Gran sorpresa causó el anuncio realizado por Barack Obama y Raúl Castro, el pasado miércoles 17 de Diciembre, fecha que pasará a la historia como un nuevo capítulo de la relación entre Cuba y Estados Unidos, por estár precedido por años de tensión y altibajos.
Apenas separadas ambas naciones, por un espacio marítimo entre la Isla cubana y el Estado de Florida en Estados Unidos, por 170 kilómetros, comparten una historia que tiene páginas muy significativas, remontándonos a 1898 durante la administración de Theodore Roosevelt, este ayudó a Cuba a independizarse de España.
Mediante los acuerdos del Tratado de París, los estadounidenses tomaron control de la isla hasta 1902, al año siguiente el gobierno cubano entregó 72 kilómetros de la bahía de Guantánamo a Estados Unidos para construir una estación naval. A cambio, el país norteamericano se comprometió a dar 4, 085 dólares anuales a la isla.
Hacia 1959, cuando Fidel Castro asumió el poder, Cuba dejó de aceptar los pagos de los estadounidenses, quien manifestó que la base naval de Guantánamo era «una daga clavada en el suelo cubano». (Años después el entonces presidente George W. Bush habilitó la base como un centro de detención para sospechosos de terrorismo que despertó controversia sobre la legalidad de la prisión, y la violación a los derechos humanos de los presos, derivado de los ataques sufridos por Estados Unidos en 2001); en 1959 tras el derrocamiento del presidente Fulgencio Batista, al triunfar la revolución popular de Fidel Castro en 1960, se adoptaron las políticas del comunismo, con el apoyo de la Entonces URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, con quienes se dieron amplios programas de intercambio que debido al periodo conocido como “la Guerra Fría”, posterior a la segunda guerra mundial, las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, se significaron por un creciente armamentismo nuclear y espionaje entre ambas naciones
Para esos años anteriores a la revolución cubana había una gran presencia norteamericana en la isla, caracterizada por casinos y hoteles, sin embargo al año siguiente de que el gobierno castrista asumiera el poder en Cuba, propiedades estadounidenses por valor de más de 1,000 millones de dólares fueron nacionalizadas.
En respuesta a dicha afectación de intereses de nacionales norteamericanos, Estados Unidos impuso un embargo en un intento desestabilizar el régimen comunista. Se iniciaba así uno de los embargos más largos que haya decretado el gobierno norteamericano contra un país (más de cinco décadas); hacia el año de 1961, tras la imposición del embargo hacia la isla, el gobierno estadounidense y Cuba terminaron sus relaciones diplomáticas.
En abril, exiliados apoyados por Estados Unidos invadieron la isla cubana en Bahía de Cochinos, y sufrieron una humillante derrota; en 1962, en pleno escenario de la Guerra Fría, la Unión Soviética instaló misiles en la isla.
Lo que provocó una gran tensión entre Estados Unidos y Rusia, ya que mediante sobrevuelos a la isla cubana, la agencia de inteligencia norteamericana ya había obtenido fotografías de la instalación de plataformas de lanzamiento de proyectiles, ese enfrentamiento terminó cuando, Estados Unidos prometió formalmente no invadir a Cuba y que retiraría sus misiles de Turquía, así , los soviéticos salieron del Caribe; hacia el año de 1980 Fidel Castro permitió a todos los cubanos que desearan salir de Cuba libremente (desde el puerto Mariel), y de esa manera entre abril y septiembre de ese año, se estima que más de 124,000 migrantes isleños llegaron a las playas de Florida.
En 1996 el Presidente Bill Clinton firmó la Ley Helms-Burton, con lo que se reforzó el embargo de Estados Unidos contra Cuba y se agravaron las tensiones entre ambas naciones; en septiembre de 1998, 10 personas fueron arrestadas en Florida bajo los cargos de espionaje para el gobierno de Cuba.
En la acusación, se hace referencia a que los ocho hombres y las dos mujeres detenidas intentaron infiltrar a grupos cubanos en instalaciones militares de Estados Unidos. Dentro de los imputados, se identificaron a cinco oficiales de inteligencia de la isla; en 1999, tras encontrar a un niño cubano sobreviviente de un naufragio, se desató un conflicto entre ambas naciones por su custodia.
En Miami, los familiares de Elián González sostuvieron un pleito legal con su padre, quien vivía en Cuba. El conflicto terminó en 2000, cuando fuerzas armadas estadounidenses regresaron a González a la isla. En 2001, los cubanos Rubén Campa, René González, Gerardo Hernández, Luis Medina y Antonio Guerrero fueron declarados culpables de los cargos y sentenciados a prisión, por el gobierno norteamericano, en el año 2002, un expresidente de Estados Unidos visita Cuba. (Por primera vez desde 1928), Con este hecho, Jimmy Carter dialoga brevemente con la administración castrista y relaja las tensiones entre ambos países, en el año 2008, Fidel Castro renuncia a la presidencia de Cuba y deja en su lugar a su hermano menor, Raúl, quien participó con él en la revolución cubana.
Luego de que en 2006 fuera intervenido quirúrgicamente, en diciembre de 2009, el contratista estadounidense Alan Gross, fue acusado por el gobierno cubano de colocar conexiones ilegales a internet. Se le sentenció a prisión, pese a que el oriundo de Maryland declaró que las conexiones eran para la comunidad judía y no amenazaban al régimen, en el año 2011, Uno de los cinco espías cubanos, René González, sale en libertad condicional luego de 13 años de prisión en Estados Unidos; en febrero del año 2014, tras 15 años tras las rejas, el agente acusado de espionaje para el régimen cubano, Rubén Campa, recupera su libertad. El pasado 17 de diciembre, luego de que la isla diera a conocer la liberación del contratista Alan Gross, (quien estuvo prisionero por 5 años), se hizo un intercambio con la repatriación de Gerardo Hernández, Luis Medina y Antonio Guerrero, los tres agentes cubanos que continuaban presos desde 1998 por cargos de espionaje.
Es precisamente esta fecha, el 17 de diciembre, tras más de una año de conversaciones mantenidas en total hermetismo entre los dirigentes Barack Obama y Raúl Castro, con mediación del Vaticano representada por el Papa Francisco y los buenos oficios del gobierno canadiense, cuando se dio el histórico anuncio de la reapertura de las embajadas, cerradas desde 1961, y la normalización de sus relaciones. Estados Unidos en la isla aparte de la base de Guantánamo, sólo tenía una oficina de intereses.
Con ese anuncio, además de la reapertura de embajadas y medidas para facilitar los viajes y el comercio, se espera una serie de intercambios comerciales que traerán muchos cambios a la isla, así el gobierno norteamericano, mediante anuncio del secretario de Estado John Kerry, se revisará si Cuba debe permanecer dentro de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, hecha por Estados Unidos y el gobierno estadounidense tomará pasos para incrementar los viajes, el comercio y el flujo de la información entre ambas naciones. Así como el crecimiento de las conexiones de telecomunicaciones entre ambos países.
El presidente Obama explicó que estos cambios incluyen abrir embajadas y permitir mayores viajes y comercio, quien también dijo que funcionarios estadounidenses visitarán Cuba para hablar sobre intereses compartidos en temas como migración y contraterrorismo. Además se anunció que se permitirá que los viajeros de Estados Unidos usen tarjetas de débito y crédito estadounidenses en Cuba.
“Creo en el libre flujo de la información, lamentablemente nuestras sanciones le han negado a los cubanos acceso a tecnologías que ha dado mucho poder a individuos en todo el mundo, así que voy a promover las conexiones entre Estados Unidos y Cuba”; “50 años han mostrado que el aislamiento no funciona”, dijo Obama sobre el embargo impuesto en la década de los 60. “Todos somos americanos”, agregó en español durante el anuncio realizado este miércoles. “A través de estos cambios intentamos crear mayores oportunidades para los estadounidenses y los cubanos, y comenzar un nuevo capítulo entre las naciones de América”, destacó el mandatario.
Derivado del anuncio de Obama, ambas naciones realizaron un intercambio de prisioneros, entre ellos Alan Gross que llegó a Estados Unidos la mañana de este miércoles, y una fuente de inteligencia de Estados Unidos que estuvo prisionero por 20 años, a cambio de dejar libres a tres espías cubanos.
Por su parte, Raúl Castro, en su discurso, dijo que esta «decisión del presidente Obama merece el respeto y reconocimiento de nuestro pueblo». “Decidimos excarcelar a un espía de origen cubano que estuvo al servicio de esa nación. Por otra parte, basado en razones humanitarias, hoy también fue devuelto a su país el ciudadano norteamericano Alan Gross. De manera unilateral como es nuestra práctica, han recibido beneficios penales los reclusos correspondientes, incluida la excarcelación de personas sobre las que el gobierno de Estados Unidos había mostrado interés”.
No obstante lo anterior, el hermano del líder revolucionario Fidel Castro afirmó que el problema principal no se ha resuelto a pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas. “El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos a nuestro país debe cesar. Aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley, el presidente de los Estados Unidos puede modificar su aplicación bajo el uso sus facultades ejecutivas”.
Castro reconoció que, aunque los países tienen profundas diferencias en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior, Cuba está dispuesta a continuar las negociaciones y pidió al gobierno de EU de mejorar el clima bilateral. “Los objetivos alcanzados demuestran que es posible encontrar solución a los problemas. Debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias”, afirmó Raúl Castro. También agradeció especialmente las gestiones de Canadá y, sobre todo, del papa Francisco. «Quiero reconocer el apoyo del Vaticano y en especial al papa Francisco al mejoramiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos», señaló.
Al respecto, el presidente Obama apuntó que el embargo que ha sido impuesto por décadas ahora es una legislación. «Mientras estos cambios se desarrollan buscaré que el Congreso realice un honesto y serio debate sobre levantar el embargo”, dijo Obama, quien enfatizó que las modificaciones realizadas son las que puede tomar como presidente.
El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, alentó a Obama en una carta, y durante su reunión de este año, a renovar las conversaciones con Cuba en busca de una relación más cercana. El papa celebró la “histórica decisión” del restablecimiento de relaciones entre ambos países. “La Santa Sede recibió delegaciones de los dos países en el Vaticano en octubre y contribuyó con sus buenos oficios para facilitar el diálogo en asuntos importantes, resultando en soluciones aceptables de ambas partes”, decía una nota del Vaticano.
Las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y Cuba se iniciaron en junio de 2013 y continuaron hasta noviembre de este año, facilitadas por el Gobierno de Canadá. Los presidentes Obama y Castro mantuvieron una reunión telefónica el martes para revisar los últimos detalles antes del anuncio de los cambios. La llamada duró entre 45 minutos y una hora y fue la primera comunicación a nivel presidencial con Cuba desde la Revolución Cubana.
Si bien es un logro diplomático lo alcanzado, lo cierto es que hay muchos aspectos muy delicados por revisar, como por ejemplo el tema de los derechos humanos en la isla y el de la democracia, es necesario que se transite hacia un sistema político de partidos en los que participen los ciudadanos y ese es uno de los temas que los republicanos enfatizan para apoyar las gestiones logradas por el presidente Obama.
El primer paso ya está dado, se habrá de trabajar por ambos gobiernos con mucha sensibilidad política y al pueblo cubano se le abre un horizonte que varias generaciones inútilmente esperaron, porque no lo vieron llegar. Un logro para todos los participantes, especialmente al Papa Francisco, quien ha dado una nueva esperanza a los espacios de libertad y dignidad de los seres humanos.
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