Luego de recibir una inusual compensación monetaria en un acuerdo legal en China, la familia de una prisionera de consciencia asesinada bajo custodia policial dice que no se ha hecho justicia completamente.
La familia de Xu Chensheng, quien murió en circunstancias misteriosas bajo custodia policial en 2012, dice que el caso fue arreglado fuera de la corte por un monto que es un tercio de lo que ellos creen apropiado, y que tuvieron que acordar no quejarse con autoridades de mayor rango.
Xu murió 12 horas después de ser arrestada por la policía el 16 de mayo de 2012. Su familia recibió US$ 47.500 a fines de 2016, luego de años de buscar justicia. En una entrevista del 9 de agosto, New Tang Dinasty Television confirmó que la familia recibió la suma completa.
Xu fue arrestada simplemente por distribuir material sobre Falun Gong, una práctica espiritual que ha sido brutalmente perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde 1999. Cientos de miles de practicantes han sido arrestados en todos estos años. En la mayoría de los casos, si logran tener un día en la corte, usualmente es un juicio de rutina antes de condenarlos.
El acuerdo es el primer caso públicamente reportado de una compensación del régimen chino por la muerte de un practicante de Falun Gong en manos de la policía.
Falun Gong es una práctica pacífica de meditación que incluye ejercicios lentos y una forma de vida dirigida por los principios de verdad, compasión y tolerancia.
Circunstancias sospechosas
En una entrevista exclusiva con New Tang Dynasty Television, el hijo de Xu, Yang Xujun, reveló detalles adicionales que rodearon la muerte de su madre. Una grabación de cámaras de seguridad muestra a Xu esposada a una silla en la estación de policía del distrito Beihu, sin comida, agua o la posibilidad de usar el baño durante más de doce horas desde las 10 de la mañana hasta las 11 de la noche. Uno de los oficiales la amenazó de «enviarla al cielo».
Alrededor de las 11 de la noche, se puede ver a su madre caminando sin ayuda hacia un auto de policía. No obstante, 15 minutos más tarde ella fue llevada al hospital sin latidos del corazón, sin respiración y declarada muerta.
Aunque el caso ha concluido, la causa de muerte de Xu aún se desconoce. La policía dijo que Xu murió de una «enfermedad súbita».
La policía no informó a la familia sobre la muerte sino hasta dos días más tarde.
«¿Cómo pudo haber muerto alguien tan saludable de repente?» Se pregunta Wang Fuhua, quien ayudó a la familia de Xu a buscar compensación.
«Le dijimos que nos rehusábamos a aceptar eso. Definitivamente exigiríamos compensación», dijo Wang.
Un proceso difícil
El proceso de buscar justicia en China no ha sido fácil. La familia inició una demanda en tres cortes diferentes, fue a 11 reuniones de coordinación con la policía local y le contó la historia a los medios locales.
Ninguna de las cortes respondió y ningún medio se atrevió a cubrir la historia.
Cuando la familia finalmente llegó a un acuerdo en la corte de mediación, el lenguaje del documento desviaba la responsabilidad de la muerte de Xu lejos de la policía, llamando al pago de la familia un «reintegro» en vez de una «compensación».
«Ellos querían decir que nos estaban reintegrando el dinero por razones humanitarias, pero que no nos compensaban por ser responsables de la muerte de mi madre», dijo Yang.
Yang reveló que fue amenazado por la corte para que no hiciera un juicio, pero logró un acuerdo fuera de la corte.
Según el abogado de Yang, si hubieran llevado el caso a juicio el monto estimado por compensación sería de unos US$ 165.000, más del triple de lo que recibieron como reintegro.
«Dijeron que habían peleado por el mayor monto posible. Si no aceptábamos el monto, ellos habrían iniciado un juicio en la corte», dijo Yang.
«El subjefe de justicia me dijo que lo más probable era que la corte no hiciera responsable a la estación de policía. Así que fuimos medio amenazados», dijo.
La compensación tenía también otras dos condiciones adicionales.
«La primera condición era que Yang fuese responsable de los costos de cremación. Él debía incinerar el cuerpo de su madre en cinco días. Otra condición fue que no podía apelar este asunto a ninguna corte u organización superior», dijo Wang.
Aunque la familia de Xu tuvo muchas tribulaciones durante la batalla legal, fueron conmovidos por el apoyo de los residentes locales de la ciudad de Chenzhou.
«Los ciudadanos de Chenzhou tuvieron una gran empatía por la víctima. Cuando se publicó su foto, mucha gente la vio y ofreció muchas ideas», dijo Wang.
«Mucha gente publicó la historia de la víctima en sus cuentas de Weibo y QQ. Mucha gente estuvo discutiendo el tema».
Chang Chun de NTD China News contribuyó a este artículo.
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