Este martes investigadores de la prestigiosa Academia de Minería de Cracovia descartaron la existencia de un tren nazi enterrado cerca de Walbrzych, en el suroeste de Polonia, contrariamente a afirmaciones de dos cazatesoros.
Janusz Madej, profesor de geología de la Academia, quien estaba al frente de unas investigaciones en la supuesta localización del vehículo, indicó que «no existe tren en ese lugar» pero «quizás haya un túnel».
Madej declaró a la AFP que estaba seguro «al cien por ciento» de lo que afirmaba, aunque aceptó que el terreno tenía algunas anomalías.
Indicó además que su equipo «efectuó exámenes según tres métodos distintos: estudios magnéticos, gravimétricos y con georradares».
El polaco Piotr Koper y el alemán Andreas Richter, que anunciaron el hallazgo del tren a mediados de 2015, siguen convencidos de su existencia. Según ellos, el tren se encuentra en un túnel con raíles.
En una entrevista para la AFP, Koper dijo que está seguro de que su equipo logrará demostrar la existencia del tren. «Estoy convencido de que vamos a descubrirlo (…) Todavía necesitamos un poco de tiempo y tenemos que recurrir a un método más brutal, es decir, cavar», declaró.
El equipo de Koper y Richter indicaron que de ser necesario financiarían las excavaciones con sus propios fondos.
El Ayuntamiento de Walbrzych tendrá que decidir si se llevarán a cabo esas excavaciones o no, en vista de las conclusiones contradictorias de la Academia de Minería y de Koper y Richter.
La noticia de la existencia de un tren nazi suscitó el interés de medios del mundo entero y despertó unas leyendas nacidas tras la guerra según las cuales los soldados alemanes escondieron tesoros en esa región de Polonia, ante el avance del Ejército Rojo.
Algunos especulan con que los nazís sepultaron oro, obras de arte robadas a los judíos o la famosa Cámara de Ámbar de Catalina de Rusia, sustraída en su palacio de San Petersburgo.
La región de Walbrzych es ideal para quienes defienden estas hipótesis: los nazís construyeron ahí un inmenso complejo de vías subterráneas denominado «Riese» (Gigante), en los Gory Sowie (Montañas del Búho).
El conjunto, de unas 200 hectáreas de superficie, debía acoger uno de los cuarteles generales de Adolf Hitler y proteger a los allegados del dictador en caso de ataque.
Mientras cavaban esos túneles en la roca, miles de prisioneros de campos de concentración perdieron la vida. para borrar sus huellas, las entradas fueron destruidas con explosivos.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.