El papel del bibliotecario principal de una universidad difícilmente parece un puesto para convertirse en un multimillonario, pero Xiao Yuan, quien fue jefe de la biblioteca en la Academia de Bellas Artes de Guangzhou hasta 2006, logró llevarlo a cabo. Por una suma de alrededor de 5,4 millones de dólares.
Xiao robó más de 140 pinturas de grandes maestros en una galería bajo su cuidado y las reemplazó con falsificaciones que el mismo pintó, él lo admitió en la corte el 21 de julio.
Las contravenciones se efectuaron durante dos años, hasta 2006. Xiao sustituiría obras famosas que incluyen paisajes y caligrafías en una galería dentro de la biblioteca de la Academia de Bellas Artes de Guangzhou.
Las obras robadas mencionadas en la transcripción de la corte incluyen pinturas de artistas influyentes del siglo XX como Qi Baishi, que utiliza acuarelas, y Zhang Daqian, que representa paisajes y flores de loto. El mismo Zhang fue considerado un falsificador maestro.
Xiao dijo a la corte en su defensa que la práctica parece ser desenfrenada y el manejo de este tipo de pinturas no era seguro. Por ejemplo, dijo, que él ya había notado falsificaciones colgadas en la galería en su primer día de trabajo.
Más tarde, después de haber reemplazado algunas de las originales que quedaban con sus propias falsificaciones, se sorprendió cuando se dio cuenta de que sus cuadros falsos estaban siendo sustituidos por otros falsos.
«Me di cuenta de que alguien había reemplazado mis pinturas por otras porque podía discernir claramente que sus obras eran terriblemente malas», Xiao, de 57 años, le dijo al Tribunal Intermedio del Pueblo en Guangzhou, después se publicó un video de la audiencia de dos horas en su sitio web.
Xiao dijo que él no sabía quién había sustituido sus falsificaciones, pero que los estudiantes y profesores podían sacar pinturas de la misma manera que podían sacar libros de la biblioteca.
Él vendió 125 de las pinturas en subastas entre 2004 y 2011 por más de 34 millones de yuanes (5,4 millones de dólares), y utilizó el dinero para comprar apartamentos y otras pinturas. Los otros 18 que robó se estiman en un valor de más de 10 millones de dólares, según los fiscales.
Xiao se declaró culpable por cargo de corrupción por sustituir las 143 pinturas, y dijo que lamentaba profundamente su crimen.
Xiao dijo que detuvo su robo cuando las pinturas fueron trasladadas a otra galería. Fue jefe bibliotecario de la universidad hasta 2010, y sus crímenes salieron a la luz cuando un empleado descubrió lo que había pasado y fue a la policía.
Todavía no ha sido condenado, pero Xiao Yuan está lejos de ser el único guardián cultural en encontrar que la profesión por lo general tranquila ofrece una extraordinaria oportunidad para ganar riqueza ilícita.
En 2004, el jefe de protección de reliquias en la ciudad de Chengde, Hebei, fue condenado a muerte por su participación en el robo de 152 antigüedades, 70 de los cuales las había instalado en su casa y otras 40 las vendió. Cuatro de ellas eran de «primer grado», lo que significa que se encontraban entre las más importantes en el país.
El caso de Li Haitao fue el mayor robo de reliquias, sin incluir la masiva destrucción masiva de arte chino en la Revolución Cultural China durante seis décadas. A diferencia de Xiao Yuan, que sólo fue capaz de practicar su maña durante unos años, Li estuvo activo durante una década y tenía unos cuatro colaboradores.
En ambos casos, los expertos viendo los cuadros en casas de subastas en Hong Kong intuían que algo andaba mal. A pesar de la notable capacidad de Xiao Yuan para falsificar arte, se había olvidado de quitar el sello de identificación de las piezas que pertenecían a la Academia de Bellas Artes de Guangzhou. Un experto vio esto y avisó a las autoridades allí. En el caso de Li Haitao, el resultado fue similar: Sus reliquias fueron etiquetados «Ciudad Prohibida».
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