Un reciente artículo del cuerpo interdisciplinario del Partido Comunista Chino que se refirió brevemente a la corrupción y al golf, ha sido ampliamente malinterpretado como la derogación de la vieja prohibición que recae sobre este deporte.
El golf es “sólo un deporte” y no está “ni bien ni mal”, declaró Discipline Inspection and Supervision News (Noticias de la división de Inspección de Disciplina y Supervisión), el periódico oficial de la agencia anticorrupción del Partido, en un informe publicado el 12 de abril. La declaración se hizo en el contexto de la explicación del artículo 87 del reglamento del Partido, el cual prohíbe a los cuadros poseer membresías obtenidas por medios deshonestos en clubes de deporte o golf.
El informe de la agencia anticorrupción fue tomado por varios emisarios de noticias como indicativo de que jugar al golf, un juego que fue ridiculizado por el Presidente Mao como el “deporte para millonarios”, es ahora legal en China.
“La guerra declarada al golf por parte de China finalmente terminó”, comentó Quartz en su reporte, citando a la fuente de noticias estatales, China Daily (Diario de China). El China Daily escribió que estaba bien que los cuadros del Partido jueguen golf “si lo pagan de sus propios bolsillos” sobre la base de que la agencia anticorrupción reconoció que “jugar el golf no es hacer algo malo” (las palabras originales en Chino eran “ni bien ni mal”). Mientras tanto, The Guardian (El Guardián) señaló que “El Partido Comunista Chino decretó” que “el golf ya no es un crimen”.
Pero el informe de la agencia anticorrupción sólo buscó explicar los matices de un artículo del reglamento del Partido, no confirmar o afirmar la legalidad del golf en China. De hecho, el artículo está explícitamente titulado “El Golf no es ni bueno ni malo, pero poseer membresías ilegales está mal”.
Dan Washburn, la autoridad principal de golf en China y autor de “El Juego Prohibido: Golf y el Sueño Chino”, le dijo al Washington Post: “Como es común en China, el lenguaje del reglamento sí parece vago, tal vez a propósito”.
“Pero el simple hecho permanece: En primer lugar, ningún funcionario del gobierno chino debería poder solventar jugar golf”, agregó Washburn.
El Golf todavía es un juego para los ricos en la China de hoy. Según datos de 2013, una partida de golf costaba más de 150 dólares en promedio, lo cual está fuera del alcance de un trabajador chino común y corriente del sector privado que gane alrededor de US$ 8.000 anuales, según lo informa la Oficina Nacional de Estadísticas China.
Washburn piensa que el Partido sintió la necesidad de clarificar el estatus del golf en China porque el deporte sería incluido en las próximas Olimpíadas en Brasil. “Pero con China, nunca se sabe”, le dijo al Washington Post.
El estatus legal del golf en la República Popular sólo fue clara en las primeras décadas del régimen comunista. Mao proscribió el deporte en 1949, pero luego de que se levantara la prohibición en 1984 como parte de las cruciales reformas económicas de Deng Xiaoping, el golf fue tolerado de forma semi-oficial.
El golf fue mediatizado nuevamente luego de que el líder del Partido, Xi Jinping lanzara una campaña anticorrupción en 2013. Varios oficiales expulsados fueron descubiertos abusando de los fondos privados o públicos de las compañías para consentirse jugando este deporte de elite. En marzo de 2015, Xinhua News Agency (Agencia de Noticias Xinhua) anunció el cierre de 66 canchas de golf construidas ilegalmente.
Dada la campaña anticorrupción en marcha, los cuadros del Partido pueden no estar muy interesados en ir a las canchas de golf incluso si los inspectores de corrupción dieron, en efecto, su tácito consentimiento.
Al fin y al cabo, las cuestiones de legalidad en China tienen mucha menor importancia que el clima político. Ninguna de las leyes sobre golf en China han cambiado –no pasó de ser ilegal a ser legal- pero el Partido les recuerda a todos que está mirando de cerca.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.