Sin poder determinar la intención del gorila Harambe y con la latente posibilidad de causarle una muerte accidental o lesiones al niño, la Dra. Jane Goodall no cree que el zoológico de Cincinnati haya tenido otra alternativa más que disparar al animal en su recinto el pasado mayo.
Harambe, un gorila de 17 años, tuvo que ser sacrificado para proteger la vida de un niño de 4 años que entró en el recinto del animal. Este suceso conmocionó sobre todo a los activistas de los derechos de los animales, quienes cuestionan si se tomó la decisión adecuada y responsabilizan al zoo por no tener la barrera de la jaula a una altura suficiente para mantener a las personas fuera del alcance de los animales.
“Esa es la triste realidad de mantener animales salvajes en cautiverio, siempre hay un riesgo potencial para la seguridad pública y para el animal” opinó la mayor experta de primates en el mundo en una entrevista con Azzedine Downes, Ceo de la ONG IFAW (International Fund for Animal Welfare), en la cual él mismo también expuso sus ideas.
La Dra. Goodal expresó que Harambe podría hecho daño al niño, incluso sin intención de hacerlo. “Sería difícil, incluso para personas familiarizadas con él, investigadores o responsables que puedan haber pasado horas con Harambe, conocer sus verdades intenciones en tan corto tiempo, parecía que estaba siendo suave pero se lo advertía nervioso y agitado por la intempestiva llegada del niño y los gritos de las personas”, expresó.
Asimismo la experta opinó que la opción de dardos tranquilizantes tampoco iba a ser posible en un animal tan grande debido a que tardaría demasiado tiempo en hacer efecto y cualquier cosa podría ocurrir. “Fue terrible para el niño, los padres, Harambe, el zoológico, los guardianes y el público. Pero cuando las personas entran en contacto con los animales salvajes, a veces hay que enfrentarse a decisiones de vida o muerte”.
CNN informó que el zoológico de Cincinnati mejoró sus medidas de seguridad y que se están llevando a cabo investigaciones para asegurarse de que estas sean suficientes. Sin embargo, los expertos afirman que nunca podremos estar 100% seguros que las personas en contacto con la vida silvestre no se lesionen cuando estén cerca, aunque este caso de Harambe fue extraño ya que son más los casos que se presentan de accidentes con animales que están en cautiverio dentro de la propiedad privada que en un zoológico.
Simplemente ‘almacenar’ especímenes sin considerarlos en su hábitat natural, es derrotista y pinta un panorama sombrío para el futuro
Downes y Goodall opinaron que tanto para los niños como para los adultos, es importante el contacto con los animales, comunicarse con ellos, conocer su olor, mirar a sus ojos, y que por otra parte, en muchos lugares del mundo hoy en día no se está proporcionando una buena vida a los animales. Sin embargo, ellos tienen fe de que en un futuro próximo se pueda garantizar una adecuada protección de los hábitats silvestres para todos los animales, aunque aún falta un largo camino por recorrer.
“Es importante que la gente tenga en cuenta que mantener un animal en peligro de extinción en un zoológico no es conservación… Simplemente ‘almacenar’ especímenes sin considerarlos en su hábitat natural, es derrotista y pinta un panorama sombrío para el futuro”, expresó Goodall.
La Dra. Goodall basa gran parte de su trabajo en la esperanza que deposita en los más jóvenes, para que puedan bregar por aquellos animales que viven en cautiverio.
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