Las industrias siderúrgicas de Argentina -al igual que las de otros países latinoamericanos- denuncian que las importaciones de acero provenientes de China son desleales y que este país no puede considerarse una “economía de mercado”. Esto afecta negativamente la rentabilidad de las empresas provocando despidos masivos que las siderúrgicas se vieron obligadas a realizar.
Sin condiciones de mercado y producido en fábricas estatales, el acero chino es un 6% más barato que el del resto del mundo, por lo cual las industrias regionales difícilmente puedan competir con un “Goliat” de este tamaño. Además, según consideran las patronales siderúrgicas, la desaceleración de la economía china está provocando que este país quiera colocar en Argentina (y Latinoamérica en general) los excesos que ya no puede ubicar en su mercado.
Un dato duro alarmante para considerar es que China produce la misma cantidad de acero que el resto del mundo (49,5 % de la producción mundial) y –de acuerdo a lo que se puede advertir sobre este régimen totalitario– las condiciones de trabajo y la mano de obra que se emplea es considerada “insalubre” y los empleados –cuasi esclavos- trabajan más de lo debido para satisfacer una demanda “exacerbada”.
Según informó la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO) en el primer bimestre de 2015, China embarcó hacia la región latinoamericana 1,7 millones de toneladas de acero laminado, 41% más que las 1,2 millones de toneladas registradas el año anterior. Asimismo, de la mano de esto aumentaron las importaciones de productos manufacturados con acero (productos metalmecánicos) como bicicletas, máquinas o heladeras, lo cual también alerta a otras industrias locales.
Este organismo además advirtió que el uso del acero en China creció apenas 1% en 2014 y la proyección es que siga decreciendo, no obstante ello las siderúrgicas chinas no han bajado el ritmo de producción.
El dumping, o vender en el exterior por debajo del costo de producción para ganar participación de mercado, es ilegal según las normas de la Organización Mundial del Comercio, por lo cual mediante un comunicado del pasado junio los empresarios de la Cámara Argentina del Acero solicitan que China no sea considerada “economía de mercado” (estatus que muchos países le han conferido) y que se detengan o regulen las importaciones provenientes de ese país.
«Por cada millón de dólares que ingresan en productos de China, se pueden perder hasta 64 empleos en América Latina«, alertó la entidad.
En Argentina la empresa más destacada del sector -Techint-, ubicada en la localidad de Campana (a 70 km. de Buenos Aires) elabora tubos de hierro para la industria petrolera y ha sido muy afectada por la injerencia china en el mercado. Esto presionó a reducir la capacidad operativa de la industria lo que devino en suspensiones rotativas a 3.300 empleados.
“La entrada de productos de acero provenientes de China a través de prácticas de comercio desleal nos afecta desde el punto de vista del volumen en nuestro nivel de producción y en la rentabilidad», advirtió Paolo Rocca, presidente de la organización Techint a Report Acero.
Hace 5 años atrás China tenía una participación de 6% en el mercado regional y ahora ya abastece el 13% del consumo de acero de la región. Esto alarma no solo a la industria siderúrgica sino a todos los argentinos -y latinoamericanos- que son testigos de cómo el régimen chino se va esparciendo como un virus en las células de los mercados locales.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.