El reconocido abogado chino Gao Zhisheng, que en los últimos tres años ha estado bajo arresto domiciliario, desapareció repentinamente de su casa el 13 de agosto.
Hasta el 15 de agosto no había novedades sobre su paradero.
Geng He, la esposa de Gao, vive en Estados Unidos y confirmó a New Tang Dynasty TV la desaparición de su esposo.
Geng contó que el 13 de agosto intentó llamar a su esposo, pero no logró ubicarlo. Finalmente se contactó con su hermano mayor, Gao Zhiyi, quien le informó sobre la desaparición de Gao esa mañana.
“El hermano fue a la casa de Gao alrededor de las 8 de la mañana para invitarlo a desayunar. Lo llamó varias veces, pero Gao no salió del cuarto. El hermano fue a su cuarto y vio que no había nadie. Hizo la denuncia ante la policía a las 9 de la mañana. La policía local fue a una montaña [en las cercanías] y buscó a Gao por todas partes”, contó Geng al periodista de NTD.
Geng dijo que hasta ahora no hubo noticias sobre Gao. Desde entonces estuvo intentando llamar al hermano de Gao, pero tampoco pudo contactarlo.
“Estoy muy nerviosa desde que me enteré. Hace más de ocho años que vivo en Estados Unidos. Aunque vivo en un país libre, no me siento relajada ni libre. Desde que liberaron a Gao de prisión hace tres años, el Partido Comunista Chino le impide ver a un dentista para que le arregle los dientes. Ahora se le han caído casi todos los dientes. Cada vez que veo comida, pienso en sus dientes. No me siento tranquila para nada”, dijo.
Los dientes de Gao están flojos y le provocan dolor después de muchos años de tortura.
Geng cuenta que la última vez que habló con Gao fue alrededor del 11 de agosto.
Cuenta que el Partido Comunista Chino nunca ha dejado de perseguir a su familia en China. Las autoridades chinas han confiscado los documentos de identidad de la familia de su hermana. Se les prohibió dejar su ciudad. Tiene miedo de llamar a su familia porque eso puede provocar que sean perseguidos.
La desaparición de Gao ocurre una semana después de que diera una entrevista a NTD TV.
El 7 de agosto le dijo a NTD en una entrevista telefónica que toda la gente en China había perdido la libertad y que viven como si estuvieran presos.
“En China, 1.300 millones de personas están bajo arresto domiciliario, no soy solo yo. Para la naturaleza humana, los derechos humanos, la humanidad y el mandato del Cielo, esto es una prisión. Mi mayor deseo es cambiar este perverso sistema para que el pueblo chino pueda llevar una vida normal y que China pueda volver a ser una civilización normal”, dijo.
Su desaparición también ocurre antes del 19º Congreso del Partido a realizarse este otoño, que siempre es un periodo sensible para el régimen chino.
De los elogios a la tortura
En un momento Gao fue elogiado por el Ministerio de Justicia de China como uno de los 10 mejores abogados de China. Gao, de fe cristiana, pasó a ser un enemigo del Estado cuando comenzó a brindar ayuda legal a practicantes de Falun Dafa, una de las comunidades espirituales más perseguidas en China.
Las fuerzas de seguridad china incrementaron su vigilancia sobre Gao después de que este escribiera cartas abiertas dirigidas a los líderes chinos condenando la persecución a Falun Dafa. Fue arrestado formalmente en 2006.
Gao pasó los ocho años siguientes entrando y saliendo de prisión, donde fue torturado con los mismos métodos que utilizan con los practicantes de Falun Dafa, incluyendo privación del sueño, golpizas brutales y descargas eléctricas.
En 2014 Gao fue liberado de prisión y colocado bajo una forma de arresto domiciliario en su provincia de Shaanxi natal.
Debido al acoso constante que sufrían, la esposa de Gao, Geng He, y sus dos hijos se fueron de China en 2009, y desde entonces viven en Estados Unidos.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.