Una reciente encuesta encontró que entre los padres estadounidenses, los latinos expresaron más preocupación acerca de los desafíos que sus hijos pueden enfrentar durante su crecimiento.
La encuesta que toca diferentes aspectos de la crianza de los hijos y la vida familiar en E.E. U.U., encontró que el bullying, la salud mental, la ansiedad y la depresión, encabezan la lista de preocupaciones de los padres estadounidenses con relación a los desafíos que sus hijos pueden enfrentar.
Sin embargo, en cada uno de las cuestiones evaluadas los padres hispanos expresaron más preocupación que otros grupos evaluados, según el nuevo estudio del Pew Research Center de esta semana.
“Más hispanos que padres negros o blancos dijeron que les preocupa que su niño o los niños sufran bullying, sean secuestrados, reciban una paliza, queden embarazadas o que su hijo varón deje embarazada a una muchacha en la adolescencia, sufran problemas con el alcohol, reciban un disparo, o tenga problemas con la ley”, afirma el informe.
Además, los padres hispanos tienen la misma tendencia que los padres blancos – y son mucho más propensos que los padres negros – a preocuparse por su niños cuando estos enfrentan ansiedad o depresión.
Cuando se adiciona la variable de ingresos económicos, es relativamente común para padres negros e hispanos, así como para aquellos con ingresos más bajos, el temor de que su hijo o uno de sus hijos puedan recibir un disparo en algún momento.
El tema de los ingresos económicos se involucra de forma determinante en los resultados de esta encuesta, y hace que las preocupaciones varíen dramáticamente entre padres que más y menos ingresos perciben.
Cincuenta y nueve por ciento de los padres en los hogares con un ingreso anual menor de $ 30.000 está preocupado de que su hijo sea secuestrado, frente a un 44% de padres con ingresos de $ 75.000 o más. Asimismo el 47% de los padres de menores ingresos temen que su hijo reciba un disparo, en comparación con el 22% de padres con superiores ingresos.
El Barrio
Un barrio determina a que escuela asistir, los amigos y que hacer en el tiempo libre.
La mayoría de los padres estadounidenses dijo en la encuesta que su barrio es excelente (34%) o muy buen lugar para criar niños (28%) y el 18% describió su barrio como regular (13%) o malo (5%).
Entre los latinos, sólo alrededor de cuatro de cada diez hispanos dijeron que su barrio es un lugar excelente o muy bueno para criar a los hijos, mientras que en el caso de los padres blancos aproximadamente siete de cada diez dijeron lo mismo.
De igual manera los padres negros (31%) e hispanos (29%) tienen más del doble de probabilidades que los padres blancos (12%) de decir que su barrio es un lugar regular o malo para criar niños.
En este punto las diferencias económicas también inciden en las preocupaciones de los padres.
Treinta y tres por ciento de los padres con ingresos inferiores a $ 30.000 clasificaron su barrio como regular o malo en comparación con el 7% de los padres de ingresos más altos.
Midiendo las actividades extra curriculares la encuesta encontró que el 84 % de los padres de ingresos más altos, dijo que sus hijos juegan deportes y realizan actividades atléticas, en comparación con el 59% de los padres con ingresos de menos de $ 30.000.
«Ya se trate de deportes o clases de música o clases de arte o de ballet u organizaciones como los Scouts, los niños de bajos ingresos están haciendo esas cosas, pero… pareciera según los resultados de nuestra encuesta que su acceso es probablemente más limitado porque esas cosas ocupan recursos valiosos que podrían destinar para pagar el alquiler u otras cosas más esenciales «, dijo Kim Parker, directora de investigación de las tendencias sociales de Pew a CNN el 17 de diciembre de 2017.
En las actividades atléticas, no hay diferencias significativas por raza: los padres de raza blanca (75%), negra (68%) e hispana (69%) son igualmente propensos a afirmar que sus hijos en edad escolar participaron en deportes en el año anterior a la encuesta.
La misma equivalencia tiene lugar entre los padres de raza blanca (55%), negra (47%) e hispana (52%), con respecto a afirmar que sus hijos tomaron clases de música, danza o arte en ese período.
Asimismo, en cuanto al acercamiento de los padres en la escuela de sus hijos, el 59 % de los padres con ingresos familiares de $ 75.000 o más, dijo que demasiada participación de los padres en la educación puede ser una cosa mala en comparación con sólo el 23% de los padres con ingresos menores de $ 30.000.
Es difícil saber el «por qué» detrás de este resultado, dijo Parker a CNN, y añadió que se podría conectar a los diferentes entornos escolares para los niños de los hogares de menores ingresos y superior.
“Si usted está preocupado acerca de la escuela de su hijo y el barrio alrededor de ella, es lógico pensar que usted podría pensar que nunca se puede estar demasiado involucrado en su educación, mientras que las familias con ingresos y educación superiores puede tener menos preocupaciones acerca de la seguridad de la escuela de sus hijos”, agregó.
La Familia
Según los últimos datos del Censo de Estados Unidos, el porcentaje de hogares monoparentales está creciendo – y las familias monoparentales son tres veces más propensas que las demás a vivir en la pobreza. Además, los resultados podrían apuntar a un signo de creciente ansiedad de los padres en todo el país, señaló Parker al diario USA Today, el 17 de diciembre de 2015.
«Los hogares monoparentales están en una posición económica mucho más vulnerables», manifestó.
De igual manera en 2014, según un nuevo análisis de los datos del Censo de EE.UU. realizado por Pew, el 21% de los niños que viven con dos padres que cohabitan sin casarse vivía por debajo del umbral de la pobreza.
Por el contrario, sólo uno de cada diez niños que viven con dos padres casados estaba en esta circunstancia. De hecho, más de la mitad (57%) de los que viven con padres casados estaban en hogares con ingresos de al menos 200% por encima de la línea de pobreza, en comparación con sólo el 21% de los que viven en hogares monoparentales.
Frente a esta tendencia nacional, la mayoría de los niños hispanos viven en hogares biparentales, y solo el 29 por ciento de los niños hispanos viven con un solo padre.
En total, el 43% de los niños hispanos viven con sus dos padres en su primer matrimonio, mientras que el 12% vive con sus padres en un nuevo matrimonio, y el 11% viven con padres que cohabitan.
Enfoques y preocupaciones de los padres
Entre todos los grupos raciales y étnicos, los hispanos (42%) son más propensos que los padres blancos (30%) o negros (31%) a elogiar demasiado a sus hijos.
Siete de cada diez hispanos (72%) se describen a sí mismos como sobreprotectores.
Por otra parte, aunque la mayoría de los padres dicen que están haciendo un buen trabajo criando a sus hijos, están casi uniformemente divididos sobre si los éxitos y fracasos de sus hijos son más un reflejo de la forma en que lo están haciendo como padres (46%) o de las propias fortalezas y debilidades de sus hijos (42%).
Los hispanos (57%), dicen que los éxitos y fracasos de sus niños son sobre todo un reflejo del trabajo que están haciendo como padres.
El 52% de los padres latinos dijo que es «extremadamente importante» que sus hijos obtengan un título universitario.
«En cada uno de estos elementos y otros analizados en la encuesta, los padres hispanos son más propensos que los padres blancos y negros a expresar su preocupación. Estas diferencias son conducidas, al menos en parte, por los altos niveles de preocupación entre los hispanos nacidos en el extranjero, que tienden a tener ingresos familiares más bajos y menores niveles de logro educativo de los hispanos nacidos en el país».
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