Como vice jefe de la Comisión Militar Central del Partido Comunista Chino (PCCh), Guo Boxiong, ejercía gran poder. Ahora, habiendo sido expulsado y encarcelado, se volvió suicida, así lo reportó una revista radicada en Hong Kong.
Guo era un leal aliado del exlíder el Partido Comunista Chino, Jiang Zemin. Con Guo apoyándolo, Jiang fue capaz de mantener su posición como jefe de la Comisión Militar Central por dos años más, luego de que se retirara como líder del Partido en 2002.
Jiang era un líder de sangre fría que utilizaba tácticas violentas para asegurar su poder: apoyó la mano dura sobre los activistas democráticos estudiantiles durante la masacre de la Plaza de Tiananmén y lanzó un genocidio a nivel nacional para eliminar a los adherentes de la práctica espiritual Falun Dafa.
En el tiempo en que Guo tuvo a Jiang como su padrino político, aceptaba sobornos para otorgar ascensos y puestos militares y recibió coimas cuando el estado compró productos militares.
El periódico hongkonés Apple Daily reportó que Guo aceptaba cientos de millones de yuanes en sobornos.
Todo esto llevó a su caída. En julio de 2016, fue condenado a cadena perpetua por corrupción.
Después de todo, el líder actual Xi Jinping está en su tira y afloja político con Jiang y aquellos que siguen siendo leales a él. Como parte de su campaña anticorrupción, Xi removió a Guo y a muchos otros generales de alto nivel en las fuerzas armadas que son parte de la facción de Jiang.
Ahora en prisión, la vida de Guo está en marcado contraste con el estilo de vida de alto nivel que tuvo alguna vez.
Un artículo reciente en la revista hongkonesa Chengming, reportó que Guo Boxiong intentó suicidarse en prisión. Chengming a menudo ha publicado noticias importantes sobre la elite del Partido Comunista Chino, aunque también publica algunos artículos que no pueden ser corroborados.
El pasado marzo a Guo le dieron permiso para pasar tiempo de recreación en un campo abierto en los suburbios de Beijing que pertenece a las fuerzas aéreas.
Mientras daba vueltas, Guo repentinamente se abalanzó hacia la calle y se dirigió hacia un poste de luz cercano, contra el que golpeó su cabeza repetidamente. Fue enviado al hospital, donde el personal médico descubrió que su cráneo se había fracturado. Estuvo en coma por dos semanas y regresó a prisión a mediados de junio, una vez terminado el tratamiento.
Incluso cuando estaba esperando su juicio en 2015, Guo parecía suicida. El 12 de agosto de 2015, durante un cuarto intermedio en tribunales, Guo corrió hacia una ventana e intentó saltar, así lo informó Chengming. Terminó lastimándose la cabeza, tuvieron que hacerle puntadas y tuvo que quedarse en el hospital por medio mes.
En octubre de ese año solicitó analgésicos a sus guardias, afirmando estar adolorido. Cuando los guardias fueron a consultarle a un médico, Guo utilizó toallas en su celda para hacer una cuerda y atársela al cuello. Tiró la cuerda ajustadamente y perdió la conciencia. Nuevamente fue enviado a un hospital para ser tratado de emergencia.
Un mes después, mientras desayunaba por la mañana, Guo intentó arrancarse la lengua de un mordisco. Su hospitalización posterior hizo que su próxima sesión de juicio fuera pospuesta.
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