe Knox.
Él vio un desfile en Los Ángeles y pensó: “Hay una práctica de meditación que está siendo perseguida. Bueno, algo debe tener esta práctica de meditación”.
“El cambio más profundo es el enorme aumento de tolerancia”, dijo Joe contando cómo la práctica de Falun Dafa lo había cambiado. “Así que si estoy conduciendo en una autopista, por ejemplo, y alguien se me cruza por delante, antes me enfadaba mucho, pero ahora ni siquiera pienso en ello. Así que muchas de las cosas que antes normalmente me molestaban, ahora no me afectan”.
Joe solía hacer muchas actividades físicas, como bailar y surfear, y sufría muchas lesiones. Pero los efectos de las lesiones desaparecieron después de que comenzó a practicar Falun Dafa.
“Es casi como volver a tener una nueva juventud”, dijo Joe. “Todas mis articulaciones se curaron muy bien. Siento como si todo tuviera una mayor sensación de energía”.
Como maestro de escuela secundaria de la ciudad, tiene que trabajar con niños que enfrentan grandes desafíos y que representan un gran desafío para él. El aumento de tolerancia que ha experimentado después de comenzar con Falun Dafa le ayudó a mejorar su trabajo. “Soy capaz de ser un apoyo para ellos”, dijo él.
“Siento que estar aquí es realmente una obligación moral y también es un honor”, dijo. “Ya que me he beneficiado mucho con esta disciplina, necesito estar aquí para asegurarme de que la gente la conozca y que sepa que hay gente que está siendo asesinada por practicarla, y que la gente se dé cuenta de lo buena que es, porque hay mucha mala propaganda difundida por el Partido Comunista [Chino]”.
“No sólo es algo chino. Es algo mundial, algo humano”.
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