Shigeru Yokota, padre de Megumi Yokota, secuestrada por Corea del Norte en 1977 cuando tenía 13 años, y figura de peso en la lucha por el retorno de japoneses abducidos por Pionyang falleció el viernes en la ciudad de Kawasaki a la edad de 87 años, informó la familia.
Yokota luchó durante décadas por el retorno de su hija, uno de los 17 japoneses que según Tokio fueron secuestrados por Corea del Norte para impartir lecciones de cultura e idioma en programas de formación de espías en los años setenta y ochenta.
Pionyang, que retornó a cinco ciudadanos japoneses en 2002, asegura que el resto falleció -incluida Yokota- y que algunos ni siquiera pisaron nunca suelo norcoreano.
El régimen norcoreano envió las cenizas de Yokota a Japón, pero las pruebas de ADN dieron resultado negativo, por lo que su familia cree que aún sigue viva, al igual que sucede con otros secuestrados, cuyos certificados de defunción norcoreanos presentan todo tipo de irregularidades.
El secuestro de estos ciudadanos es el principal obstáculo entre Tokio y Pionyang, que no mantienen relaciones diplomáticas.
El caso de Megumi siempre se ha considerado el más simbólico, tanto por su corta edad cuando fue apresada y llevada en barco al país comunista, como por la incansable lucha de su familia para traerla de vuelta.
A Shigeru Yokota, que ha fallecido tras permanecer dos años hospitalizado por enfermedad, le sobreviven su mujer, Sakie, de 84 años, y sus hijos mellizos, Takuya y Tatsuya, nacidos después de Megumi.
En caso de seguir viva, Megumi, que tuvo en Pionyang una hija -con la que se reunieron sus abuelos maternos en 2011 en Mongolia- con un surcoreano también secuestrado por el régimen, tendría hoy 55 años.
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