Las autoridades chinas no han estado muy reservadas con sus ambiciones para gobernar la Internet, no sólo en China, sino también a nivel mundial.
El último paso en este esfuerzo se reveló el 25 de marzo, con la fundación de la primera organización nacional no lucrativa de China para la seguridad cibernética, la Asociación de Seguridad Cibernética China.
La asociación está siendo conducida por Fang Binxing, una figura clave que ayudó a construir el sistema del Partido Comunista Chino (PCCh) para censurar la Internet, el Gran Cortafuegos. Su secretario general es Li Yixiao, un investigador de la Academia China del Ciberespacio, y un defensor para que China regule la Internet a nivel global.
Cuenta con 275 miembros fundadores, entre ellos las principales empresas de Internet, compañías de seguridad informática, instituciones de investigación científica. Estos incluyen a Baidu, Alibaba, la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa, y otros.
Si bien el programa está siendo promocionado con la etiqueta de «ciberseguridad», esa frase tiene mucho más significado con el régimen chino. La cadena estatal de noticias Xinhua informó que funcionará como una «plataforma de cooperación» para cualquiera que esté interesado en trabajar con China sobre «la seguridad del espacio cibernético».
Los medios estatales chinos repitieron que el interés de China en la ciberseguridad es la meta que tienen, según lo informa el Global Times», sepan que el objetivo estratégico de la nación es tener un fuerte poder en la Internet».
El objetivo de la organización, de acuerdo con South China Morning Post, es «servir como un puente» entre el régimen chino y el público, y «organizar y movilizar fuerzas en todos los aspectos de la sociedad para participar en la construcción de la seguridad cibernética de China».
Todo esto se vincula de nuevo a un esfuerzo que se inició en noviembre del 2014, cuando el PCCh organizó su primera Conferencia Mundial de Internet, que tenía como lema, «Un mundo interconectado, compartido y gobernado por todos».
Li Yuxiao fue uno de los oradores, y declaró de acuerdo con el medio de comunicación estatal China Daily, «Ahora es el momento para que China se dé cuenta de sus responsabilidades».
En ese momento, Estados Unidos anunció sus planes para abandonar el control federal sobre la Internet, un proceso que sólo recientemente completó al renunciar a su control de la Corporación de Internet para Nombres y Números Asignados (ICANN).
Li vio el movimiento de EE.UU. como una oportunidad. Indicó, según China Daily, «Si EE.UU. está dispuesto a renunciar a manejar el ámbito de Internet, surge la pregunta de ¿quién va a tomar la batuta y la forma en cómo se manejara?»
«China se está transformando de ser un participante de la Internet, a tener un papel principal y dominante en él», dijo, y agregó «Tenemos que establecer primero nuestro objetivo en el ciberespacio, y luego pensar en la estrategia a adoptar, antes de pasar a la refinación de nuestras leyes».
Li repitió este objetivo, más recientemente, en una entrevista publicada el 18 de diciembre de 2015, en la página web del Congreso Mundial de Internet.
Él dijo que China «tiene el derecho, como el país con más internautas, de hacer las normas internacionales para manejar el ciberespacio».
Y añadió: «El establecimiento de las normas es sólo el comienzo».
Un informe del medio de noticias estatal chino Xinhua, establece que «los esfuerzos de China en gobernar la Internet se pueden resumir como» limpiar el ciberespacio de conformidad con la ley; además de explotarlo con una mente abierta».
La nueva asociación del PCCh sobre la ciberseguridad lleva el mismo mensaje general.
El nuevo programa no es realmente acerca de «seguridad cibernética». Se trata de gobernabilidad cibernética, y sobre extender la ley en la Internet, en este caso, las leyes del régimen autoritario chino.
Para el PCCh, la palabra «ciberdelincuencia» es algo más que solo piratas informáticos. Como señala Xinhua, «el gobierno chino intensificó la represión de los rumores en línea, la pornografía, juegos de azar y otros delitos cibernéticos».
Esos «otros delitos cibernéticos» tienden a ser un foco importante en los sistemas del PCCh para controlar la Internet e incluyen la supresión de la religión, la libertad de expresión, y de que las personas promuevan la democracia. Una evaluación del 2015 sobre la libertad mundial de Internet de la organización reguladora independiente Freedom House, puso a China en el último lugar por detrás incluso de Cuba y Siria.
El PCCh pregona que Internet es controlado por las potencias occidentales, en particular los Estados Unidos, y utiliza esto como base para presionar y poder ganar participación en los programas de otros países.
Xinhua escribió en diciembre de 2015, que el PCCh y los países en desarrollo sufren de «una falta de gobernabilidad conjunta» en la internet, y culpa de esto a Occidente, afirmando que es «causada principalmente por la arrogancia y el monopolio de las tecnologías de información y de comunicación de algunos países occidentales».
A pesar de que Xinhua hizo acusaciones contra Estados Unidos, y otros países como Japón e incluso Suecia, también hizo comentarios defendiendo el uso del régimen chino de la Internet el cual utiliza como una herramienta para la represión política e ideológica.
Incluso criticó directamente a Google por retirarse de China continental en 2010. Google salió de China por la estricta censura de Internet por parte del PCCh, y después de descubrir una ola de ciberataques estatales chinos dirigidas a sus redes.
En realidad, la Internet se rige por un modelo múltiple de partes interesadas, donde en lugar de tener solo el control el gobierno, es dirigido libremente por una red grande y abierta de participantes interesados en la Internet y que incluye empresas, grupos civiles, instituciones de investigación, y organizaciones no gubernamentales.
La vigilancia del Gobierno todavía desempeña un papel, pero por lo general sólo se ocupa de la delincuencia y el abuso.
El PCCh quiere cambiar esto, a nivel mundial, con su modelo de estricto control gubernamental sobre todas las facetas de la Internet, y todas las empresas involucradas en ésta.
Después de la conferencia de 2015, el Consejo de Relaciones Exteriores informó que el PCCh probablemente haga más para ganar influencia sobre la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas.
La UIT es un órgano de gobierno encargado de las telecomunicaciones, y está tratando de obtener más poder sobre la Internet a nivel global. Con China y Rusia, dos miembros prominentes de las Naciones Unidas, estos dos países han presionado los principales programas en el pasado para dirigir el papel de la UIT en el manejo global de Internet a su favor.
Algunos de los programas autoritarios propuestos para el manejo de la Internet global a través de la UIT fueron esbozadas por el Centro para la Democracia y la Tecnología, mientras la UIT efectuaba su reunión sobre las reglas para el Internet en noviembre de 2012. Estas incluían programas para desencriptar información que pasa a través de Internet.
El Centro señaló que algunas de las propuestas preocupaban, sobre todo con las de Rusia y varios países de Oriente Medio para hacer de los programas de desencriptación «obligatorios para las empresas de tecnología de Internet y para los operadores de red con el fin de que los hagan en sus productos».
La nueva Asociación de Seguridad Cibernética del PCCh parece ser sólo una continuación de estos esfuerzos, sólo que ahora usa la forma de «seguridad cibernética» para dar una apariencia más benigna.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.