Una gran cantidad de inmigrantes que viven en Estados Unidos envían dinero (remesas) a las familias que dejaron en sus países natales, siendo este solo una ayuda para algunas, mientras que para otras significan su ingreso total, según un informe de Inmigración.
Los inmigrantes que tienen salarios bajos -principalmente los recién llegados a EE.UU.-, envían dinero a menudo y en pequeñas cantidades, usualmente, de 200 a 300 dólares al mes. Sin embargo, según el informe, si han estado en el país por un tiempo más prolongado y están mejor económicamente, tienden a enviar dinero con menos frecuencia pero en mayores cantidades.
La comunidad latina en Estados Unidos ha crecido significativamente estos últimos años a pesar de los controles migratorios. Actualmente, la población latina está conformada por 55,2 millones de personas que habitan suelo estadounidense.
Entre los 55 millones de hispanos -que constituyen el 17% de la población total del país- el grupo predominante es el de los mexicanos.
Esto quiere decir que el 63% de hispanos en EE.UU son los vecinos mexicanos, luego le siguen los puertorriqueños, que con alrededor de 5 millones de personas llegan al 10% y después los salvadoreños y cubanos, cada uno con cerca de 2 millones, según Pew Research Center.
Por ello no es extraño que México sea el país que más dinero recibe desde Estados Unidos. El año pasado, este país recibió más de $17 millones en remesas, excediendo así la cantidad de inversión extranjera directa del país azteca.
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Además de México, entre los países que más remesas reciben son India y Filipinas. Ellas se han convertido en una fuerza considerable en la economía de muchos países, incluidos estos, según el informe de Inmigración.
Asimismo se estima que los residentes latinoamericanos en Estados Unidos envían en total unos 30 billones de dólares a sus países de origen.
Los inmigrantes envían el dinero a sus tierras de distintas formas, por ejemplo a través de un amigo de la familia que los visite. Otros hacen transferencias internacionales, pero en muchas oportunidades esta no es considerada la mejor alternativa ya que generalmente se debe pagar un cargo del 10% al 20% de la cantidad enviada. Además se puede incurrir en costos más altos debido al cambio de la moneda.
Sin embargo, existe una nueva opción muy práctica que consiste en una plataforma de comparación de transferencias internacionales, que ofrece al usuario las mejores alternativas en comparación con los bancos en más de 100 países y trabaja con proveedores calificados.
Con esta alternativa se obtienen tarifas de los proveedores de servicios de transferencia más bajas y con frecuencia estas llegan a ser sin cargo.
No solo se ahorra los cánones del banco sino que también es más expeditivo y simple, ya que para un inmigrante tampoco es tarea sencilla realizar esta gestión a través de los bancos estadounidenses si no cuentan con una residencia legal.
La mayoría de las remesas enviadas son destinadas a alimentos, bienes y servicios y cualquier sobrante es utilizado generalmente para mejoras en el hogar o compra de propiedad, según el reporte de Inmigración.
También está el caso de inmigrantes que se han convertido en residentes permanentes y han prosperado económicamente, que crean fondos que son utilizados para mejorar infraestructura, comprar computadoras para escuelas, instalación de acueductos y otras inversiones en sus países de origen, aunque estos representan el menor de los casos.
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