Las emisiones de radiación térmica captadas por los satélites pueden ser cada vez establecidas con mayor exactitud, en función de tecnologías de última generación. Es así que ahora se confirma en una franja de 1.000 quilómetros de extensión, entre las cordilleras antárticas de Argos y Fuji, un vasto campo donde el sensor infrarrojo térmico del satélite Landsat 8 ha cuantificado el valor más cercano a los 100 grados centígrados bajo cero que jamás se haya detectado en el planeta. El punto exacto de la detección más fría del planeta ha sido en los 90 grados de latitud, en una suerte de bajío entre las cordilleras.
Hasta ahora los rusos tenían el récord
El nuevo récord de mínima mundial, supera los de otro lugar inhabitado considerado hasta ayer mismo el más frío de la Tierra: la estación de investigación rusa Vostok en la Antártida oriental, que había registrado 89,2 grados centígrados bajo cero, en julio de 1983.
Fundada por la Unión Soviética en 1957, la base es rusa desde 1991, y operaba como estación de radio y observatorio meteorológico hasta su traslado en 1994, al área del Polo geomagnético donde es manejada por Rusia, Estados Unidos y Francia, de manera corporativa.
Con una temperatua media de 55º bajo cero, el área es virtualmente inhabitable no solamente por sus temperaturas, sino por la falta de humedad y de oxígeno, debido a la altitud y la fuerte radiación ultravioleta producto del agujero en la capa de ozono. Alejada completamente del mar, su noche polar es de las más largas del planeta.
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