Las veterinarias tienen éxito por la atención de nuestras mascotas, a cuyo cuidado entregamos con confianza nuestros preciados animales domésticos, donde encontramos la mascota ideal de compañía o para darnos servicio. Pero cuando en lugar de recibir buen trato y atenciones debidas, sufren descuido, hambre y enfermedad, la reacción al maltrato animal en una veterinaria derivó en confiscación de animales y arrestos de responsables por crueldad animal.
Perros desnutridos, sin agua para beber, esqueléticos y gravemente enfermos, la mayor parte enjaulados, así como caballos grandes y pequeños desatendidos, fue lo que encontró la policía del condado Polk en Florida, Estados Unidos, cuando llegó a la veterinaria que hace 20 años fue autorizada.
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Entre las víctimas del maltrato animal encontradas en el lugar estaba Paige, una whippet blanca, que tenía tres tumores en su pecho. Cinco perros enjaulados carecían agua para beber, uno suelto en mal estado deambulaba por la propiedad y dos loros McCaw mostraban su pecho sin plumaje. Aunque 18 caballos miniatura tenían acceso a su alimento, otros diez caballitos y dos caballos grandes no podían llegar hasta el heno.
Algunos caballos tenían pezuñas tan grandes y tan enroscadas que cojeaban al caminar, lo que supondría un dolor extremo a los equinos. Un caballo cojeaba pues sólo podía usar tres patas para avanzar por las lesiones no atendidas en una de ellas.
“La residencia emitía un olor muy fuerte de amoniaco” y cuando las autoridades entraron a la propiedad la encontraron infestada de ratas, con objetos apilados hasta el techo y estrechas sendas para transitar. La casa misma, sin aire acondicionado, era “inhabitable para los seres humanos”, mientras los propietarios vivían en remolques separados en la propiedad.
Las autoridades confiscaron en el lugar 3 caballos, 28 caballitos y 8 perros. Los 3 caballos, 2 con menos de un año de edad, fueron llevados a cuidados médicos. Los propietarios -la veterinaria de 66 años y su esposo de 74 años- fueron arrestados y se les fijó fianza de 6 mil dólares a cada uno por 4 crímenes de crueldad animal y 5 por confinar animales sin alimentos ni refugio.
La doctora Gail Nichols obtuvo la licencia para la veterinaria en 1997 con sólo una citación de la autoridad en su expediente, trabajaba medio tiempo en el Hospital Veterinario de Gulfport y en la sala de emergencia animal de Pasco en Port Richey. Declaró que los animales eran de su propiedad pero no para su práctica veterinaria.
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Grady Judd, alguacil del condado expreso que el hecho de “que una veterinaria practicante y con licencia causara tanto sufrimiento a sus propios animales es sumamente preocupante”, añadiendo que esperaban ya “no se le permita tener o tratar a más animales”, informó la oficina del Sheriff de Polk, y el Nuevo Herald sobre este caso de rescate por maltrato animal.
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Algunos de los animales confiscados podrán tener una nueva oportunidad, pero otros no debido al grave estado físico en que fueron encontrados. Mientras los inculpados solicitan a la autoridad la custodia de los supervivientes, los animales confiscados reciben tratamiento y son resguardados por la autoridad a la espera de la audiencia de custodia.
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