El parlamento italiano dio recientemente otro paso adelante para poner fin al tráfico de órganos en China.
El 31 de julio, ocho miembros del parlamento del partido Movimiento Cinco Estrellas propusieron una resolución con el fin de luchar contra el comercio ilegal de órganos en China y pidieron la liberación de todos los prisioneros de conciencia, incluyendo a los practicantes de Falun Gong.
La resolución pide que los representantes diplomáticos italianos eviten dar conferencias y reuniones sobre trasplantes de órganos en países que no respetan las convenciones internacionales y que se reconsidere entrenar a médicos chinos en técnicas de trasplante en hospitales italianos. También le pide al gobierno italiano que reconsidere los programas de investigación conjunta ítalo-chinos en medicina de trasplante.
«Recibí una recomendación de Médicos Contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH), y pensé que era apropiado registrar la resolución para que Italia pudiera ayudar en esto», dijo Emanuele Scagliusi, el primer signatario de la resolución y vicepresidente del Comité del Senado sobre Derechos Humanos para la Cámara Italiana de Diputados. DAFOH es un grupo ético que busca crear conciencia sobre los trasplantes ilegales de órganos.
La Comisión de Justicia de la Cámara Italiana de Diputados debe discutir la resolución en otoño (del hemisferio norte). «Presionamos para que se apruebe lo antes posible», dijo Scagliusi.
«La resolución ayudará a evitar la complicidad italiana» en el abuso de órganos de China, escribió el renombrado abogado internacional de derechos humanos, David Matas, en un email. «La resolución, por sí misma, no puede resolver el problema. Pero es un paso en la dirección correcta», agregó. En 2006, Matas y el ex miembro del parlamento canadiense, David Kilgour, fueron los primeros en investigar los alegatos de sustracción de órganos de prisioneros de Falun Gong en China. Falun Gong es una práctica tradicional china de meditación perseguida en China desde julio de 1999.
Los parlamentarios italianos ya habían tomado medidas para parar el abuso de trasplantes en el país. En marzo de 2014, el Comité de Derechos Humanos del Senado Italiano aprobó una resolución contra la sustracción forzada de órganos. Este marzo, el Senado aprobó una carta que castiga estrictamente a aquellos que se involucren en comercializar órganos sustraídos de personas con vida. Los que se hallen culpables enfrentarán hasta 12 años de cárcel, y multas desde los 50.000 a los 300.000 euros.
Un discurso preocupante
El zar de los trasplantes chino y ex viceministro de salud, Huang Jiefu, dijo durante una conferencia de prensa en Hong Kong el 21 de julio que hubo más de 12.000 trasplantes en China este año de una lista de espera de más de 30.000 personas, una declaración que hace pensar, porque China no sigue los estándares internacionales sobre donación de órganos, escribió el director ejecutivo de la DAFOH, Torsten Trey en un email.
«Muchos órganos entrados al sistema se obtienen a través del personal del hospital que van a los pacientes terminales, y le ofrecen a sus familiares incentivos monetarios, tanto como el salario de un año. Esta práctica viola los principios guías de la Organización Mundial de la Salud, la cual prohíbe incentivos financieros a cambio de donaciones de órganos», escribió Trey.
«En segundo lugar, si la gente se registra voluntariamente como donante de órganos, usualmente no fallecen hasta uno o dos años después. Por lo tanto explicar 12.000 operaciones de trasplante con un sistema público de donación de órganos que solo tiene 3 o 4 años, es sospechoso: sugiere que el sistema de donación de órganos chino está basado en la coerción», agregó.
De hecho, aunque el régimen chino dijo que acabaría con la práctica de sustraer órganos de prisioneros ejecutados en enero, no pasó una ley que haga cumplir la promesa, dijo Trey. Hasta el día en que prisioneros de conciencia como Falun Gong, no sean perseguidos por el régimen chino, es muy probable que estos grupos relegados continuarán sirviendo como fuente de órganos, agregó.
La evidencia
Investigadores de la sustracción de órganos como David Matas, David Kilgour y el periodista de investigación Ethan Gutmann, recolectaron evidencia de que hospitales públicos y militares en China están involucrados en el asesinato de prisioneros de conciencia, principalmente de Falun Gong, y que sustrajeron sus órganos para venderlos a compradores en China y el extranjero. Varios doctores y personal de hospital reconocieron abiertamente a personas que llamaron anónimamente del grupo de investigación de Kilgour y Matas, que tienen lista la provisión de órganos de practicantes de Falun Gong, y aseguran siniestramente sobre su calidad.
«La masacre», el libro de Gutmann sobre sustracción de órganos, publicado a principios de este año, documenta historias similares de practicantes de Falun Gong forzados a realizarse pruebas de sangre cuando los retienen en campos de trabajo o prisiones.
Matas y Kilgour estiman que unos 40.000 practicantes de Falun Gong perdieron la vida por la sustracción de órganos y Gutmann pone la cifra en 65.000. Los tres coinciden en que el número real podría ser mucho mayor.
Italia no es el único país que está intentando frenar el tráfico de órganos. El parlamento de Taiwán, el Yuan Legislativo, pasó una enmienda a sus leyes de trasplante de órganos el 22 de junio, que hace que los pacientes que buscan trasplantes de órganos en el extranjero, y los doctores que lo recomiendan, sean responsables de los órganos que reciben, en particular si vienen de medios ilegales.
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