El miércoles, el principal negociador comercial de EE. UU. se opuso a la afirmación del exasesor de seguridad nacional John Bolton de que el presidente Donald Trump buscó ayuda del líder chino Xi Jinping para ganar la reelección, diciendo que es «absolutamente falso».
El Representante Comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer negó la acusación, que se detalla en un extracto de las polémicas memorias de Bolton, «La habitación donde esto ocurrió», cuya publicación está prevista para el 23 de junio.
El libro es un relato de Bolton del tiempo que estuvo trabajando como asesor de seguridad nacional desde abril de 2018 hasta septiembre de 2019 en la Casa Blanca, antes de que ser despedido por el presidente por diferencias políticas.
«Absolutamente falso, nunca sucedió. Estuve ahí, no recuerdo que eso haya sucedido», dijo Lighthizer en una audiencia del Comité de Finanzas del Senado el miércoles. «No creo que sea verdad, no creo que haya sucedido».
El miércoles se publicó un extracto de las 592 páginas de las memorias en varios medios de comunicación, incluyendo el New York Times.
La administración Trump demandó a Bolton el martes para que no publicara las memorias, argumentando que algunas partes de ellas estaban «llenas de información clasificada» y que comprometerían la seguridad nacional si se publicaban antes de que el gobierno las revisara. El gobierno está solicitando una audiencia en la corte el viernes.
Bolton en sus memorias acusó al presidente de pedirle a Xi en una reunión en junio de 2019 en Japón que comprara productos agrícolas estadounidenses para ayudarle a ganar estados de granjeros.
Trump «cambió la conversación a las próximas elecciones presidenciales de EE. UU., aludiendo a la capacidad económica de China para afectar a las campañas en curso, rogándole a Xi que se asegure de que él va a ganar», afirma el libro de Bolton.
Trump instó a China a «comprar todos los productos agrícolas estadounidenses que pueda», escribió Bolton.
«Él destacó la importancia de los agricultores y el aumento de las compras chinas de soja y trigo en el resultado electoral. Yo imprimiría las palabras exactas de Trump, pero el proceso de revisión previa a la publicación del gobierno decidió otra cosa», afirmó el exasesor de seguridad nacional.
Lighthizer desestimó la acusación el miércoles, argumentando que estaba presente en la reunión entre los dos líderes, y habría recordado el intercambio si fuera cierto.
«Hubo una reunión en los alrededores del G-20, en Osaka, entre el presidente y el presidente Xi, y yo estuve en esa reunión», dijo el representante de comercio en la audiencia del Senado. «No quiero que piensen que estoy siendo engañoso. Dije en qué reunión estaba, y esto nunca sucedió en esa. Seguro».
«¿Habría recordado algo tan loco como eso? Por supuesto que lo haría», dijo Lighthizer.
La demanda de la administración Trump presentada en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia el martes afirma que el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (NSC) «determinó que el manuscrito en su forma actual contiene ciertos fragmentos —algunos de hasta varios párrafos de extensión— que contienen información clasificada de seguridad nacional».
Su publicación «causaría un daño irreparable, ya que se podría esperar razonablemente que la divulgación de casos de información clasificada en el manuscrito causara un daño grave, o un daño excepcionalmente grave, a la seguridad nacional de Estados Unidos», decía la demanda.
El Departamento de Justicia (DOJ) pidió que el tribunal declarara que Bolton en sus memorias violó su acuerdo de no divulgación, al revelar información clasificada, lo cual es un delito federal.
El Departamento de Justicia pidió que el tribunal federal ordenara al exasesor de seguridad nacional que «instruyera o solicitara» a los editores Simon y Schuster que retrasaran la publicación para permitir que las memorias se sometieran a un proceso de revisión de seguridad nacional, y que «hiciera las eliminaciones necesarias de información clasificada».
La demanda también tenía por objeto ordenar al editor que «recuperara y se deshiciera» de los ejemplares existentes del libro.
El abogado de Bolton, Charles Cooper, dijo que estaban revisando la demanda y «responderán a su debido tiempo». Cooper dijo previamente que su cliente trabajó durante meses con la NSC para asegurarse que el material clasificado no fuera liberado.
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