BUENOS AIRES, Argentina – El Hospital General de Niños Dr. Pedro de Elizalde – más conocido como Casa Cuna- recibió un importante aporte de manos de empresarios, artistas y políticos que participaron de la primera cena a beneficio de la institución organizada por su madrina, la empresaria Marina Dodero.
El evento se llevó a cabo con el objetivo de adquirir los equipos necesarios para seguir atendiendo a los más de 8.000 niños que son albergados y 500.000 que son atendidos anualmente en la institución.
En el discurso de bienvenida, Marina Dodero agradeció la presencia de los comensales y relató su experiencia al ponerse enfrente de este gran desafío. “Puse ante mí una prueba que me ha demostrado lo importante que es ayudar al otro”.
Asimismo Dodero manifestó que cuando la llamaron para honrarla con el nombramiento de madrina se le vinieron automáticamente a su mente las figuras de su madre y padre. “Siempre me gustó ayudar y mientras pueda no dejaré de hacerlo, ya que es algo que está en mis genes y en mis principios como ser humano y como ciudadana argentina”, dijo Dodero.
Si bien la madrina del hospital destacó sus capacidades operativas, también señaló que “falta mucho por hacer”. En ese sentido reconoció nuevamente a los presentes por su contribución y, en especial, agradeció el apoyo de sus colaboradores, amigos y familiares.
El hospital general de niños Pedro de Elizalde fue fundado en 1779 y es considerado el hospital de niños más antiguo del continente americano.
El periodista televisivo Roberto Funes Ugarte fue el encargado de conducir el evento, luego de hacer un recorrido por los 234 años de vida de la institución, destacó que el hospital “ha sido uno de los grandes ejemplos de la medicina infantil”.
Funes Ugarte además remarcó “la solidaridad y la vocación de servicio que tiene el argentino” y valoró el rol contenedor de la institución. “Esos chicos que andan solos por allí, tienen la posibilidad de tener una familia”.
Compartiendo la mesa con Marina Dodero se encontraban uno de los dueños del multimedio Clarín, Felipe Noble Herrera, y su esposa Vanesa Defranceschi Sadi –coordinadora en la Fundación Noble, la embajadora de Grecia Eleni Leivaditou de Bulgari y su esposo, y el Subjefe de la Policía Metropolitana Ricardo Pedace.
“Ayudar a los niños es ayudar a la vida”, exclamó emocionada la embajadora Leivaditou de Bulgari a La Gran Época, señalando que los niños son la vida porque representan el futuro y nuestro porvenir.
Los salones del Club Francés fueron decorados para la ocasión por la reconocida ambientadora Gloria César. Además de destacar la labor llevada a cabo por Casa Cuna durante todos estos años César le contó a La Gran Época: “quise colaborar aportando con muy poquita cosa pero por lo menos con lo que puedo, que es mi trabajo”.
La ambientadora destacó la importancia del evento, ya que la Fundación recién está “dando sus primeros pasos”.
“Me parece que ya empezamos bien”, comentó esperanzada. Gloria César reafirmó la importancia de ayudar a los demás bajo toda circunstancia. “Es parte de nuestra obligación social. Uno tiene que dar una parte de lo que recibe a los demás”; en particular, colaborar con la Casa Cuna “es muy importante porque es un hospital que atiende a los chiquitos desde que nacen hasta los 8 años, que es la época donde más se forman y donde más las enfermedades los pueden marcar para toda la vida”, agregó.
En el mismo sentido se manifestó el conductor Martín Wullich, “hay que ayudar no solo a Casa Cuna, sino a toda fundación que se proponga hacer algo por los otros”.
La cena reunió también a reconocidas figuras del ámbito político. Entre ellas, se destacó la ex diputada nacional y candidata a la vicepresidencia, la Dra. María Cristina Guzmán, quien manifestó la necesidad de difundir y apoyar estas causas.
“Cuestiones como estas pueden ser un ejemplo para que todos se animen y digan ‘si, puedo colaborar porque sé que va a ir a una causa que es justa, lícita y necesaria’; y que en definitiva están impregnadas con un sentido humanitario”. La diputada Guzmán agregó que uno de los principales problemas que atraviesa la humanidad hoy es la deshumanización, donde “al hombre se lo ve por el reloj o el auto que exhibe”.
“Lamentablemente estamos más en una sociedad que en general no se vale por lo que se es, sino por lo que se tiene”, añadió María Cristina Guzmán, al tiempo que resaltó la necesidad de “elevar lo afectivo y que todos podamos poner algo de eso. Y que de esas pequeñas conductas ejemplares se haga una cadena”.
La diputada agregó que a partir de estos casos se puede generar una suerte de “efecto de replicación” en los distintos ámbitos sociales, “lo podemos hacer en nuestro barrio, club o en donde sea”, dijo entusiasmada. En definitiva la Dra. Guzmán sintetizó que “esas nociones de dar la mano solidaria es una de las mejores que podemos tener y que nos valoriza a todos como seres humanos”.
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