“Nunca más un Hiroshima y Nagasaki” es la voz que al unísono cada año se repite en el mundo, al recordar aquel 6 de agosto de 1945, día en que sorpresivamente a las 8:16 y 8 segundos explotó una bomba nuclear sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, destruyendo al instante a unas 130 mil personas (170 mil a 240 mil según Greenpeace) y ocasionando el desplazamiento de posiblemente otras 180 mil, quienes murieron en los años sucesivos por efectos de la radiación.
La bomba, llamada Little Boy por los constructores delProyecto Manhattan de Estados Unidos, fue la primera bomba nuclear lanzada en actividades militares y la primera basada en el Uranio.
La bomba nunca había sido testeada, pero se conocía que desencadenaría una reacción en cadena. Su núcleo de gran masa, al dividirse, causó una sucesiva división, dentro de lo que se conoce como fisión nuclear, diseminando el terror y la desolación en pocos instantes.
Un niño en Hiroshima de 1 año de edad miraba por la ventana cuando esto sucedió. Su madre cuenta con pena y dolor el trágico suceso a Dominic Moran de Greenpeace.
“Él estaba de pie junto a la ventana y creo que los fragmentos de vidrio le atravesaron la cabeza. Su rostro era un desastre a causa de la sangre que manaba”.
“Pero él me miró y sonrió, su sonrisa se ha mantenido pegada en mi memoria”.
“No comprendía lo que había sucedido y aun así me miró y me sonrió, mirándome a la cara, que estaba toda ensangrentada”, cuenta Eiko Taoka.
“Yo tenía un montón de leche, la cual bebió durante todo ese día. Creo que mi hijo chupó el veneno de mi cuerpo y poco después murió. Sí, creo que él murió por mí”, concluye Eiko Taoka en su declaración.
Días más tarde del desastre de Hiroshima, Estados Unidos lanzó una segunda bomba nuclear, esta vez en Nagasaki, el 9 de agosto de 1945.
El recuento de las personas vivas afectadas por las radiaciones en el año 2002 era de 285 mil, informa Greenpeace.
En una carta del 25 de julio de aquel año, el General Handy Thos informa al General Carl Spaatz, sobre la “bomba especial” que sería lanzada en Hiroshima, Kokura, Nugata y Nagasaki. Él explica que el avión que lanzaría la bomba sería acompañado de personal científico civil y militar “para observar y registrar los efectos de la explosión de la bomba. Los aviones de observación se mantendrán a varias millas de distancia del punto de impacto de la bomba”, señala la carta publicada en el medio Exordio.
En el comunicado se aclara que “la difusión de toda o parte de la información relacionada con el uso del arma contra Japón es reservada a la Secretaría de Guerra y al Presidente de Estados Unidos”, en ese entonces, Harry S. Truman.
El Presidente de Estados Unidos Harry S. Truman asumió el cargo el 12 de abril 1945, en plena segunda Guerra Mundial. Después de que Japón rechazara un llamado urgente de rendición por parte del Gobierno de Estados Unidos, Truman dio la orden de lanzar las dos bombas nucleares, informó La Casa Blanca. “Dos de ellas eran Hiroshima y Nagasaki. La rendición de los japoneses vino rápidamente”, agrega el comunicado.
Hiroshima es una ciudad construida en el siglo XVI alrededor de un castillo. Se amplió con un puerto en 1898 y fue el cuartel general de la guerra sino-japonesa entre 1894 y 1895. Su reconstrucción se inició en 1949 y en la ciudad se encuentra hoy el Memorial por la Paz.
Miles de guirnaldas con palomas de la paz hechas en origami adornan tradicionalmente esta fecha de luto nacional para Japón y que resuena en el mundo entero.
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