El reciente escándalo de blanqueo, evasión y fraude fiscal que involucra al banco estatal chino ICBC puso de manifiesto una serie de interrogantes y sospechas en la justicia española. Ante las fuentes de la investigación, se pone en evidencia que la entidad bancaria funcionaba como un canal de blanqueo, facilitando la introducción en el circuito financiero de fondos de origen ilícito de una organización criminal que habría incurrido en delitos de blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública, de contrabando y contra los derechos de los trabajadores.
En el libro de investigación periodística sobre China: “El imperio invisible”, el periodista Juan Pablo Cardenal en el 2013 ya mencionaba que el personal del ICBC no solo trataba de ofrecer un servicio normal bancario de asesoramiento comercial, sino también brindaba la capacidad de “falsificar los documentos” necesarios para justificar las transferencias. En base a fuentes policiales, el libro detalla el mecanismo utilizado por estas organizaciones para sacar afuera de China la mercadería de contrabando, después infiltrarla de manera fraudulenta en Europa, adulterarla en talleres clandestinos –sobre todo en Italia- y de ahí distribuirla a España desde donde se la comercializa. Una vez obtenido el beneficio, es enviado de regreso a China cerrando el círculo.
Cardenal argumenta que los métodos de blanqueo que salieron a la luz del ICBC son “sólo una de las formas que utilizan para defraudar”. También en el libro describe cómo, mediante el uso de mecanismos de compensación en paraísos fiscales (entregas de efectivo en España contra transferencias realizadas desde bancos en el extranjero), viajes en auto con bolsas llenas de dinero y efectuando remesas de dinero lo suficientemente pequeñas y fraccionadas, estas organizaciones evitaban el control de las autoridades competentes.
La única entidad financiera de las tantas utilizadas por las organizaciones criminales, que no generó ninguna alerta y no reportó ninguna operación sospechosa a las autoridades fue el ICBC.
El fraude fiscal, un gigantesco negocio en negro
La actividad económica de estas organizaciones, a la luz de las investigaciones tiene como propósito beneficiarse al máximo aumentando su capacidad de generar dinero, si fuera necesario, sorteando la regulación fiscal, aduanera o laboral. Son sobre todo las empresas que se dedican a la importación de productos “Made in China”, que llevan las prácticas de comercio más allá de la legalidad, falsificando sus declaraciones aduaneras para pagar menos IVA y aranceles en las aduanas europeas y- de esta manera- haciendo mucho más competitivos sus productos textiles, sus zapatos, sus juguetes y como consecuencia de esto, produciendo un daño económico enorme a sus competidores comerciales y a las arcas fiscales de los países que los acogen.
El problema que enfrentan estas organizaciones es cómo pagar a los proveedores y cómo repatriar a China beneficios generados en transacciones ilícitas. Al ser consultado por La Gran Época, Cardenal argumentó que estas actividades se sustentan sobre cuatro patas. Una de ellas es la “inmigración ilegal”, convertida en un negocio en sí mismo vinculado a la “explotación de mano de obra” en el país de recepción (talleres clandestinos, supermercados, etc.), la “importación de productos Made in China” cometiendo evasión, fraude fiscal y por último el “contrabando de productos de ilícito comercio” (medicamentos falsos, drogas, mercadería falsa, cigarrillos) que favorece el blanqueo de dinero.
Las organizaciones de la mafia china incorporaban personal de origen asiático al organigrama delictivo y les hacían abrir cuentas bancarias desde China para lavar dinero
Para seguir alimentando el negocio y poder sacar el dinero negro de la UE con destino a cuentas corrientes en China y Hong Kong, estas organizaciones implementan canales de blanqueo, haciéndose aún más imperativo cuando se involucran actividades ilícitas que movilizan ingentes cantidades de recursos. Las cuentas donde se ejecutaron los movimientos bancarios de la organización delictiva, ante el propósito de blanquear fondos de origen ilícito, mediante la utilización hasta el límite de lo permitido de los servicios de la entidad financiera se cerraban automáticamente una vez que se activaban las alertas y los órganos de prevención detectaban actividades sospechosas. La única entidad financiera de las tantas utilizadas (Sabadell, Mare Nostrum, Bankia, Unicaja, Banesto, Santander, Bankinter, Popular, BBVA, Caja España, Laboral, Catalunya Banc) que no generó ninguna alerta y no reportó ninguna comunicación de operación sospechosa a las autoridades fue el banco estatal ICBC.
La colaboración de las autoridades chinas es prácticamente inexistente (Juan Pablo Cardenal)
«El ICBC fue el banco en el que más operaciones realizó» señala el informe de investigación de la justicia española al que tuvo acceso el medio El Confidencial y que era el preferido de la organización delictiva, llegando a tener 35 millones de euros depositados. Los fondos eran remitidos a miembros de la organización en Asia sorteando no solo los controles de España, entre otros países. “Las empresas y las cuentas bancarias se estructuran de tal modo que posibilitan el blanqueo de ingentes cantidades de efectivo”, informa el documento policial. Además, funcionando como una agencia dinámica de trabajo temporal, incorporaban personal al organigrama delictivo y mediante la utilización de personas de origen asiático, abrían cuentas bancarias desde China y las cerraban a medida que los movimientos financieros se hacían demasiado evidentes.
El ICBC no es el único banco chino en la UE utilizado por las organizaciones criminales que está en la mira de la justicia por sospechas de blanqueo. Una reciente operación policial en Italia destapó el envío de 4.500 millones de euros desde ese país a China entre 2006 y 2010, de los cuales 2.200 millones se habrían canalizado a través de la sucursal del Bank of China en Milán, comenta Cardenal. En España, Italia o Francia, quienes combaten la delincuencia económica china advierten que “la cooperación de las autoridades chinas sería fundamental para neutralizar” con mayor eficacia todo el fraude fiscal y aduanero, la emigración ilegal, el contrabando y el blanqueo de capitales. Pero dicha colaboración «es prácticamente inexistente», argumenta el periodista.
Este escándalo, sin embargo, no impidió a Beijing salir en defensa de su mayor banco estatal al enterarse de la operación policial en la sucursal madrileña. La embajada china en Madrid protestó enérgicamente ante el gobierno español por las actuaciones policiales y judiciales. “Beijing se jacta de que uno de los principios que guían su política exterior es la no intervención en los asuntos internos de terceros países”. “En España a raíz de la macro-operación policial llamada Operación Emperador, que desbarató las estructuras de blanqueo creadas por estas organizaciones para sacar su dinero fuera de Europa para poder pagar a sus proveedores en China, la embajada china en Madrid presionó a las autoridades españolas de varias formas”, expresó Cardenal a La Gran Época.
El fenómeno de la corrupción hace ciertamente probable que haya funcionarios chinos de todos los niveles que estén implicados en el tema. En algunos casos hay funcionarios corruptos con conexiones con estas tríadas (Juan Belikow)
Pero este accionar de la embajada china no solo se dio en esa situación. Cuando la Audiencia Nacional española dictó a través de Interpol una orden de búsqueda internacional contra cinco líderes chinos acusados en España por crímenes de lesa humanidad, la diplomacia china ejerció presión al gobierno español lo que impulsó una reforma legislativa de urgencia que claudicó en la defensa de los derechos humanos universales. «Sólo hay que ver la reforma de la justicia universal que llevó a cabo España para que China eludiera su responsabilidad en determinados crímenes», afirma Cardenal. «El límite de la justicia universal tiene un motivo: se llama China«, aseguró al respecto el ex juez Baltazar Garzón.
Relación del Estado chino con las mafias
Al ser consultado por La Gran Época sobre el rol que ejerce el Estado chino para con las mafias chinas, el profesor Juan Belikow, especialista en mafia china argumentó que “el Estado Chino tiene en esa relación como un juego medio raro, ambiguo. El fenómeno de la corrupción hace ciertamente probable que haya funcionarios chinos de todos los niveles que estén implicados en el tema. En algunos casos hay funcionarios corruptos con conexiones con estas tríadas aunque el régimen formalmente las persigue bastante”.
Según Belikow, esta relación ambigua del régimen se manifiesta “mirando para otro lado” frente al tráfico ilegal de mercancía de todo tipo, particularmente de productos pirateados. Y en ese volumen de productos que proviene de China, pueden venir camuflados sustancias químicas ilegales o drogas sintéticas como las anfetaminas. El caso de las muertes de los chicos en Argentina en un evento en una discoteca de la Costa Salguero está vinculado a este tema, argumentó el profesor.
Con respecto al escándalo del banco estatal chino ICBC, Belikow responde que “hay una ambigüedad bastante exótica del Estado chino, por un lado ellos no desconocen que eso estaba ocurriendo, sin embargo nunca colaboraron y cuando la investigación les cae encima tratan de inventar haciendo una especie de parodia de separar el trigo limpio del trigo sucio y que eso no afecte”.
China es donde las ponderaciones del bolsillo superan a nuestras ponderaciones de corazón y de cerebro. Es un realismo pragmático poco sano donde abandonamos principios por conveniencia económica que tarde o temprano la terminamos pagando (Juan Belikow)
Recordó el profesor que la penetración de la economía china en Europa a través de España es «importantísima» y subrayó que hay polos industriales completos controlados por los chinos con una notable actividad de las mafias, donde tienen control total de productos relacionados especialmente con la piratería, incluso con otros negocios ilegales como la subfacturación, lavado de dinero, falsificación de productos, productos robados, etc. “Su capacidad de lobby realmente es significativa y obviamente sabemos cómo es la relación entre el sector privado y el sector público en China. Sabemos que detrás de muchas empresas comerciales chinas está el Ejército popular chino”, expresó Belikow a La Gran Época.
“China es un mercado que nadie se quiere perder y es donde las ponderaciones del bolsillo superan a nuestras ponderaciones de corazón y de cerebro. Es un realismo pragmático poco sano donde abandonamos principios por conveniencia económica que tarde o temprano la terminamos pagando”, enfatizó el especialista.
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