El candidato republicano a la presidencia estadounidense, Donald Trump, viajó a México este miércoles para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto, en una rápida comparecencia conjunta y -antes de su llegada- ya llovían las críticas por las redes sociales.
Peña Nieto, en la residencia presidencial de Los Pinos, expresó a Trump que los emigrantes mexicanos son «honestos» y «trabajadores» y por ello «merecen el respeto de todos», en relación a los discursos discriminatorios que en los últimos meses propinó el magnate.
«La comunidad mexicana en Estados Unidos contribuye todos los días con su talento y trabajo» a «la prosperidad» de ese país, y son «gente honesta», «trabajadora», «personas de bien», que «respetan a la familia y la ley», señaló Peña Nieto en respuesta a los discursos de Trump, que según especulan muchos, podrían peligrar su triunfo en las elecciones tras perder su popularidad entre los votantes hispanos.
Donald Trump, por su parte, expresó que siente un «gran respeto» al pueblo mexicano pero reiteró e hizo énfasis ante el presidente de México, en la necesidad de construir «un muro para poner un alto a la inmigración» en la frontera común.
Aunque Trump últimamente flexibilizó su postura inmigratoria al abogar por una política «justa y humana», los mexicanos no han olvidado su antigua retórica e inclusive la legislatura mexicana, propuso declarar a Donald Trump como persona no grata en la ciudad de México.
Propongo ante el Pleno de @AsambleaDF declarar a Donald Trump como persona no grata en la Ciudad de México. pic.twitter.com/ZFqjGlz3Cc
— Vania Ávila (@VaniaAvila) August 31, 2016
Se estima que en Estados Unidos viven unos 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos que migraron obligados por la necesidad de encontrar un empleo que les permita subsistir y enviar dinero a sus familias.
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