El 19º Congreso Nacional terminó el 24 de octubre, concluyendo una semana de negociaciones para determinar la nueva generación de liderazgo del Partido. Se eligieron 204 miembros del Partido Comunista Chino (PCCh) para ocupar las bancas del Comité Central. Y aquellos miembros del partido de alto perfil que fueron notoriamente dejados afuera tenían una cosa en común: su afiliación política a la facción opositora del líder del régimen chino Xi Jinping.
La excepción es Han Zheng. En una conferencia de prensa del 25 de octubre se reveló que el secretario del partido de Shanghai fue elegido para formar parte de la élite de siete miembros del Comité Permanente del Politburó, el órgano decisor más alto del Partido. Han tiene una larga carrera política en Shanghai que comenzó a fines de los ’80, cuando estableció lazos con Jiang Zemin, que fue jefe del Partido allí antes de convertirse en el líder del PCCh. La ciudad se hizo conocida como un caldo de cultivo para los aliados de Jiang.
Han tiene un legado político manchado en Shanghai. Dos grandes desastres enfurecieron a los ciudadanos locales: un incendio en un apartamento de Shanghai en noviembre de 2010 que mató al menos 58 personas y una estampida en el Bund en 2014 en la que murieron al menos 36 personas. Según la revista de Hong Kong Cheng Ming, Han también utilizó fondos públicos y dinero fiscal para ofrecer viviendas gratis y espaciosas a funcionarios retirados de nivel departamental o más alto, pero dejó de hacerlo cuando Xi fue secretario de partido de la ciudad por un breve período en 2007.
Hacer entrar a Han y dejar afuera del Comité Central a tres funcionarios de la facción de Jiang -Zhang Dejiang, Zhang Gaoli y Liu Yunshan- es un signo de que Xi consolidó su poder enormemente. Él puede no solo ejercer mejor sus políticas a lo largo del país, sino que puede extender su influencia en Shanghai, una de las ciudades más importantes de China. En efecto, luego de que Han deje su puesto en Shanghai para unirse al Comité Permanente, Xi podrá elegir el reemplazo de Han.
Zhang Dejiang, Zhang Gaoli y Liu Yunshan eran miembros del anterior Comité Permanente del Politburó y habían ascendido a sus poderosas posiciones debido a su lealtad al anterior líder del partido Jiang Zemin. A pesar de que puede parecer que renunciaron naturalmente debido a una regla tácita del partido sobre la edad de retiro -nadie en el comité debe tener más de 67 años de edad- su partida también fue una señal de que Xi había consolidado aun más su poder contra Jiang. Desde que Xi tomó el poder hace cinco años, ambos lucharon entre sí por tener el control del partido.
Zhang Dejiang, que antes estaba en tercer lugar después de Xi y del primer ministro Li Keqiang en el Comité Permanente, era también el vicejefe de la Comisión Nacional de Seguridad. Tenía profundas raíces en Chongqing, un hervidero de actividad de la facción de Jiang, y fue el secretario del partido de la ciudad entre marzo y noviembre de 2012. Tanto su predecesor Bo Xilai como su sucesor Sun Zhengcai tenían vínculos con Jiang y como resultado fueron purgados en la campaña anticorrupción de Xi. Hace solo unos días, Liu Shiyu, jefe de la Comisión Regulatoria de Tïtulos Valores de China, acusó abiertamente a Bo y a Sun, entre otros, por conspirar para realizar un golpe de estado en contra de Xi.
En cuanto a Zhang Gaoli, se ganó el favor de Jiang durante una viaje de turismo al Monte Tai. Zhang demostró su lealtad al cerrar el área para los turistas, permitiendo que Jiang disfrutara de la vista en soledad. Zhang era jefe del comité que supervisa el proyecto de infraestructura ‘Un cinturón, un camino’, una iniciativa de Xi para abrir rutas de comercio con países en Europa y África. La editorial de negocios china Caixin Weekly dio a entender que Sun estaba siendo investigado por corrupción debido a que malversó fondos de la iniciativa.
Durante años, Liu Yunshan, también miembro del Comité Permanente y jefe del departamento de propaganda, llevó a cabo los planes de Jiang, incluida la persecución a la práctica espiritual Falun Dafa. Su departamento de propaganda lanzó campañas difamatorias en los medios de comunicación estatales para calumniar a Falun Dafa y sus adherentes.
Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, es una práctica tradicional de automejoramiento, que enseña los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, así como una serie de cinco ejercicios suaves de qigong. En julio de 1999, Jiang lanzó una persecución a nivel nacional contra un estimado de 100 millones de adherentes de la práctica, con lo que cientos de miles fueron llevados ilegalmente a cárceles, campos de trabajo forzado y centros de lavado de cerebro, según reportes del Centro de Información de Falun Dafa.
En los últimos años, Liu vio su influencia política ser socavada lentamente por Xi. En octubre de 2014, durante el 4º Plenario del Comité Central, el departamento de propaganda de Liu no acogió una reunión clave hasta el día posterior a la conclusión del plenario. Los analistas de China observaron que el retraso de la reunión era una fuerte indicación de que el departamento de propaganda había perdido su importancia y su estatus político.
Además de la ausencia de funcionarios poderosos de la facción de Jiang en el Comité Permanente, varios aliados clave de Jiang también faltaron en los nuevos roles de liderazgo. Men Jianzhu, exjefe del aparato de seguridad y miembro de la «pandilla de Shanghai», un grupo de funcionarios que deben sus carreras al padrinazgo político de Jiang, fue dejado afuera del Comité Central.
La Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Dafa (WOIPFG, según sus siglas en inglés), una organización cuya misión está en su nombre, nombró a Meng, Zhang Dejiang y Zhang Gaoli como perpetradores a la cabeza de la persecución.
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