En pocos días será el aniversario No 100 de la Revolución comunista Bolchevique en Rusia, y vale la pena recordar un incidente que ocurrió décadas más tarde en la China comunista durante le Revolución Cultural.
Una noche de 1966, justo luego de que se lanzara la Revolución Cultural, pandillas de Guardias Rojos comunistas armados con garrotes y otros instrumentos primitivos golpearon y estrangularon a cientos de aldeanos hasta la muerte, justo en las afueras de Beijing. La Revolución Cultural, que duró desde 1966 hasta 1976 (año en que murió el entonces líder Mao Zedong) tomó las vidas de millones de personas a través de asesinatos en masa y, según Hu Yaobang, ex secretario general del partido, “En esa época, se vieron afectadas cerca de 100 millones de personas; es decir, una décima parte de la población china”
En el distrito de Daxing, según la cifra oficial del total de muertos, unas 324 personas fueron asesinadas en agosto de 1966. En un artículo en retrospectiva publicado en The Economist hace más de una década, el aldeano Fu Yueying, describe cómo los lugareños fueron etiquetados como “elementos malvados” por los Guardias Rojos, porque supuestamente venían de familias de terratenientes. Fu dijo que ella se salvó porque la pandilla consideró adecuado su “trasfondo de clase”.
Para poner la masacre en perspectiva, la línea oficial del Partido Comunista en la masacre de la Plaza de Tiananmén de 1989, afirma que murieron entre 200 y 300 personas (los cálculos del número real varían ampliamente, pero muchos estiman el tope en alrededor de 1.000).
Es difícil medir el alcance completo del daño hecho por la Revolución Cultural, en la que Mao intentó remoldear completamente la sociedad y la cultura chinas. Mao y sus aliados llamaron a la juventud china a desechar los tal llamados cuatro viejos: pensamiento, cultura, tradición y hábito.
En términos de represión, cerca de una década más tarde, las investigaciones internas del Partido determinaron que 4,2 millones fueron detenidos, y más de 1,7 millones murieron por causas no naturales. No obstante, las estadísticas recabadas externamente, estiman la cifra de muertes no naturales en 7,73 millones.
Según el relato del líder chino Mao Zedong sobre la Revolución Cultural, “luego del caos, el mundo alcanza la paz, pero en 7 u 8 años, el caos necesita ocurrir otra vez”.
La masacre de Daxing fue ciertamente un caos. No se salvaron niños ni ancianos: las personas más ancianas que asesinaron tenían 80 años y los más jóvenes tenían apenas más de un mes de edad.
Yu Louwen, escribió en “Investigación de la Masacre de Daxing”:
Golpear a una persona hasta matarla era una práctica común. En la calle Shatan, un grupo de Guardias Rojas torturó a una anciana con cadenas y cinturones de cuero hasta que no pudo moverse más; entonces una mujer de las Guardias Rojas saltó sobre su cuerpo y le pisoteó el vientre. La anciana murió en el momento… Cerca de Chongwenmeng, cuando las Guardias Rojas registraron la casa de la “mujer de un terrateniente” (una viuda solitaria), obligaron a todos los vecinos a llevar una olla de agua hirviendo, que vertieron desde el cuello de la mujer para quemarle el cuerpo.
Varios días después, la hallaron muerta, con el cuerpo cubierto de gusanos… Había muchas formas diferentes de matar, como azotar con una vara hasta provocar la muerte, abrir el cuerpo con una hoz o estrangular con sogas… El método para matar bebés era el más cruel de todos: el asesino se paraba sobre una pierna del bebé y tiraba de la otra hasta abrirlo en dos.
Según Wang Youqin, de la Universidad de Chicago, conforme fue citado por The Economist, la masacre de Daxing fue parte de una serie de asesinatos en masa vinculados por la Revolución Cultural alrededor de Beijing. Las pandillas de la Guardia Roja asesinaron 2.000 habitantes de Beijing en dos semanas.
Mao (quien urgió a la población a “ser violenta”) y sus colaboradores parecían celebrar las matanzas. Lin Biao, en un discurso de 1966, llamó a la gente a tomar “las fuentes de producción” de los “terratenientes” pese a que el PCCh había confiscado muchas tierras de cultivo en campañas anteriores, conforme al relato sobre Daxing publicado por Washington Post tres décadas más tarde.
“Por supuesto, no aprobamos los ataques y los asesinatos masivos. Si las masas sienten un profundo odio hacia una persona malvada y si no podemos restringirlos con la persuasión, no forzaremos el asunto”, dijo el Ministro de Seguridad Pública, Xie Fuzhi, a la policía en 1966.
Se estima que el comunismo ha matado al menos 100 millones de personas, no obstante sus crímenes no han sido recopilados y su ideología aún persiste. La Gran Época busca exponer la historia y creencias de este movimiento, que ha sido una fuente de tiranía y destrucción desde su surgimiento.
Lea toda la serie de artículos aquí.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de La Gran Época.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.