La red de satélites militares y de inteligencia de Estados Unidos podría pronto ser controlada desde un único centro de comando, operado en conjunto por el Departamento de Defensa y la Comunidad de Inteligencia.
En este momento se están llevando a cabo algunas discusiones en los altos niveles sobre el centro de comando. El jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el Gen. Mark Welsh, dijo a Breaking Defense que entre los participantes de la discusión hay funcionarios de la Casa Blanca, el Consejo de Seguridad Nacional, el secretario de Defensa Ash Carter, el subsecretario de Defensa Bob Work, el secretario de la Fuerza Aérea, el Comando Estratégico y el Comando Espacial.
“Están todas las piezas”, dijo. “Sólo tenemos que asegurarnos de que las autoridades lo tengan en claro, esa es la parte difícil”.
Este es el último de los recientes desarrollos mundiales en cuanto a la guerra espacial, cada uno de los cuales es lo suficientemente significativo como para que los expertos se pregunten si está pasando algo más.
Los satélites son cruciales para que el Ejército de EE. UU. pueda defender al país y luchar guerras, por lo que los países rivales –en particular el régimen chino– han hecho de los satélites un objetivo principal en el caso de una guerra. El nuevo centro ayudaría a defender a estos satélites de los ataques, al asegurar que todos los satélites militares y de inteligencia de EE. UU. sean visibles y controlables.
“Una nueva estructura de comando está ciertamente garantizada”, dijo en entrevista telefónica Rick Fisher, miembro senior del International Assessment and Strategy Center.
La dependencia de Estados Unidos con respecto a sus satélites es fundamental, dijo, “y China ha estado apuntando sistemáticamente a estos”.
Ambiciones Tierra-Luna
En su nueva guía de estrategia militar anunciada en mayo, el Ejército Popular de Liberación (EPL) del régimen chino nombró al espacio y al ciberespacio como sus terrenos principales para la guerra.
La nueva estrategia del EPL nombra al dominio del espacio y del ciberespacio como “los máximos comandos de la competencia estratégica”, de acuerdo con un informe del 23 de junio de la fundación The Jamestown. La estrategia fue emitida por la Comisión Militar Central del régimen chino.
“El verdadero objetivo de China es tener el control del sistema Tierra-Luna”, dijo Fisher, y aclaró que no se trata de un concepto nuevo. Comentó que ya en la década de 1950, Estados Unidos y la Unión Soviética estaban viendo si era posible tener una presencia en la Luna.
Pero mientras que los Estados Unidos desde el principio consideró que sobrevivir a largo plazo en la Luna era tecnológicamente imposible, los chinos lo vieron de otra manera. Fisher dijo que ellos piensan que pueden hacerlo, “están determinados a lograr ese objetivo”.
Fisher agregó que las ambiciones del régimen chino con respecto a sus misiones espaciales no son únicamente científicas. Los programas están íntimamente relacionados con el Ejército Popular de Liberación y ya se han desarrollado recursos para los programas espaciales de China que los ayudarán a imponer el control militar en ciertas partes del espacio.
La guerra espacial, continúa Fisher, es el camino más directo para que le régimen chino compita contra el Ejército de EE. UU. En vez de intentar alcanzar tecnológicamente a la Marina o la Fuerza Aérea estadounidense, podría enfocarse en construir algunos misiles especializados, algunos aviones espaciales y una serie de plataformas para enviarlos a la Luna.
En una audiencia en el Congreso de EE. UU. realizada el 18 de febrero, Kevin Pollpeter, subdirector del Instituto sobre Conflictos y Cooperación Mundial de la Universidad de California, detalló los intereses militares del régimen chino con respecto a sus programas espaciales.
“Ciertamente, casi todas las fuentes chinas describen al espacio como ‘el máximo terreno alto’, lo que llevó a muchos analistas chinos a creer que la guerra espacial es inevitable”, dijo Pollpeter.
Agregó que los analistas chinos que escriben sobre el espacio “argumentan que se convertirá en el centro de gravedad de las guerras futuras, el cual hay que capturar y controlar”, y que el primer paso de estas ambiciones “es lograr la supremacía en el espacio”.
Estados Unidos despierta
La comunidad de defensa de EE. UU. parece estar despertando a esta amenaza emergente.
Justo antes de que se publicara la nueva estrategia del EPL, los máximos oficiales del Comando Espacial y de la Fuerza Aérea de Estados Unidos rompieron su silencio y advirtieron sobre las crecientes amenazas del régimen chino.
Durante el Almuerzo de Combatientes del 14 de abril en el Simposio Espacial en Colorado Springs, el Teniente General de la Fuerza Aérea, Jay Raymond, confirmó que el 23 de julio de 2014 el régimen chino había probado con éxito un misil anti-satélite.
También declaró: “Pronto, cada satélite en cada órbita podría estar en riesgo”, indicó Breaking Defense. Esta declaración ofrece cierto trasfondo sobre el porqué Estados Unidos está debatiendo sobre un centro de comando unificado para proteger a cada satélite en órbita.
“El desarrollo por parte de China de armas anti-satélite es provocador y altamente perturbador para las relaciones espaciales internacionales”, afirmó en entrevista vía email el Dr. Robert J. Bunker, profesor investigador adjunto en el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de EE. UU.
Bunker dijo que el foco del régimen chino para la guerra espacial es muy similar a su foco en el ciberespacio. Explicó que ambos “pueden ser utilizados contra el Ejército estadounidense, el cual tecnológicamente superior”.
Buena parte de la comunidad de defensa todavía no percibía claramente la amenaza que representan las armas anti-satélite del régimen chino. Pero esto cambió durante el simposio, según indicó William Triplett, ex consejero principal, al Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.
“Me han dicho que todo lo ASAT (anti-satélite) espacial de China ha estado circulando”, dijo en una entrevista anterior con La Gran Época. “Me contaron que es un tema candente”.
Cerca de dos semanas después de la conferencia, Raymond volvió a hablar, junto con el Gen. John Hyten, comandante del Comando Espacial de la Fuerza Aérea. Ambos aparecieron en un segmento de “60 Minutos” y ofrecieron una visión interna del Comando Espacial de EE. UU.
Triplett señaló que era muy poco común que el líder del Comando Espacial hiciera semejante aparición y contara tantas cosas, sin mencionar el hecho de que mencionó directamente al régimen chino. Dijo que “alguien en algún lado hizo una decisión política” al autorizar el acceso a 60 Minutos y permitir que se hicieran los comentarios.
David Martin, corresponsal de la CBS, destacó al comienzo del segmento que el rol del Comando Espacial es “parte de una batalla compleja –y en su mayor parte secreta– sobre lo que el Ejército considera el máximo terreno alto”.
Llamada política
Poco después del segmento en 60 Minutos, el Pentágono publicó su informe anual sobre el desarrollo militar y de seguridad del régimen chino, donde declaró que “China posee el programa espacial de más rápida maduración en el mundo”.
También decía que el “continuo desarrollo de tecnología espacial destructiva” del régimen chino es una “amenaza a todas las naciones que utilizan al espacio de manera pacífica”.
Las noticias de que Estados Unidos comenzaría pronto a construir un centro de comando conjunto para la guerra espacial comenzaron a surgir un mes después. Defense One informó el 23 de junio que el Pentágono estaba “apresurándose” para abrir el centro a fin de “eludir los ataques chinos y rusos contra satélites militares y gubernamentales de EE. UU.”
Está programado que el centro inicie sus operaciones dentro de seis meses, según un anuncio del subsecretario de Defensa, Robert Work, durante el simposio de GEOINT, una conferencia anual de inteligencia.
“La dura realidad que debemos enfrentar todos ahora es que si un adversario pudiera quitarnos el espacio, nuestra capacidad de proyectar un poder decisivo a través de distancias transoceánicas y superar adversarios en los escenarios que encontremos al llegar allí… se vería seriamente debilitada”, dijo Work según el informe de Defense One.
Cambio correspondiente
Rusia parece estar haciendo algo similar a lo que está considerando Estados Unidos. Su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, anunció el 3 de agosto la creación de una nueva división de las Fuerzas Armadas rusas: las Fuerzas Aeroespaciales. Esto pondrá a su fuerza aérea y a su nueva Fuerza de Defensa Aeroespacial bajo un comando unificado.
Aunque el foco del centro de comando unificado de Rusia será diferente al de EE. UU. Además de las fuerzas espaciales, también supervisará la fuerza aérea y sus defensas anti-misiles.
Según indicó The Moscow Times, éste se basa en las actuales Fuerzas de Defensa Aeroespacial de Rusia, que comenzaron en 2011, para defender el espacio aéreo ruso “de ataques aéreos y espaciales”.
Una razón principal para que Rusia profundice este sistema, dice, es que Rusia, Estados Unidos y China “están todos trabajando en armas anti-satélites que podrían llevar la guerra al espacio, provocando la necesidad de nuevas estrategias de defensa”.
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