Vivimos en una era digital y la tecnología se convirtió en una parte integral de cómo vemos, aprendemos e interactuamos con el mundo. Desde los computadores en la oficinas, televisores en casa, hasta los Smartphone en el bus o haciendo fila en los súper mercados, todos nosotros invertimos más de la mitad del día frente de una pantalla.
Por consiguiente, es normal que muchos nos preocupemos por los efectos físicos y mentales que tendrán en nosotros y en especial en nuestros hijos. Un gran número de estudios revelaron que hay una relación entre un niño que padezca de TDAH, obesidad, depresión, entre otras condiciones patológicas y el tiempo excesivo que pasa al frente de una pantalla.
Pero, a pesar de nuestras preocupaciones, la tecnología sigue ahí, y sobreproteger a nuestros hijos no será beneficioso ni práctico. Para poder salir adelante en este mundo moderno, los niños tendrán que acogerse a la tecnología sin que éste se apodere de ellos, y esto sólo se logrará con la ayuda de los padres.
En realidad, las computadoras y las tablets pueden ser una increíble oportunidad para que los niños y padres interactúen
Los niños que interactúan con sus cuidadores logran entrelazar una relación de dar y recibir- el bebé da una sonrisa y la madre devuelve otra. Esta relación no sólo construye y refuerza la sinapsis- las conexiones que dan pie a pensamientos complejos entre neuronas- pero también controla la producción de cortisol, una hormona de estrés que es importante para nuestra sobrevivencia pero perjudicial en altas dosis. El sistema de respuesta de estrés en los niños aún no se encuentra completamente desarrollado; los niveles tóxicos de cortisol pueden ser un verdadero problema.
La exposición de cortisol en niños está asociada a un sin número de problemas intelectuales y de comportamiento, de los cuales algunos persisten en la adultez. Distraídos por lo que está al frente de las pantallas, los niños podrían estar experimentando un tipo de abandono satisfactorio- felizmente navegar por la web o jugar mientras la otra parte de su cerebro intenta procesar una corriente de información.
Sin embargo, se debe hacer una importante distinción: cuando se trata de alimentar cerebros hambrientos, las tablets y los portátiles no son necesariamente tóxicos. Un estudio reciente encontró que los videojuegos pueden interrumpir la vida social y académica de los niños, pero se puede evitar si el niño tiene una relación fuerte con sus padres. En los hogares donde el vínculo es fuerte, las patologías asociadas con su uso- malas notas, comportamiento antisocial, etc. – simplemente no ocurren. Adicionalmente el restringir el comportamiento con los videojuegos no tiene ningún efecto sobre el comportamiento.
Pero, no usamos estos hallazgos como excusa para dejar que nuestros hijos jueguen todo lo que quieran sin ningún control (algo que suponemos también se consideró durante el estudio), nosotros sentimos que más bien resaltan un punto importante y frecuentemente ignorado: la tecnología no es ni buena ni mala. Más bien, es lo que hacemos con ella lo que cuenta. Si el niño crece dentro de un hogar amoroso y comprensivo, un poco de horas que se gaste jugando “Call of Duty” no le va a manipular la mente.
En realidad, las computadoras, las tablets y hasta los videojuegos pueden ser una increíble oportunidad para que los niños y padres interactúen. Si es un padre de familia, lea sobre los temas en internet que le gustan a su hijo; vean televisión juntos y hablen sobre lo que vieron durante los comerciales; jueguen “Angry Birds” o “Draw Something” o “Fruit Ninja”. Cualquier cosa que haga, hágalo interactuando y asegúrese que usted y su hijo lo hagan juntos.
Compartir el tiempo en computador puede lograr que el niño desarrolle habilidades técnicas y sociales para tener éxito en esta era digital. Los padres también pueden ayudar para asegurar que los niños no se sobrepasen en el tiempo al frente de la pantalla y amortiguar el flujo de químicos de estrés en sus sistemas ya sobre estimulados.
A la final, el uso de la tecnología se convierte en un tema menos del crecimiento infantil, ya que a largo plazo, ellos logran desarrollar una mejor capacidad para manejar su tiempo y una habilidad para moderar sus sistemas de respuestas al estrés. Pero fuera o dentro de la web, nunca está demás pasar tiempo juntos. Por lo tanto, se le sugiere a los padres que cojan una tablet, encienda el computador, tomen un control de juegos y disfruten un momento digital en familia.
Como padre de familia, podrá enseñarle a sus hijos algo, y considerando lo rápido que ellos aprenden a adaptarse a la nueva tecnología, prevalente ellos te enseñaran algo también.
Nicole Letourmeau es una asesora experta paraEvidenceNetwork.ca y profesora en las facultades de medicina y enfermería de la Universidad de Calgary. Justin Joschko es un escritor independiente que actualmente reside en Ottowa. Ambos escribieron “Scientific Parenting” ha sido publicado con Dundum Press. Este artículo fue previamente publicado en troymedia.com.
Las opiniones expresadas en este artículo son los puntos de vista de los autores y no necesariamente reflejan los de La Gran Época.
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