Un gimnasio que abrirá pronto en Londres pretende funcionar como una especie de escuela en la que se dan lecciones sobre dieta y ejercicio e incluso impone penalidades a quienes no obtengan buenas calificaciones o a quienes no sigan adecuadamente el programa de 12 semanas que promueven.
Es que la novedad de Fe Fitness es precisamente que quienes no demuestren un compromiso con el programa, tanto en ejercicio como en alimentación y por extensión no demuestren resultados, serán suspendidos.
«Para aquellos que no sean capaces de comprometerse con un mínimo de asistencia al programa habrá una suspensión de la membresía, lo que los motivará a mantenerse enfocados», dice Justin Maguire, director del gimnasio.
Para Maguire es importante promover la idea del compromiso con un estilo de vida sano, por lo que quienes sean suspendidos tendrán la oportunidad de volver al programa si demuestran hacer un seguimiento de dos semanas a sus comidas. Esto, dado que comer saludablemente es, según él, el esfuerzo más simple que se requiere para tratar de cambiar.
Dado que lleva 15 años en el negocio fitness, Maguire dice que lo más difícil a la hora de ver resultados es lograr que las personas se mantengan comprometidas a un plan de ejercicio y alimentación sin sentirse abrumadas por los diferentes retos que la turbulenta vida laboral, familiar y personal significan para cada uno.
Por eso planteó la idea del gimnasio como una escuela, en la que se les pueda enseñar a las personas como modificar la estrategia dependiendo del día a día sin renunciar a estar saludables, pero estando dispuestos a asumir el compromiso.
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